UK se consolida como mercado predilecto para la inversión española, pese a problemas de contratación y el Brexit
A pesar de la inestabilidad política, el Reino Unido acumulaba el 14,5% del stock de inversión extranjera directa (IED) de España
La empresa española sigue mostrándose cómoda en el mercado británico. Pese al Brexit y la inestabilidad política (con un baile de hasta cuatro inquilinos distintos en Downing Street en apenas dos años), el Reino Unido acumulaba el 14,5% del stock de inversión extranjera directa (IED) de España, según los últimos datos oficiales de 2022, alcanzando los 79.500 millones de euros. Se convierte en el segundo destino predilecto, superado solo por Estados Unidos, con el 14,9%.
Así lo refleja el Barómetro sobre Clima y Perspectivas de la Inversión Española en el Reino Unido, presentado este martes por la Cámara de Comercio Española en el Reino Unido. El evento, que ha tenido lugar en la embajada española de Londres, ha supuesto un punto de encuentro para representantes de los sectores público y privado de ambos países.
Cuatro sectores representan más del 70% de los flujos totales desde 1993: Telecomunicaciones (29,3% del total), seguido de Servicios financieros (16,5%), Fabricación de productos minerales no metálicos (14,7%) y Suministro de energía (13,8%). Se ha contribuido a la generación y mantenimiento de alrededor de 133.000 puestos de trabajo en 2022, lo que equivale al 0,4% del empleo total nacional británico.
La sintonía es evidente. No obstante, tal y como apunta Eduardo Barrachina, presidente de la Cámara de Comercio Española en el Reino Unido, "quedan desafíos en la mesa". "No solo los propios de un cambio de gobierno de color político con nuevas estrategias, sino también aquellos que se derivan de las propias circunstancias del país. Desde la movilidad reducida a aspectos macroeconómicos", apunta a El Confidencial.
"Aunque la inflación ya ha quedado más controlada [en noviembre de 2022 alcanzó el 11,1%], sigue habiendo un problema de productividad ampliamente conocido. Y entre las preocupaciones está la necesidad del Reino Unido de acercarse más a la UE y saber cómo queda ese calendario de obra pública de infraestructura de proyectos de gran, fundamental para muchas de nuestras empresas que dependen de esas licitaciones", señala.
No obstante, asegura que, pese a todo, "las condiciones de mercado lo siguen haciendo muy atractivo, hasta el punto de que cuando una empresa española piensa en proyectarse al exterior es muy probable que lo haga en el mercado británico".
El premier laborista Keir Starmer, que en julio enterró una era de catorce años con los tories en el poder, prometió un "reseat" con la UE tras los turbulentos años del Brexit. Pero lo cierto es que, a día de hoy, los avances son mínimos, por no decir inexistentes. Y, ante la inmigración, lejos de mostrar interés en un acuerdo de movilidad juvenil y empresarial -tal y como se comprometió a "considerar" en su reunión con Pedro Sánchez durante la cumbre de Comunidad Política Europea de julio- el discurso se ha endurecido.
A pesar de que alrededor de la mitad de las empresas españolas en Reino Unido afirman que la inflación fue el factor que más impactó en sus negocios, los problemas de contratación en el mercado laboral siguen estando entre las principales preocupaciones, sobre todo en mercados especializados. Alrededor de cuatro de cada diez (37%) afirman haberse visto más afectadas por la escasez de personal, lo que supone 10 puntos porcentuales más que el año anterior.
Este ha sido uno de los temas abordados en la reunión bilateral que han mantenido la secretaria de Estado de Comercio, Amparo López Senovilla, y su homólogo británico, Douglas Alexander, en el marco del evento. "Las cuestiones relativas a inmigración son delicadas, por tanto tienen que tratarse en un contexto más amplio que el puramente comercial, pero evidentemente es un tema de interés para ambos gobiernos y sí esperamos encontrar una solución", apunta López Senovilla.
Por otra parte, según la encuesta realizada a más de 100 compañías presentes en el país, en materia de servicios financieros, las entidades financieras españolas apoyarían una revisión de la actual arquitectura con el fin de hacerla más efectiva y sencilla y menos burocrática.
