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Las políticas de Trump empiezan a reactivar la inflación en Europa
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Los costes de producción aceleran

Las políticas de Trump empiezan a reactivar la inflación en Europa

Aunque los aranceles no hayan entrado en vigor aún, la subida del dólar y el encarecimiento de las materias primas están generando tensiones de precios para las empresas

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump. (Reuters)
El presidente de EEUU, Donald Trump. (Reuters)
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El precio de los insumos está subiendo al ritmo más rápido en casi dos años. Las empresas no registraban un alza de los costes de producción tan rápido desde los meses de la invasión de Ucrania. Así lo han declarado los gestores de las empresas consultadas para la encuesta mensual PMI. "La tasa de inflación de los insumos se aceleró [en enero] hasta su máxima de veintiún meses y estuvo por encima de la tendencia de la serie a largo plazo", explica la agencia S&P.

El encarecimiento de los costes operativos es el primer paso para la subida de la inflación de los bienes y servicios finales. De hecho, las empresas reconocieron que "aumentaron sus precios cobrados más agresivamente" en respuesta a las tensiones inflacionistas que vuelven a sentir.

El alza de los costes de producción está directamente relacionado con el encarecimiento de la energía, pero no solo. En los últimos meses, han subido los precios de muchas materias primas, incluyendo metales y componentes estratégicos. Y, lo que es más importante, el euro ha caído intensamente frente al dólar, ante los distintos anuncios de aranceles por parte del presidente Donald Trump.

Las tensiones inflacionistas se manifiestan en los datos del IPC del mes de enero. En la eurozona subió al 2,5%, el dato más alto desde julio, y en España alcanzó el 3%, máximo desde junio. Los expertos esperaban una moderación del IPC en el inicio del año, pero ocurrió lo contrario, una aceleración de la inflación. Por ejemplo, Funcas esperaba una moderación del IPC hasta el 2,5%, frente a la subida del 3% registrada.

El INE explicó, en su nota de prensa, que los carburantes fueron el principal impulsor de los precios en el inicio del año. La subida del precio del petróleo de los últimos meses, sumada a las caídas más recientes del euro, están encareciendo los costes energéticos, especialmente en las gasolineras.

Desde la victoria de Trump en las elecciones, el precio del petróleo ha subido un 5%. A pesar de su insistencia en aumentar las perforaciones, Estados Unidos tiene dos problemas. El primero, que las técnicas de extracción necesarias para obtener crudo en el país son caras, por lo que necesitan un precio del barril por encima de los 75 dólares. El segundo, que una guerra comercial podría llevar a los países a frenar las importaciones energéticas desde EEUU, lo que neutralizaría el aumento de la oferta desde el país.

Antes de la victoria de Trump en las elecciones de noviembre, los futuros del barril de Brent, referencia europea, anticipaban que el precio estaría por debajo de los 73 dólares al inicio de 2025. La realidad, sin embargo, es que la media del año está cerca de los 78 dólares, casi un 7% más caro. Además, los futuros actuales apuntan a un precio del crudo más alto durante el primer año y medio de mandato de Trump.

Aún es pronto para conocer qué impacto tendrán las políticas de Trump en los precios de la energía europea. De hecho, aún es pronto para saber siquiera si habrá aranceles. Lo que sí es cierto es que la energía se ha encarecido en los últimos meses y empieza a trasladarse a la inflación.

Lo mismo ocurre con el tipo de cambio. Antes de la victoria de Trump, los expertos esperaban que el tipo de cambio del euro estaría cerca de los 1,10 dólares de media en 2025. Sin embargo, cuando Trump anunció los aranceles a Canadá, México y China, el dólar escaló hacia la paridad, situando el tipo de cambio en 1,03 dólares por cada euro.

Desde la victoria de Trump, el euro acumula una caída respecto al dólar superior al 4%. Este descenso es una ayuda para el sector exterior europeo, ya que mejora la competitividad de la economía continental. Sin embargo, encarece las importaciones en dólares, que son principalmente de hidrocarburos.

El modelo que utilizan los economistas de Arcano Partners contempla que cada 1% de caída del euro se genera 0,1 puntos de inflación. Si las previsiones del BCE eran que el tipo de cambio medio de 2025 fuese de 1,10 dólares; si finalmente se reduce hasta la paridad, supondrá un punto más de inflación en los países comunitarios.

Foto: Un vehículo repostando en una gasolinera. (EFE/Miguel Gutiérrez)

Todo ello antes de que haya comenzado realmente la escalada arancelaria. Estos datos de inflación de inicio del año, sumado a la cotización de las materias primas en los mercados, obligan a recalibrar las previsiones de moderación de la inflación. En diciembre, el Banco de España mantenía plena confianza en que el IPC de España volvería al 2% a lo largo del año, pero este objetivo se complica por momentos.

Si finalmente Trump pulsa el botón de los aranceles, el escenario cambiará abruptamente. Los aranceles implican un encarecimiento inmediato de las importaciones para el país que los aplica. Si la UE responde a EEUU con mayores tarifas, tendrá repercusión en los precios. Sin embargo, la reconfiguración de los flujos comerciales también podría tener un efecto deflacionista.

Por ejemplo, si China o México no pueden exportar a EEUU, o se reducen sus ventas, buscarán otros países a los que colocar su producción. Incluso bajando sus precios. Europa podría recibir así importaciones más baratas que contribuyesen a reducir la inflación interna.

Trump todavía no ha puesto sus cartas sobre la mesa, por lo que es imposible anticipar qué efecto tendrá sobre la inflación. Lo que está claro es que los acontecimientos de los últimos meses ya empiezan a generar tensiones de precios. Y lo hacen en un momento en el que el ciclo inflacionista todavía no ha concluido. El mejor ejemplo es que los salarios siguen subiendo por encima del 4% interanual. Todavía sigue existiendo una inercia de subidas de precios en las empresas, lo que significa que tienen más facilidad para trasladar a precios el incremento de sus costes de producción. Este círculo vicioso no está superado y la llegada de Trump es una amenaza que dificultará la bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo.

El precio de los insumos está subiendo al ritmo más rápido en casi dos años. Las empresas no registraban un alza de los costes de producción tan rápido desde los meses de la invasión de Ucrania. Así lo han declarado los gestores de las empresas consultadas para la encuesta mensual PMI. "La tasa de inflación de los insumos se aceleró [en enero] hasta su máxima de veintiún meses y estuvo por encima de la tendencia de la serie a largo plazo", explica la agencia S&P.

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