La guerra interna en la patronal irá a los tribunales por la última maniobra de Cuerva
Miembros de Cepyme contrarios al presidente promoverán un recurso ante el cambio en el sistema de votación, ya que se votó en la Junta sin contar con la mayoría previa del Comité
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La batalla en la patronal de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme) se recrudece por semanas y terminará en los tribunales. Miembros opositores al presidente Gerardo Cuerva y afines a Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, impugnarán su último movimiento para modificar el sistema de voto.
El enfrentamiento ya no tiene vuelta atrás, y algunas organizaciones empresariales que hasta ahora apoyaban a Cuerva le han afeado este movimiento. El choque surge de una iniciativa de Cuerva para modificar el régimen interno que permitía una delegación de voto ilimitada. Cepyme argumenta que esta delegación hace vulnerables a los votantes ante las presiones que puedan recibir por parte de la CEOE y que, por evitar el enfrentamiento con Garamendi, acepten ceder sus votos. De hecho, este sistema de delegación no existe en los mismos términos en otras patronales, sin ir más lejos en la CEOE, que lo tiene limitado.
Cuerva presentó el martes una modificación del Reglamento de Régimen Interior que limite la delegación de votos en los órganos de Cepyme a seis en las asambleas ordinarias y que elimine la delegación en las asambleas electorales. El Comité Ejecutivo rechazó la propuesta por 15 votos frente a 11. Posteriormente, elevó la propuesta a la Junta Directiva, donde fue aprobada con 64 a favor y 55 en contra, por lo que la modificación se llevó a cabo.
El problema radica en que, según los estatutos de Cepyme, las propuestas para cambiar el reglamento se votarán en la Junta a propuesta del Comité, cosa que éste no hizo, según trasladan fuentes empresariales. En concreto, el artículo 57 señala que "el Reglamento de Régimen Interior y sus sucesivas modificaciones serán aprobados por la Junta Directiva a propuesta del Comité Ejecutivo".
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Miembros del Comité opositores a Cuerva llevarán esta votación a los tribunales si no rectifica, aseguran fuentes empresariales. De hecho, en la Junta de Cepyme, y también en la de la CEOE, surgieron voces en contra de lo que consideran una "cacicada" de Cuerva. "Varios miembros de la Junta Directiva pidieron la voz para denunciar que este punto no se podía someter a votación", explican estas fuentes. Paradójicamente, Cuerva logró la mayoría en la Junta para limitar la delegación de votos gracias a la delegación de voto, ya que acudió con 29 votos delegados a su favor.
Sin embargo, fuentes de Cepyme argumentan que la convocatoria de la Junta Directiva se realizó dos días antes con un punto en el orden del día específico de modificación del Régimen Interior para limitar la delegación del voto y que la votación previa en el Comité no era necesaria. La dirección actual sostiene que Cuerva quiso consultar al Comité al haber sido su equipo más cercano durante los seis años al frente de la organización, pero que el órgano competente para modificar la delegación de voto es la Junta Directiva. Para tratar de blindarse con estos movimientos, Cepyme ha encargado un informe jurídico que avala sus pasos.
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El entorno de Cuerva asegura que en el Comité se avisó de que se iba a hacer también la votación en la Junta Directiva como estaba previsto e independientemente del resultado de la primera votación y "se aclaró desde el principio" que la votación del Comité era sobre el contenido de la modificación del reglamento, no sobre si el punto se llevaba a la Junta. Amparan la legalidad de estos pasos en el artículo 28 del reglamento, pero los miembros críticos que rechazan esta manera de proceder defienden que el reglamento no tiene prevalencia sobre el estatuto.
Tensiones internas
Algunos miembros de la CEOE han tratado de mediar en las últimas semanas para evitar una ruptura total entre Garamendi y Cuerva, pero este movimiento ha roto todos los puentes. Entre estos movimientos se encuentra la oferta a Cuerva de diversos cargos dentro de la CEOE para que pudiese seguir vinculado al asociacionismo empresarial. Sin embargo, Cuerva ha optado por rechazar estas propuestas y presentar su órdago con esta modificación del sistema de votación.
Estos cargos, que, hasta ahora, habían tratado de mostrarse neutrales, criticaron en la Junta de la CEOE el movimiento de Cuerva. Uno de los nombres propios es el de Miguel Garrido, vicepresidente de la patronal y presidente de CEIM. Como ha adelantado ABC, Garrido lamentó que la votación para el cambio del sistema de votación fue ilegal e hizo un llamamiento a Cuerva para que respete los estatutos.
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El movimiento de Cuerva también podría haber socavado sus apoyos. Algunas de las organizaciones que cedieron sus votos al presidente de Cepyme desconocían que fuese a presentar ante la Junta una propuesta rechazada previamente por el Comité, lo que les ha generado incomodidad. Sin embargo, hoy por hoy, Cuerva ha conseguido su objetivo de cambiar el sistema de votación a la espera de lo que tenga que decir la Justicia y la asamblea ordinaria.
La próxima asamblea, que todavía no está convocada, es el máximo órgano donde se tienen que refrendar las decisiones de la Junta Directiva y es posible que se impugne la votación de este martes y se vuelva al sistema de votación anterior. El mandato de Cuerva termina el próximo 16 de marzo y todavía no hay convocadas elecciones, aunque Cepyme defiende que los estatutos no obligan a una convocatoria anterior al fin del mandato. Señalan que, en las últimas convocatorias, dos han sido después de expirar el mandato del presidente, aunque Cuerva tendría la intención de hacerlo antes de la fecha señalada.
La batalla en la patronal de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme) se recrudece por semanas y terminará en los tribunales. Miembros opositores al presidente Gerardo Cuerva y afines a Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, impugnarán su último movimiento para modificar el sistema de voto.