Es hora de hablar de los CAEs: cómo hacer que Repsol o Naturgy te paguen la lavadora nueva
España estrenó en 2023 un nuevo mercado energético. Las grandes multinacionales del sector buscan comprar el ahorro que generas por cualquier actuación de eficiencia, ya sea cambiando la caldera o compartiendo coche
El 8 de abril de 2024, una comunidad de vecinos de Alcorcón (Madrid) se convirtió en un ente pionero en nuestro país. Los propietarios de las 1.200 viviendas que hay en la urbanización de Los Castillos fueron los primeros en toda España en vender su ahorro energético. Tras una gigantesca obra en la que cambiaron su sistema de calefacción de gas por uno híbrido con aerotermia, instalaron paneles fotovoltaicos y, entre otras cosas, mejoraron la envolvente de sus edificios, generaron un ahorro de más de 8,78 millones de kWh al año. Pocos meses después, una gran empresa del sector de la energía compró ese capital energético y con el dinero cubrieron cerca del 21% del coste de la actuación.
El de Los Castillos fue el primer caso de éxito de un nuevo mercado energético (en España) en el que las fichas de cambio son algo llamado certificados de ahorro energético o CAEs y que viene a complementar el sistema nacional de obligaciones de eficiencia energética. Desde 2020, las empresas comercializadoras de gas y electricidad, los operadores de productos petrolíferos al por mayor, y los operadores de gases licuados de petróleo al por mayor están obligados a una cuota anual de ahorro energético de ámbito nacional, denominada obligaciones de ahorro. Hasta 2023, estos actores, llamados sujetos obligados, solo podían cumplir su obligación ahorrando esa energía o pagando su parte al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE). Pero desde entonces pueden utilizar otra vía: liquidando CAEs. Aquí es donde aparece la obra de tu casa.
"Aun a muchos les suena a algo extraño, pero se trata de un sistema relativamente sencillo que es un win-win para todos. Al sujeto obligado le permite liquidar de otra forma sus obligaciones pagando por debajo de lo que le marca el FNEE y a los consumidores que implementen medidas de ahorro de energía final puedan obtener un ingreso extra o monetizar su inversión", explica José Sierra, director de I+D+i de Remica, la empresa detrás de la actuación de Los Castillos. "Algo importante es que no se debe confundir con subvenciones, pues esto es un acuerdo entre entes privados. Un consumidor final que directamente o a través de sujetos delegados, vende sus CAEs y un sujeto obligado, que son las grandes empresas energéticas, que quieren comprar esos ahorros. Lo que hacen las instituciones aquí es verificar y vigilar que todo se cumple correctamente", añade.
El sistema es algo nuevo en nuestro país, pero se inspira en el que lleva años funcionando en otros lugares como Francia. En el caso patrio, cada kWh de consumo de energía final que se ahorra con una actuación de eficiencia, se genera uno de estos certificados con los que luego se puede comerciar. El pago para 2024 era, como máximo, unos 180 euros por CAE. Su existencia no ha copado demasiados titulares, al menos de momento, pero todo apunta a que su uso se irá generalizando. En verano, el Gobierno decidió darle un empujón añadiendo nuevas actuaciones que pueden generar CAEs, y la última buena noticia para los interesados llegó hace solo unos días, cuando se dio a conocer que para 2025 habrá aún más dinero sobre esta mesa.
Con los cambios en las fichas técnicas se han añadido opciones como la adquisición de lavadoras de alta eficiencia, la compra de un frigorífico o un congelador con las mismas características o la sustitución de caldera de combustión por una bomba de calor de accionamiento eléctrico. También se añadieron unas fichas llamativas referentes al transporte, entre las que se incluyen la sustitución en vehículos a motor de sus neumáticos por otros de mayor eficiencia energética o la llamada "ficha BlaBlaCar". Los usuarios más habituales de apps de vehículos compartidos pueden ahora monetizar su ahorro y serán las propias apps las encargadas de verificarlo e informarles de la monetización.
Para darle más enjundia a esta ampliación del sistema, todo apunta a que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ampliará el margen que tienen los sujetos obligados para liquidar sus deudas con el FNEE a base de CAEs. Según la orden que el MITECO ha sacado a audiencia, recogida por el medio especializado El Periódico de la Energía, las empresas deberán aportar en su conjunto al FNEE 1.100 millones de euros. Pero para este curso el 85% de sus obligaciones las podrán justificar mediante Certificados de Ahorro Energético. Por ello, el mercado CAE se podría ir en 2025 hasta los 935 millones de euros, una cifra récord que casi dobla los 510 de 2024.
Además, sube un poco el tope máximo a pagar por cada CAE, a unos 189 euros. Es lo que tendrían que pagar por kWh si en vez de entrar al mercado deciden pagar directamente al FNEE. "Obviamente, no van a llegar a pagar un CAE a ese precio, pues no tendría sentido, pero sí mejora las perspectivas de este año, haciendo aún más atractiva esta opción", cuenta Sierra.
¿Cómo lo puedo aprovechar?