Las entidades financieras españolas apoyarían una revisión de la actual arquitectura con el fin de hacerla más efectiva
Este es uno de los propósitos que se ha marcado el nuevo Ejecutivo laborista. Cuando Tony Blair ganó las elecciones de 1997, poniendo fin a casi dos décadas de gobierno conservador, marcó sus prioridades como "educación, educación, educación". Ahora, Starmer recalca las suyas como "invertir, invertir, invertir". La titular del Tesoro, Rachel Reeves, repitió hasta tres veces el término en octubre cuando anunció una bomba fiscal de 40.000 millones de libras (casi 50.000 millones de euros) para empresas y rentas más altas con unos Presupuestos Generales que buscan una "renovación nacional". Las subidas incluyen un aumento de 25.000 millones de libras en las Contribuciones a la Seguridad Social pagadas por los empleadores, lo que ha generado gran inquietud.
El Barómetro, un informe que desde su primera edición de 2019 se ha consolidado como una herramienta fundamental de análisis, no aborda esta cuestión al haber sido elaborado con anterioridad. No obstante, una encuesta realizada por la Confederación de la Industria Británica expone que las empresas del sector privado creen que la medida tendrá un impacto negativo en la actividad en los próximos tres meses.
El primer presupuesto del nuevo gobierno laborista viene acompañado de aumentos del salario mínimo ajustados a la inflación, una factura de tasas empresariales más altas y un nuevo paquete de derechos para los trabajadores que podría costarle al sector privado más de 5.000 millones de libras al año. "A medida que avanzamos hacia 2025, las expectativas de crecimiento han empeorado decisivamente", dijo Alpesh Paleja, economista jefe adjunto interino del CBI.
"A medida que avanzamos hacia 2025, las expectativas de crecimiento han empeorado decisivamente"
La edición del nuevo Barómetro se ha realizado en un contexto marcado por el dinamismo económico de España, que lideró el crecimiento de la eurozona en 2023 (crecimiento anual del 2,5%), ante un clima económico británico más volátil. El Reino Unido registró un crecimiento del 0,1% en 2023, pero desde entonces ha repuntado, registrando un crecimiento del 0,7% y el 0,5% en el primer y segundo trimestre de 2024, respectivamente. Los bancos centrales han emprendido una flexibilización monetaria, ya que la inflación parece estar bajo control. El mercado laboral continúa normalizándose en 2024, pero la demanda muestra algunos signos de debilidad y la inversión aún no se ha recuperado por completo.
Desde el inicio de los registros en 1993 y hasta 2022, el Reino Unido ha recibido una inversión directa española de más de 169.000 millones de euros. A pesar de la desaceleración de la inversión desde el Brexit, el Reino Unido continúa siendo en la serie histórica el principal destino de las inversiones españolas.
En cuanto a los flujos de inversión directa española, los datos oficiales confirman que se ha producido un incremento durante el primer semestre de 2024, tras la bajada registrada en 2023. Comparando el primer semestre de 2023 con el de 2024, el flujo de inversión española hacia el país británico se ha multiplicado por 12 en el presente año.
Por segundo año consecutivo, las empresas españolas encuestadas mantienen una visión positiva sobre el clima de negocios en el Reino Unido: tres de cada cuatro lo describen al menos como "aceptable". Sobre el mercado británico, las empresas participantes valoran principalmente las facilidades para los procesos de digitalización, a lo que este año se suma el compromiso con la sostenibilidad. Sin embargo, la calidad de vida ha sido señalada en 2024 como el aspecto peor valorado.
De cara a 2025, las expectativas empresariales para el año que viene son positivas. En este sentido, más de la mitad de las empresas encuestadas esperan incrementar su facturación, ampliar sus inversiones y aumentar su plantilla en el mercado británico en el próximo año. Estas inversiones, orientadas principalmente a mejorar la productividad (objetivo del 40% de las firmas), se centrarán principalmente en áreas como el marketing, la digitalización y contratación de personal. Londres y su área metropolitana seguirán siendo el principal destino de estas iniciativas.
La empresa española sigue mostrándose cómoda en el mercado británico. Pese al Brexit y la inestabilidad política (con un baile de hasta cuatro inquilinos distintos en Downing Street en apenas dos años), el Reino Unido acumulaba el 14,5% del stock de inversión extranjera directa (IED) de España, según los últimos datos oficiales de 2022, alcanzando los 79.500 millones de euros. Se convierte en el segundo destino predilecto, superado solo por Estados Unidos, con el 14,9%.