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El futuro de las nucleares en Cataluña abre una crisis a Illa en su superconselleria
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Dimite el director general de Energía

El futuro de las nucleares en Cataluña abre una crisis a Illa en su superconselleria

Al president le costó encontrar un director general de energía. El pronuclear Josep Maria Serena no fue ni la primera ni la segunda opción. Pero solo ha durado cinco meses en el cargo

Foto: Josep Maria Serene, ex director general de Energía de la Generalitat.
Josep Maria Serene, ex director general de Energía de la Generalitat.
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El futuro de las nucleares en Cataluña le ha estallado en la cara a la superconsellera de Salvador Illa, la titular de la cartera de Territori, Vivenda i Transició Ecològica, Silvia Paneque, quien además ejerce de portavoz del ejecutivo. El director general de Energía Josep María Serena ha dimitido por sorpresa, según avanzó NacióDigital. Serena venía de ser presidente del Consejo de Seguridad Nuclear y era partidario de prolongar la vida útil de Vandellòs y Ascó, las nucleares catalanas. Ha durado cinco meses en el puesto. Fue uno de los últimos altos cargos que se designó Illa y ha sido el primero en irse. Serena escogió para irse un día lluvioso y sin viento, la típica jornada en que Cataluña tendría apagones si no tuviese sus centrales nucleares.

Paneque no apoyaba a su director general en la cuestión nuclear, que para Serena era exactamente eso: nuclear. Fuentes del sector explican que las proyecciones y modelos de REE advierten que Cataluña tendría serios problemas de suministro si Ascó y Vandellòs cerrasen en las fechas previstas. El Plan Nacional Integrado de Energía (PNIEC) establece que en Cataluña el protocolo de cierre nuclear empieza en 2030 con el cierre del primer grupo de Ascó, sigue en 2031 con el segundo grupo de Ascó y termina en 2035 con la clausura de Vandellòs.

El plan de Paneque era cubrir ese déficit en generación eléctrica con las plantas ciclos combinados de gas, pero ni así sería suficiente, en especial para los grandes consumidores como la planta petroquímica de Tarragona. La ironía es que Junts vetó el impuestazo energético para garantizar las inversiones en el complejo de Tarragona, pero si se cierran las nucleares, dichas inversiones no podrían ser operativas.

El Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña pidió en un informe hace dos días que se aplazase el cierre de las nucleares en Cataluña. Su argumento principal es que el desmantelamiento de estas instalaciones no debe producirse hasta que los nuevos sistemas de generación eléctrica sin emisiones de CO2 estuviesen plenamente operativos, algo que no es posible por el enorme retraso que lleva Cataluña con las renovables, lo primero que reconoció Silvia Paneque cuando llegó a su puesto de consellera.

Endesa estaba presionando para que la vida de las nucleares se prolongase. En cinco meses la dirección general de Serena apenas pudo desbloquear una treintena de proyectos renovables. Y no se trataba de proyectos de gran envergadura.

Dimisión anunciada

Además, Josep Maria Serena llevaba más de dos meses diciendo que iba a irse, según explican empresas energéticas que se reunieron con él. Como llevaba tan poco tiempo, no se lo tomaban en serio, según explican fuentes del sector.

En unas jornadas del Colegio de Ingenieros, Serena reconoció que Cataluña no podría cumplir el calendario de cierre de las nucleares. Lo sabe todo el mundo, pero es un tema tabú. La postura oficial de la Generalitat es que no es momento de abrir este debate, que se puede esperar dos años y que el Govern ya se posicionará cuando Endesa pida prolongar la vida de las nucleares. Además, hay la presión de Iberdrola, que está de acuerdo en cerrar todas las nucleares, pero no en que primero se cierre Almaraz, la suya y luego se mantengan abiertas las de Endesa por los problemas de Cataluña.

Serena planteó de manera abierta el debate nuclear, la Generalitat quería aplazarlo

Al final, Serena quería plantear la cuestión ante la opinión pública y Paneque, Illa y la Generalitat preferían aplazarlo dos años o hasta la próxima legislatura en Cataluña. La conselleria de Territori ha declinado hacer comentario sobre la dimisión de su director general.

Enfrentamientos internos

El clima de enfrentamiento interno en el seno de la Generalitat era muy fuerte. En especial entre Josep Maria Serena y la directora general del Institut Català d’Energia (ICAEN), Marta Morera. Ahora Morera es la principal candidata para sustituir a Serena, según fuentes internas de la conselleria.

Después de todo, Serena tampoco es que quisiese mantener las nucleares abiertas en Cataluña a cualquier precio. Pretendía una solución salomónica: alargar la vida de Vandellòs, por ejemplo, y cerrar Ascó, de manera que el suministro no colapse. Pero desde la Generalitat no se quería incomodar al Gobierno español y se prefería aplazar el debate. Ahora ha estallado la crisis.

El futuro de las nucleares en Cataluña le ha estallado en la cara a la superconsellera de Salvador Illa, la titular de la cartera de Territori, Vivenda i Transició Ecològica, Silvia Paneque, quien además ejerce de portavoz del ejecutivo. El director general de Energía Josep María Serena ha dimitido por sorpresa, según avanzó NacióDigital. Serena venía de ser presidente del Consejo de Seguridad Nuclear y era partidario de prolongar la vida útil de Vandellòs y Ascó, las nucleares catalanas. Ha durado cinco meses en el puesto. Fue uno de los últimos altos cargos que se designó Illa y ha sido el primero en irse. Serena escogió para irse un día lluvioso y sin viento, la típica jornada en que Cataluña tendría apagones si no tuviese sus centrales nucleares.

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