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La apreciación del dólar mete presión a la inflación y aleja al IPC del 2%
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TENSIÓN EN EL MERCADO DE DIVISAS

La apreciación del dólar mete presión a la inflación y aleja al IPC del 2%

Los aranceles anunciados por Trump y la fortaleza de la economía de EEUU respecto de la eurozona han situado al dólar en máximos de más de un año frente al euro. Los productos importados, sobre todo el petróleo, serán más caros

Foto: Billetes americanos de un dólar (iStock)
Billetes americanos de un dólar (iStock)
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Por el momento es sólo un anuncio confirmado en los últimos días por el propio Donald Trump, pero los efectos de su próxima política arancelaria son ya visibles. El dólar se aprecia y con ello se aleja el objetivo de mantener la inflación en torno al 2%, que es el objetivo estratégico del Banco Central Europeo (BCE) para el conjunto de la eurozona. La principal vía de transmisión del encarecimiento de los precios son las materias primas, en particular los hidrocarburos (gas y electricidad), en la medida que se pagan en dólares en los mercados internacionales.

El tipo de cambio euro-dólar se situó este jueves en 1,05 unidades, lo que significa el nivel más bajo para la moneda única desde octubre del año pasado. La causa tiene que ver con el temor de que la imposición de aranceles por la nueva Administración Trump provoque tensiones inflacionistas en EEUU, lo que obligaría a la Reserva Federal a ser más cauta a la hora de bajar los tipos de interés en un contexto en el que otros bancos centrales, como el BCE, van a seguir el camino inverso.

Esto explica, por ejemplo, la escalada del interés del bono de EEUU a 10 años desde los primeros días de septiembre, aunque en la última semana ha sufrido un ligero retroceso. Ayer se movió alrededor del 4,25%. El otro factor que empuja la cotización del dólar tiene que ver con el dinamismo de la economía estadounidense, que está creciendo más del doble que la de la zona del euro.

La debilidad del euro es relevante porque una parte de los supuestos con los que el Gobierno ha elaborado sus proyecciones macroeconómicas se basa en un euro notablemente más fuerte, algo que contribuiría a un mayor control de la inflación, habida cuenta de que las importaciones se abaratan. Los técnicos de Economía, en concreto, estimaban para este año un tipo de cambio de 1,1 dólares por euro, en línea con los supuestos que utiliza el BCE para sus previsiones.

Asincronía monetaria

En el último Programa de Estabilidad, sin embargo, ya advertían que el alza de tipos por parte de la Reserva Federal "podría tener impacto en los mercados de renta variable, commodities y deuda soberana". Es más, se recordaba que este escenario implicaría una “posible asincronía de las políticas monetarias” entre los principales bancos centrales que podría generar tensiones en los mercados de divisas, produciendo tensiones apreciatorias del dólar frente al resto de divisas. Esto es, precisamente, lo que está sucediendo.

También el BCE, que se apoya en los precios de los mercados de futuros para hacer sus estimaciones, ha errado. Las últimas proyecciones, que serán actualizadas el próximo 12 de diciembre en la reunión del Consejo de Gobierno, preveían que el euro se apreciaría ligeramente, un 1,7%, "como consecuencia principalmente de las expectativas de importantes recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal". No es ese el escenario más previsible.

Hay que tener en cuenta que la sensibilidad de los precios de los hidrocarburos al tipo de cambio del dólar es muy elevada. El Gobierno prevé para este año un precio medio del barril de crudo (159 litros) de 86,2 dólares, mientras que el próximo caería hasta los 80 dólares. En ese caso, se ha curado en salud, ya que el tipo Brent cotizó ayer en torno a los 73,09 dólares, muy por debajo del supuesto con que trabaja el Gobierno. La debilidad del precio del petróleo tiene que ver con el desequilibrio entre oferta y demanda, lo que explica que algunos de los socios más influyentes de la OPEP se vayan a reunir el próximo 5 de diciembre para reevaluar la producción y sostener los precios.

La apreciación del dólar ha venido para quedarse algún tiempo si se cumplen las expectativas que ha creado el próximo presidente de EEUU

Ya en este mismo mes de noviembre, según el indicador adelantado del IPC, la electricidad (muy influida por los precios del gas) y el petróleo han contribuido a un repunte de la inflación hasta el 2,4%, debido a que el gasto en consumo final de las familias en productos derivados del petróleo es relevante. En concreto, de alrededor del 6%. Igualmente, el crudo es un factor empleado en la producción de bienes y servicios por parte de las empresas, además de influir en los salarios y los beneficios de las empresas.

La apreciación del dólar, en todo caso, ha venido para quedarse algún tiempo si se cumplen las expectativas que ha creado el próximo presidente de EEUU. Entre otras razones, porque el partido republicano controla las dos cámaras, lo que le da un amplio margen de maniobra para sacar adelante lo prometido. Como han estimado los analistas de CaixaBank Research, en concreto, si se cumple la anunciada rebaja de impuestos a las empresas en el pago del impuesto de sociedades se producirá un aumento de los beneficios, lo que supondrá un incremento de los flujos de capital dirigidos a EEUU, algo que contribuirá a apreciar el dólar. Y hay que recordar, en este sentido, que la rentabilidad de la Bolsa estadounidense es notablemente superior a la europea, lo que a su vez calienta el tipo de cambio del dólar y alimenta los flujos de inversión extranjera.

Igualmente, si la inversión pública no se reduce y se mantienen los actuales subsidios industriales que se pudieron en marcha en tiempos de Biden, esa política presionará al alza los tipos de interés nominales. También, por esta vía, se apreciaría el dólar. Por último, sostienen los economistas de CaixaBank, las restricciones migratorias en un mercado de trabajo tensionado por falta de mano de obra van a suponer, a corto plazo, un aumento de: la presión salarial, la inflación y los tipos. Esto explica que hayan revisado el tipo de cambio euro/dólar hasta 1,05 unidades a finales de este año.

Por el momento es sólo un anuncio confirmado en los últimos días por el propio Donald Trump, pero los efectos de su próxima política arancelaria son ya visibles. El dólar se aprecia y con ello se aleja el objetivo de mantener la inflación en torno al 2%, que es el objetivo estratégico del Banco Central Europeo (BCE) para el conjunto de la eurozona. La principal vía de transmisión del encarecimiento de los precios son las materias primas, en particular los hidrocarburos (gas y electricidad), en la medida que se pagan en dólares en los mercados internacionales.

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