La inteligencia artificial amplía el diferencial de productividad entre Europa y Estados Unidos
La productividad de los servicios, sostiene un informe de la patronal bancaria, está creciendo más que la industria pese a que históricamente ha sido la industria la que más ha aportado al crecimiento del PIB. La IA tiene mucho que ver
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¿Por qué la economía de EEUU crece más que la europea? Un estudio publicado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), da algunas claves. Y la principal conclusión es que se ha producido un cambio estructural en ambas economías. Si hasta ahora era la productividad industrial la que era capaz de acelerar el crecimiento económico, al margen del factor trabajo, ahora son los servicios los que tiran del carro. En particular, por el uso de las nuevas tecnologías y, más en concreto, aunque sea muy recientemente, por la utilización de la inteligencia artificial.
La productividad del sector servicios ha estado creciendo más que la productividad industrial en los últimos años, sostiene el estudio de la patronal bancaria mundial, pese a que históricamente ha sido la industria la que más aportaba al crecimiento del PIB. Esto pone de relieve, afirma, que estamos ante "una transformación estructural en la forma en que opera el sector de servicios de EEUU", mucho más dinámico que el europeo.
Las razones hay que encontrarlas en que las ganancias de productividad al otro lado del Atlántico se relacionan, fundamentalmente después de la pandemia, con el aumento del gasto en investigación y desarrollo (I+D), la inversión en nuevas tecnologías, la mayor intensidad del teletrabajo y el uso de más capital gracias a unos mercados financieros que funcionan mejor. Es decir, la industria se rinde ante el avance de los servicios. Entre otras razones, porque la influencia de la inteligencia artificial en los procesos industriales es todavía es muy modesta.
Como resultado de ello, el número de empresas en EEUU ha aumentado de forma importante desde la pandemia, al contrario que sucedió en otras recesiones. En particular, matizan los autores del estudio, en industrias de alta tecnología como los servicios informáticos y de software. Y hay que tener en cuenta que estos nuevos participantes están mejor posicionados para utilizar prácticas y tecnologías innovadoras, lo que genera ganancias de productividad.
En la zona del euro, históricamente, la agricultura y la industria han mostrado el mayor crecimiento de la productividad laboral, mientras que el sector servicios ha registrado un crecimiento relativamente moderado. Esto es, precisamente, lo que explica el ensanchamiento del diferencial de productividad, que es el principal componente que explica las tasas de crecimiento económico.
Aunque será objeto de un trabajo posterior, se sugiere que el fenómeno del acaparamiento de trabajadores también puede estar detrás de este fenómeno. El acaparamiento surge porque muchas empresas mantienen plantillas superiores a sus necesidades de demanda reales, lo que merma la productividad por ocupado, para no perder mano de obra en un contexto de reducción de la oferta de trabajo en muchos países a causa del envejecimiento.
Inteligencia artificial
El estudio reconoce que todavía es demasiado pronto para conocer qué impacto ha tenido la introducción de la inteligencia artificial (IA) en el avance de la productividad agregada y, en general, en los sistemas productivos, pero aun así ya se pueden sacar algunas conclusiones. Se ha observado, por ejemplo, una mayor adopción de la IA en promedio en las industrias orientadas al sector servicios, y menor en las industrias tradicionales. Es más, asegura, la difusión de la tecnología de IA en otros sectores sigue siendo limitada, con tasas de adopción que rondan el 5-6%, según un censo reciente que encuestó a las empresas sobre uso de la inteligencia artificial para producir bienes y servicios.
En particular, en actividades como la fabricación y el comercio minorista, que continúan enfrentándose a barreras de adopción debido a los altos costes de implementación, a las brechas de habilidades de la fuerza laboral y a la complejidad de integrar la IA en los sistemas tradicionales. Ahora bien, aunque EEUU registra una mayor inversión privada en inteligencia artificial que la zona euro, su plasmación todavía puede demorarse debido al lapso de tiempo que generalmente se necesita para que las inversiones se materialicen en resultados tangibles y medibles.
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Sin embargo, matiza la patronal de los bancos a nivel mundial, algo puede cambiar con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en la medida que tiene una visión que denomina 'proempresarial'. Aun partiendo de que las previsiones estimadas para la futura adopción de la IA por parte de las empresas indican sólamente aumentos modestos en el corto plazo, "los posibles cambios de política en la desregulación o el aumento de los incentivos para la I+D pueden cambiar aún más la tasa de difusión de la IA en los sectores clave”.
El problema para Europa es que la situación de partida no puede ser peor. Antes de la Gran Recesión de 2008, el tamaño de la economía europea se situaba un 10% por encima de EEUU, sin embargo, en 2022 ya se encontraba un 23% por debajo. Esto ha sido así porque el PIB de la Unión Europea —incluyendo al Reino Unido antes de que se produjera el Brexit— ha crecido en ese periodo un 21%, medido en dólares, frente al 72% de EEUU.
¿Por qué la economía de EEUU crece más que la europea? Un estudio publicado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), da algunas claves. Y la principal conclusión es que se ha producido un cambio estructural en ambas economías. Si hasta ahora era la productividad industrial la que era capaz de acelerar el crecimiento económico, al margen del factor trabajo, ahora son los servicios los que tiran del carro. En particular, por el uso de las nuevas tecnologías y, más en concreto, aunque sea muy recientemente, por la utilización de la inteligencia artificial.