El BdE sube su previsión de PIB al 2,7%, pero advierte del riesgo de caídas bruscas en bolsa
El Banco de España eleva en dos décimas su proyección del PIB, aunque advierte del deterioro del contexto internacional. Estima un avance del 0,6 o 0,7% en el primer trimestre
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El Banco de España ha vuelto a revisar al alza sus previsiones de crecimiento para la economía nacional. En su informe trimestral publicado este martes, proyecta un avance del PIB del 2,7% en 2025, dos décimas por encima de su previsión de diciembre. El banco mantiene su previsión de que la economía española se irá desacelerando a lo largo del año, pero lo hará con menor intensidad de lo proyectado inicialmente y seguirá creciendo claramente por encima de su tasa potencial.
Hay dos pilares que sostienen la revisión al alza de las perspectivas: el mayor dinamismo del empleo y del consumo privado. Indicadores que se retroalimentan: el empleo anima a la demanda interna que, a su vez, favorece las contrataciones. El Banco de España ha subido en cuatro décimas su previsión de crecimiento del consumo privado para este año, pasando del 2,9% al 3,3%. Calcula que el gasto de las familias supondrá dos tercios de todo el crecimiento económico de este año.
"El consumo privado sería la rúbrica con una mayor aportación al avance de la actividad, fruto de la evolución favorable que se proyecta para la renta disponible y el empleo, así como del incremento poblacional previsto", explica el banco en su informe trimestral. Esta revisión al alza se debe, fundamentalmente, al dinamismo del consumo y del empleo en la recta final de 2024. El BdE interpreta que este comportamiento positivo se extenderá a los próximos meses. De hecho, tanto los datos de consumo con tarjetas de crédito como las afiliaciones a la Seguridad Social siguen mostrando un desempeño favorable.
El Banco de España calcula que el PIB crecerá entre un 0,6% y un 0,7% en el primer trimestre del año, en comparación con el último de 2024. Esto es, una tasa anualizada de entre el 2,4 y 2,8%. "Estamos viendo unas tasas de crecimiento del empleo muy en línea con el trimestre anterior", ha explicado Ángel Gavilán, director de Economía y Estadística del BdE durante la presentación del informe.
Como consecuencia de este dinamismo, el banco ha revisado al alza su proyección de crecimiento del empleo. Ahora anticipa un aumento del número de ocupados del 1,9% este año, tres décimas por encima de su previsión de diciembre, y del 1,7% en el caso de las horas trabajadas, cuatro décimas más. El crecimiento del empleo será inferior al del PIB, lo que significa que el Banco de España espera que la productividad siga recuperándose en los próximos trimestres.
La demanda interna está siendo un muro de contención frente a la crisis europea, pero no es infranqueable. La entidad ha rebajado su previsión de crecimiento de las exportaciones en una décima para este año y en tres décimas para el próximo, hasta el 2,9% en cada uno de los años.
Por el contrario, las importaciones están experimentando una aceleración gracias a la recuperación de la demanda interna. El BdE estima que aumentarán un 4% este año y un 3,5% el próximo. Esto provocará que la aportación del sector exterior vaya a ser negativa este año (-0,2 puntos) y el próximo (-0,1).
Incertidumbre y correcciones
El Banco de España señala que la economía internacional "se mantiene relativamente robusta". A pesar del aumento de la incertidumbre, todavía hay pocos indicadores de coyuntura que indiquen una ralentización severa de la actividad global. Sin embargo, el repunte en los indicadores de confianza generan dudas a la entidad, lo que le lleva a señalar que los riesgos sobre las previsiones económicas están sesgados a la baja. Esto es, hay más probabilidades de que se produzcan desviaciones a la baja.
El Banco de España advierte de que estas proyecciones "no incorporan un ejercicio explícito del impacto de la incertidumbre económica". La entidad explica que, ante un episodio de incertidumbre, la economía española tiende a resentirse con un año de retraso. Esto es, acabará teniendo un impacto, pero el BdE todavía no ha querido estimarlo. Tampoco ha incorporado el impacto de los aranceles, dada la escasa visibilidad que hay sobre estas políticas, tanto por parte de EEUU, como en respuesta de los países agraviados.
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También hay un riesgo de desviación de las previsiones al alza como consecuencia de la respuesta fiscal europea a este escenario más complejo. Esto incluye la creación de un fondo europeo de Defensa, la creación de exenciones en las reglas fiscales de los países o incluso la inversión en infraestructuras de Alemania. “Esto generaría un efecto al alza sobre la actividad económica y también sobre la inflación, pero para cuantificarlo, hay que saber la magnitud de los incrementos del gasto y la composición de ese gasto”, ha remarcado el director de Economía del Banco. De esta forma, estas proyecciones pueden estar sujetas a importantes cambios en el futuro.
En esta coyuntura, el Banco de España lanza una advertencia sobre la volatilidad de los mercados financieros. La entidad advierte que hay un riesgo de "correcciones bruscas en la valoración de los activos financieros en los mercados internacionales". Episodios como los que ya se han vivido en los mercados en los últimos días y que podrían agudizarse.
Hay riesgo de correcciones bruscas en la valoración de los activos financieros
El motivo es que coincide una situación de alta incertidumbre con elevadas valoraciones en el precio de los activos financieros. "Los mercados financieros, a pesar de algunas correcciones recientes, continúan ofreciendo valoraciones relativamente elevadas y primas de riesgo reducidas", explica el BdE en su informe. Las bolsas están caras y las primas de riesgo de la deuda están muy estrechas, lo que puede dar origen a cambios bruscos de precios. Estos episodios "podrían repercutir de forma muy adversa sobre el crecimiento económico y la confianza de los agentes".
Otro de los factores que genera incertidumbre es el repunte de la inflación. Gavilán ha explicado que “el proceso de desinflación parece que se está deteniendo” a nivel global, debido al repunte de los precios de las materias primas y, sobre todo, de la energía. Esto ha llevado al Banco de España a subir en cuatro décimas su previsión de IPC para el conjunto del año, hasta el 2,5%.
Sin embargo, la sorpresa negativa se concentra en el segmento de la energía. Por el contrario, el precio de los bienes y de los servicios ha sido inferior a la que esperaba el banco el pasado mes de diciembre. El resultado es que ha bajado en una décima su previsión del IPC subyacente, al 2,2%. En este recorte también incide la prórroga de las ayudas al transporte público aprobada por el Gobierno, hasta el mes de junio.
El Banco de España ha vuelto a revisar al alza sus previsiones de crecimiento para la economía nacional. En su informe trimestral publicado este martes, proyecta un avance del PIB del 2,7% en 2025, dos décimas por encima de su previsión de diciembre. El banco mantiene su previsión de que la economía española se irá desacelerando a lo largo del año, pero lo hará con menor intensidad de lo proyectado inicialmente y seguirá creciendo claramente por encima de su tasa potencial.