Al menos doce empresas chinas de la lista negra del Pentágono operan en España
Las compañías identificadas por el Departamento de Defensa como parte del entramado militar de Beijing actúan en sectores como las telecomunicaciones, la videovigilancia, la aeronáutica y la energía renovable y la nuclear
Al menos una docena de compañías a las que el Departamento de Defensa de EEUU acusa oficialmente de formar parte del entramado militar de China tienen una presencia significativa en España, tanto desde el punto de vista operativo, como mediante inversiones financieras o con alianzas estratégicas.
Entre las empresas señaladas por el Pentágono se encuentran gigantes como la empresa de telecomunicaciones Huawei, que hasta el año 2023 participaba regularmente en el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones en España; el fabricante de baterías para vehículos eléctricos CATL, que prevé una inversión milmillonaria en Aragón; la operadora marítima Cosco Shipping, que gestiona los Puertos de Bilbao y Valencia; la energética Three Gorges, que ha adquirido recientemente la mayor planta fotovoltaica del país o la megacompañía de infraestructuras China Communications Construction Group, que en 2020 adquirió la constructora Grupo Puentes.
También aparecen compañías chinas que han adquirido pequeñas empresas de sectores críticos, como el de la energía nuclear, la aeronáutica y la videovigilancia y la seguridad.
El pasado 7 de enero, el Departamento de Defensa de EEUU actualizó su lista negra de "Compañías Chinas Militares que operan en los Estados Unidos" y dejó un total de 56, a las que habría que añadir varias decenas de filiales. Teniendo en cuenta estas últimas, el número de sociedades supera ampliamente el centenar. Entre las nuevas incorporaciones están CATL y la empresa de entretenimiento digital Tencent, ambas con una huella en España, especialmente la primera.
CATL y el fabricante de automóviles Stellantis (propietario de las marcas Opel, Peugeot, Citroën, Fiat y Maserati) han anunciado una inversión de 4.100 millones de euros para construir una fábrica de baterías en Zaragoza. Se trata de una de las inversiones estrella que se llevará a cabo con ayuda de fondos europeos. El CEO de CATL, que fabrica baterías para Tesla y los coches eléctricos de Ford, visitó a Pedro Sánchez en Moncloa el pasado mes de diciembre.
En el caso de Tencent, la presencia es mucho más pequeña. El gigante asiático propietario del servicio de mensajería WeChat, conocido como el WhatsApp chino, compró en 2022 una participación mayoritaria en el fabricante de videojuegos Tequila Works (creador del superéxito RiME), pero la compañía anunció que entraba en concurso de acreedores el pasado mes de noviembre.
El Departamento de Defensa de EEUU utiliza esta lista para mostrar a las empresas a las que acusa de participar en la estrategia Fusión Militar-Civil, que describe como una "estrategia nacional del Partido Comunista Chino (PCCh) para desarrollar al Ejército Popular de Liberación (EPL) y convertirlo en un 'ejército de clase mundial' para 2049".
Bajo esta estrategia, el PCCh estaría adquiriendo "la propiedad intelectual, investigaciones clave y avances tecnológicos de ciudadanos, investigadores, académicos e industrias privadas de todo el mundo con el fin de promover los objetivos militares del PCCh", según el Pentágono.
Tanto CATL como Tencent respondieron ese mismo día desmarcándose de formar parte de cualquier proyecto militar. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China también rechazó las acusaciones, asegurando que "se opone firmemente a la generalización que hace EEUU del concepto de seguridad nacional" y "a la creación de listas discriminatorias".
La inclusión en esta lista no conlleva sanciones ni restricciones a la exportación, pero puede generar riesgo reputacional. Como mínimo, en EEUU. Hasta tal punto que, según informaba esta semana el diario Financial Times, los principales jugadores de Wall Street (Goldman Sachs, Bank of America, JPMorgan y Morgan Stanley) estarían reevaluando su participación en la salida a bolsa de CATL en Hong Kong, en lo que será una de las mayores colocaciones del año, por la que se esperan captar 7.700 millones de dólares (7.500 millones de euros).
De hecho, nada más anunciarse la inclusión en la lista, las acciones de CATL y Tencent sufrieron un fuerte castigo bursátil. Al cierre de ayer, se habían dejado un 4,5% y un 10%, respectivamente, desde la publicación de su inclusión en la lista de EEUU.