En cuanto a cómo aprovechar este nuevo mercado y el empujón de 2025, los expertos son claros. No es la gallina de los huevos de oro, pero hay que conocerlo porque puede ser una gran ayuda a la hora de afrontar una actuación, sobre todo en comunidades de vecinos. "Las fichas de cambio de electrodomésticos y demás están ahí y cuentan, obviamente, pero esto está pensado para actuaciones importantes. Lo que sí se puede hacer es que en el caso de ser pequeños cambios, un tercero como sujeto delegado te compre los certificados, los aglutine y los lleve al mercado", detalla Miguel Alonso, Energy Efficiency Segment Leader en Bureau Veritas, una empresa que trabaja como sujeto delegado y también como verificador del sistema. "Parte de nuestro trabajo es informar y divulgar sobre el sistema, porque eso de que te paguen por el ahorro nos sigue resultando raro", añade.
Para Alonso, los que más se pueden beneficiar de este sistema, en el terreno particular y fuera del mundo industrial, son las comunidades de vecinos. En obras como la mejora de la envolvente del edificio, con la venta de los CAEs se puede recuperar entre un 20% y 40% de la inversión. "Depende de cada caso, pero esa actuación, que es muy común a día de hoy, es un ejemplo claro de lo que puede suponer este mercado. Y además es que no afecta para nada en otro tipo de subvenciones o ayudas, es un asunto aparte", detalla. "Es cierto que ya normalmente todos los instaladores y empresas que pueden aprovechar este mercado lo conocen y lo hablan con sus clientes, pero por si acaso es recomendable que se conozca y se investigue porque cada euro cuenta".
ILLO QUE HAN INVENTADO EL BLABLABONO JAJAJAJAJJA pic.twitter.com/i1RPin7qlV
— Alberto D. (@aldopa8) August 28, 2024
El proceso habitual para vender el ahorro energético, cuentan, pasa por un estudio de la actuación por parte del especialista contratado. Este ya conocerá seguramente el sistema y hará la actuación conforme a los requisitos del sistema. Terminado el proceso, un organismo autorizado verifica y certifica el ahorro energético elevando el informe al organismo certificador que emite los CAEs. Conseguido ese paso, el propietario del ahorro (en el caso de la comunidad de vecinos sería la propia comunidad) puede acudir directamente al mercado a vender su ahorro o hacerlo a través de un intermediario que funciona como sujeto delegado.
El proceso termina con un contrato de compraventa. "Es un proceso bastante rápido. Desde el fin de la obra se tarda unos 3 o 4 meses de media en recibir el dinero", señala Sierra. "Sobre todo el paso clave es la certificación, superado eso, todo es muy sencillo por ser un acuerdo privado", añade Alonso.
Volviendo al ejemplo de BlaBlaCar, es la propia empresa la que ha llegado a un acuerdo con un sujeto delegado acreditado, Delcae, para colocar los ahorros. Delcae será quien compre los CAEs que los usuarios más activos de la plataforma han generado en el último año y medio. Para conseguirlo, BlaBlaCar primero ha encontrado a esos grandes ahorradores y les ha pedido su permiso para monetizar su eficiencia. Si estos aceptan, Delcae será la encargada de vender la bolsa de CAEs a sujetos obligados.
Cuidado con el mercado
Con la idea de monetizar y sacar un dinero extra a tu apuesta por la eficiencia energética, todo suena bastante bien. Pero los expertos también señalan algunos peligros. Con la aparición de un nuevo mercado han empezado a verse los primeros agentes no acreditados que intentan aprovechar el desconocimiento y las ganas de sacar algo de dinero.
"Hemos empezado a detectar la aparición de los llamados traders que prometen soluciones irreales y que pueden confundir a muchos clientes. Gente que acude a ti interesado en tu ahorro y que te hacen promesas como la de esperar unos años antes de vender los CAEs porque su precio se va a disparar. No solo es que eso no se pueda saber, es que seguramente sea mentira, esto no es una mina de oro ni lo va a ser. Pero claro, al final es algo nuevo y puede hacer que caigas y lo peor es que puede hacer que la gente confíe menos en el sistema", comenta Sierra. "Hay que tener cuidado con esas soluciones milagrosas y no fiarse de ellas", añade.
"Lo que hay que tener claro es que esto tiene que ser un win-win para todas las partes y si todos tenemos que ganar no hay milagros. Para los propietarios es una ayuda y se ha demostrado que funciona, pero nadie te va a pagar el coste entero de la actuación con algo así. Es un complemento", termina el directivo.
El 8 de abril de 2024, una comunidad de vecinos de Alcorcón (Madrid) se convirtió en un ente pionero en nuestro país. Los propietarios de las 1.200 viviendas que hay en la urbanización de Los Castillos fueron los primeros en toda España en vender su ahorro energético. Tras una gigantesca obra en la que cambiaron su sistema de calefacción de gas por uno híbrido con aerotermia, instalaron paneles fotovoltaicos y, entre otras cosas, mejoraron la envolvente de sus edificios, generaron un ahorro de más de 8,78 millones de kWh al año. Pocos meses después, una gran empresa del sector de la energía compró ese capital energético y con el dinero cubrieron cerca del 21% del coste de la actuación.
- La crisis energética amenaza los 13.000 M que se ahorra España en importaciones Javier G. Jorrín Ilustración: Irene de Pablo
- España choca en Bruselas por su objetivo de ahorro energético y pide uno menos ambicioso Nacho Alarcón. Bruselas
- La UE acuerda limitar los beneficios de las energías baratas y planes de ahorro energético Nacho Alarcón. Bruselas