De periférico a 'semicore': los inversores extranjeros se lanzan a por deuda española
La buena marcha de la economía nacional ha impulsado el interés de los inversores no residentes, que ya controlan más del 44% de los títulos emitidos por el Tesoro
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"España sigue siendo la favorita del mercado de bonos soberanos de la zona euro", señalaba esta misma semana un informe del banco británico Barclays. Y los datos así parecen evidenciarlo. Este mismo jueves, el Tesoro Público español ha colocado en el mercado 6.762 millones de euros en distintas referencias, con recortes de rentabilidades y una sólida demanda que evidencia el apetito que existe en el mercado por los títulos soberanos españoles.
Un interés que, en los últimos tiempos, ha sido especialmente perceptible entre los inversores extranjeros, que se han afianzado como los principales compradores de deuda pública española, cubriendo con creces el vacío dejado por el BCE desde que puso en marcha la reducción de su balance en marzo de 2023.
En ese periodo, el porcentaje de bonos españoles en manos del banco central (a través del Banco de España) se ha reducido en más de cinco puntos porcentuales, hasta representar un 27,19% al cierre de noviembre, el último dato disponible. En cambio, el peso de los inversores internacionales entre los tenedores de deuda española se ha incrementado 4,6 puntos porcentuales, lo que los afianza como el segmento más importante, con un 44,21% de los títulos españoles en sus manos. Se trata del porcentaje más elevado desde 2019, cuando llegaron a suponer casi un 49% del total.
En términos netos, esto representa un total de 612.102 millones de euros en posesión de inversores extranjeros, unos 110.000 millones más que en marzo de 2023. “Los no residentes fueron la fuente clave de demanda neta en 2023/2024, en un momento en que las tenencias de bonos soberanos de la zona del euro del Banco de España se estaban reduciendo”, apuntan en Barclays, donde subrayan, basándose en datos del BCE, el papel creciente de los inversores procedentes de fuera de la eurozona, que en 2024 habrían representado en torno a la mitad de la demanda de los no residentes.
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Los últimos datos parecen mostrar que este interés no se ha resentido en los primeros compases de 2025. De hecho, el pasado de enero, el Tesoro Público español emitió un bono a 10 años por el que recibió una demanda récord de 139.000 millones de euros, de los que el 85,1% correspondió a inversores extranjeros.
El apetito de los inversores internacionales por la deuda española ha sido clave para evitar que los rendimientos de los bonos nacionales se dispararan en un entorno especialmente convulso, en plena subida de los tipos de interés para contener la elevada inflación que aquejaba la eurozona, un escenario en el que muchos expertos advirtieron del riesgo de que retornaran las dudas sobra la deuda de los países periféricos.
La fórmula ganadora
Sin embargo, como recalcan en Barclays, los bonos de España habrían dejado de englobarse a ojos de los inversores entre los periféricos para pasar a ser considerados ‘semicore’, lo que se reflejaría, entre otras cuestiones, en que hoy prácticamente cotizan a la par con los de países como Francia o Bélgica y con una prima de riesgo frente a Alemania de apenas 60 puntos básicos, casi 50 menos que en marzo de 2023.
Los expertos justifican el buen desempeño de la deuda española en este periodo, principalmente, en la favorable evolución de la economía nacional, que ha venido registrando de forma consistente unas cifras más fuertes que sus países vecinos.
"La economía española ha desafiado constantemente las expectativas en los últimos años, superando cómodamente a la zona del euro en su conjunto. En 2025, va camino de superar incluso a la poderosa EEUU por segundo año consecutivo", resaltaban recientemente los expertos de Bloomberg Intelligence en un artículo titulado "¿qué hay detrás de la fórmula ganadora de crecimiento de Sánchez?".
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En el mismo, la autora señala algunos de los principales factores que se esgrimen para justificar esta evolución favorable, como el boom del turismo y el crecimiento demográfico (favorecido por la inmigración), al tiempo que observa evidencias de una mejora de la productividad.
Con todas estas cuestiones sobre la mesa, en los últimos meses han sido varias las firmas de inversión que han mostrado su convicción sobre la deuda española como una apuesta interesante. En este sentido, Barclays se muestra convencida de que existe margen para una reducción adicional del diferencial con Alemania, hacia el entorno de los 50 puntos básicos.
El banco británico observa que, a diferencia de países como Italia, Francia o Bélgica, España se encamina hacia un periodo en que, a pesar de la esperada ralentización del crecimiento, seguirá reduciendo sus niveles de deuda en relación con el PIB. Además, la entidad ve probable que esto se traduzca en una trayectoria ascendente de sus calificaciones soberanas, con agencias como Fitch y Moody’s otorgando a su deuda, actualmente, una perspectiva positiva.
Barclays ve margen para que la prima de riesgo española se contraiga hasta los 50 puntos
Además, Barclays pone el foco en la cuestión política, señalando que, a pesar de las tensiones que enmarcan el contexto político español y la frágil mayoría que sustenta al gobierno, la situación general resulta mucho más estable que en otros países del entorno, con una posición mayoritaria tanto a izquierda como a derecha de los partidos tradicionales. De hecho, el banco sugiere que, en caso de nuevas elecciones, un vuelco hacia un gobierno encabezado por el PP y con algún apoyo de Vox podría dar un impulso adicional a la deuda española.
"En general, creemos que una evolución de este tipo podría resultar favorable para los diferenciales de tipos de interés españoles, dado un posible cambio hacia un enfoque económico más tradicionalmente conservador bajo este tipo de gobierno (es decir, un mayor enfoque en la reducción del déficit y la implementación de reformas que fomenten el crecimiento)", sentencian.
"España sigue siendo la favorita del mercado de bonos soberanos de la zona euro", señalaba esta misma semana un informe del banco británico Barclays. Y los datos así parecen evidenciarlo. Este mismo jueves, el Tesoro Público español ha colocado en el mercado 6.762 millones de euros en distintas referencias, con recortes de rentabilidades y una sólida demanda que evidencia el apetito que existe en el mercado por los títulos soberanos españoles.