Cepyme denuncia "coacciones" en plena pugna con la CEOE para elegir nuevo presidente
El mandato de Gerardo Cuerva, que se presentará a la reelección, termina el 16 de marzo y todavía no hay fecha para las elecciones. Habrá una candidatura alternativa elegida por Antonio Garamendi, presidente de CEOE
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La batalla interna de las organizaciones empresariales por la sucesión del liderazgo de Cepyme continúa a cuenta de la modificación del sistema de voto que la organización dirigida actualmente por Gerardo Cuerva aprobó este martes. Fuentes de Cepyme justifican la decisión de Cuerva de limitar los votos delegados en que varios miembros de la patronal de pequeñas y medianas empresas han recibido "coacciones" de cara a las próximas elecciones presidenciales, a las que se presentará un candidato alternativo elegido por Antonio Garamendi, presidente de CEOE.
El sistema vigente hasta ayer beneficia a quienes ya controlan previamente la organización, pero ante estas presiones y la división interna de Cepyme, Cuerva decidió cambiarlo con una propuesta a la junta directiva, aunque previamente lo hizo también en el comité de dirección. Las mismas fuentes señalan que las presiones han sido de varios tipos, entre ellas económicas, referidas al patrimonio sindical (sedes) que usan las organizaciones territoriales de Cepyme. Todas las sedes de las organizaciones empresariales están a nombre de la CEOE, que tiene acuerdos con Cepyme y con ATA, integradas, para usarlas.
Lo modificado este martes por mayoría simple en la junta directiva de Cepyme es el reglamento de régimen interno de la organización en lo relativo a las delegaciones del voto. Hasta ayer, el sistema permitía que los miembros llamados a votar en los distintos organismos internos delegaran el voto de manera ilimitada, sin delimitación numérica. Con el cambio aprobado se limitan las delegaciones a seis votos por persona en la asamblea ordinaria y a cero en la asamblea electoral, que será la que tenga que elegir al próximo líder de Cepyme. Con este sistema, aseguran fuentes de la actual dirección, se impide una mayor concentración de voto y se quiere garantizar que los mismos sean "libres".
La postura oficial de la CEOE al respecto es "ninguna", señalan, porque tienen que ser los propios miembros de Cepyme "quienes decidan si impugnan o no la votación" de la junta directiva. Hay todo un debate por este motivo con informes jurídicos de por medio que están escalando el enfrentamiento entre Cuerva y Garamendi, ya que algunos miembros de Cepyme sostienen que la doble votación en comité y en junta es irregular. De hecho, se ha vuelto a evidenciar el choque total en la junta directiva de CEOE celebrada este miércoles por la mañana. Según fuentes de Cepyme, el problema es que el resultado de la votación en la junta directiva, favorable a lo propuesto por la actual dirección, ha puesto de manifiesto que las presiones denunciadas por algunos miembros son reales.
Un Comité Ejecutivo elegido por Garamendi
El mandato de Cuerva termina el próximo 16 de marzo tras liderar Cepyme durante seis años. Las elecciones todavía no están convocadas, aunque la intención de Cepyme es convocarlas y celebrar una asamblea general ordinaria antes de dicho plazo. Será en esa próxima asamblea general ordinaria donde los miembros decidirán si impugnan la votación de la junta directiva y se vuelve al anterior sistema de votación, aunque, eso sí, esto se decidirá con el nuevo sistema de vigente.
Desde Cepyme defienden que la nueva limitación a la delegación de voto no es anómala porque es igual a la que tiene la CEOE y ATA en sus reglas internas. Sin embargo, no ocultan que el momento y el motivo escogido para llevar a cabo el cambio se debe a la lucha interna por liderar la organización. Las votaciones que se produjeron el martes así lo muestran. El Comité Ejecutivo de Cepyme, compuesto por 29 miembros con voto, mantiene la misma composición que eligió Garamendi cuando era presidente de Cepyme, por lo que el líder de la CEOE cuenta con miembros de confianza.
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El comité rechazó la propuesta de Cuerva de limitar la delegación de voto al obtenerse 11 votos a favor, 15 en contra y tres ausencias, no obstante, Cuerva sometió posteriormente la propuesta a la junta directiva, un órgano mayor, de 122 miembros, donde sí consiguió mayoría simple con 64 votos a favor y 55 en contra. Los críticos sostienen que no se tendría que haber producido la segunda votación en la junta directiva tras el rechazo en el comité, pero un informe jurídico encargado por la dirección de Cepyme sostiene que el procedimiento seguido es correcto y está amparado por el reglamento interno y por el estatuto.
Cepyme descarta judicializar el proceso, incluso si la votación de la junta se impugna en la próxima asamblea general ordinaria. Para ello se tendría que imponer la postura de los críticos, algo que no está claro dado que Cuerva consiguió ganar la votación en la junta contra todo pronóstico. Igualmente, Cuerva mantiene su intención de presentarse a la reelección, independientemente de si se vuelve al sistema de voto anterior.
Respecto a la convocatoria electoral, en Cepyme aseguran basándose en otro informe jurídico que puede hacerse después de que termine el mandato de Cuerva, pero que su intención es hacerlo antes de que eso ocurra. Desde el momento en el que se convoquen deben pasar como mínimo 50 días, lo que llevaría la fecha de los comicios, como pronto, a finales de abril o mayo.
La batalla interna de las organizaciones empresariales por la sucesión del liderazgo de Cepyme continúa a cuenta de la modificación del sistema de voto que la organización dirigida actualmente por Gerardo Cuerva aprobó este martes. Fuentes de Cepyme justifican la decisión de Cuerva de limitar los votos delegados en que varios miembros de la patronal de pequeñas y medianas empresas han recibido "coacciones" de cara a las próximas elecciones presidenciales, a las que se presentará un candidato alternativo elegido por Antonio Garamendi, presidente de CEOE.