Presencia en España
Al cruzar la lista de empresas señaladas por el Pentágono, aparecen al menos doce empresas con presencia en España y varias con inversiones financieras y acuerdos o alianzas estratégicas. Sin embargo, el número podría ser superior, ya que el Departamento de Defensa de EEUU solo incluye en su radar aquellas compañías chinas con actividad en EEUU.
Por ejemplo, el dueño de Aldesa, una constructora española que factura en torno a 600 millones de euros y emplea a cerca de 2.000 personas, aparecía el año pasado y este ya no. Se trata de China Railway Construction Corporation Limited (CRCC). Según explica el Departamento de Defensa de EEUU en su documento oficial, su salida se debe a que ha dejado de tener presencia en el país, sin mención a que haya dejado de formar parte de la estrategia Fusión Civil-Militar del Partido Comunista Chino.
Entre las empresas chinas de la lista que están activas en España, probablemente Huawei sea la que cuenta con lazos más profundos. La compañía de telecomunicaciones china llegó a España en 2001 con tres líneas de negocios: operadores, empresas y consumidores finales. Huawei ha llegado a firmar alianzas para el despliegue de infraestructura con Telefónica, Orange y Vodafone. Pero tanto desde la UE, como especialmente desde EEUU, se ha presionado a las operadoras para deshacer esos vínculos.
En 2019, por ejemplo, Telefónica adjudicó a Huawei el 'core' de su red móvil de 5G en España (el sistema central que gestiona la red y donde la información de los clientes), pero a los pocos meses anunciaba su intención de reducir el peso de la compañía china en su infraestructura. En 2021 anunció la sustitución de una parte del 'core' 5G de Huawei por Ericsson y en diciembre de 2023 inició otro proceso adicional para sustituir totalmente a la empresa china en esa infraestructura concreta. Este último, cuya ejecución se esperaba para enero del año pasado, se ha acabado retrasando.
Contactados por El Confidencial, desde Huawei España han asegurado que son "una organización comercial privada e independiente sin ningún tipo de trasfondo militar". Desde Telefónica, afirman que la práctica de la compañía "siempre ha sido mantener una estrategia multivendor para la construcción y gestión de todas sus infraestructuras, lo que implica gestionar los distintos elementos de red con decenas de proveedores altamente especializados, entre los que también se encuentra Huawei" y que "para formar parte del mapa de suministradores de la compañía se exige rigurosamente el cumplimiento de los estándares internacionales y de las diferentes normas regulatorias de los mercados en los que se opera".
Dentro del sector de las telecomunicaciones, EEUU también apunta a China United Network Communications Group, conocida como China Unicom, que también mantiene un vínculo venido a menos con Telefónica. La relación se remonta a los comienzos de siglo XXI y llegó a su punto álgido en 2011, cuando la española llegó a contar con el 9,7% de las acciones de la operadora china y esta, con el 1,4% de las de Telefónica. Según los respectivos informes corporativos de 2023, China Unicom mantiene un 1,15% del capital de la española y Telefónica, un 0,59% del de la china.
La lista elaborada por el Pentágono incluye otras empresas. En el sector de la energía nuclear, China National Nuclear Corporation (CNNC) adquirió en 2019 la ingeniería sevillana Nusim SA, especializada en la gestión de residuos radioactivos y en el desmantelamiento de centrales.
En el ámbito aeronáutico, Aviation Industry Corporation of China (AVIC) compró Aritex, una firma especializada en la automatización del sector. El fabricante de drones Shenzhen DJI Innovation Technology, que vende sus productos a través de DJI ARS Spain, también aparece en la lista de EEUU.
En el área de la videovigilancia y la seguridad electrónicas, Hangzhou Hikvision tiene una filial en España, Hikvision Spain, mientras que su competidor Zhejiang Dahua cuenta con otra, Dahua Technology España.
En el sector de infraestructura tecnológica, EEUU señala también a Quectel Wireless Solutions, que en España cuenta con una pequeña filial, Quectel Wireless Solutions HK, creada hace cuatro años, pero de la que no consta ningún tipo de información en el Registro Mercantil. Ni accionistas, ni administradores, ni cuenta de resultados.
Al menos una docena de compañías a las que el Departamento de Defensa de EEUU acusa oficialmente de formar parte del entramado militar de China tienen una presencia significativa en España, tanto desde el punto de vista operativo, como mediante inversiones financieras o con alianzas estratégicas.