El FMI eleva (2,9%) el crecimiento de este año, pero mantiene el de 2025 por debajo del Gobierno
El Fondo revisa medio punto al alza la previsión para 2024, pero deja la del año que viene (2,1%) tres décimas por debajo de la del Ejecutivo por la debilidad del sector exterior
Como los principales centros de estudios y organismos nacionales o internacionales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado la previsión de crecimiento de la economía española para este año. El organismo con sede en Washington es el más optimista de todos, y la sitúa en el 2,9%, tras incorporar a la ecuación las revisiones al alza de la contabilidad nacional emitidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) recientemente.
La previsión del FMI, conocida este miércoles, supera en medio punto la anterior, del pasado julio, y en un punto la de abril, lo que refleja cómo la actualización del INE y los buenos datos macroeconómicos que se han conocido recientemente han reforzado el optimismo sobre el desempeño de la economía española. Desde entonces, todos los organismos que han actualizado sus previsiones lo han hecho al alza, con datos que se acercan al 3%. Solo falta la Comisión Europea, que no lo hará hasta el 15 de noviembre.
El Fondo Monetario incluso sobrepasa en dos décimas la estimación del cuadro macroeconómico que el Ejecutivo actualizó en septiembre, y con la que se ha elaborado el plan de ajuste fiscal enviado la semana pasada a Bruselas. Sin embargo, no ocurre lo mismo para el año que viene. Según la institución dirigida por Kristalina Georgieva, España crecerá un 2,1% en 2025, tres décimas menos de lo que prevé el Gobierno.
Es el segundo informe consecutivo en el que el FMI no toca la previsión para 2025, sobre la que todavía pese una elevada incertidumbre, especialmente por la situación de nuestros vecinos europeos, los principales emisores de turistas y destinos de las exportaciones españolas.
El dinamismo de la demanda interna está permitiendo a España sortear la crisis que vive la eurozona, como demuestra la letra pequeña del documento. En 2024, aumentará un 2,5%, mientras que en 2025 se ralentizará ligeramente, hasta el 2,2%. Estará impulsada sobre todo por el consumo público (3,8% este año y 2,2% el que viene), pero también por el privado (2,2% y 2%, respectivamente) y por la inversión (2,1% y 3%). Sin embargo, el crecimiento se resentirá por culpa del sector exterior, que sumará un 0,9% este año y solo un 0,2% el siguiente.
España será, de largo, el país que más crezca del bloque, como se puede apreciar en el siguiente gráfico. De hecho, casi cuadriplicará el ritmo de la eurozona en 2024 (0,8%) y doblará el de 2025 (1,2%). El FMI empeora la previsión para el bloque de la moneda única en una y tres décimas, respectivamente, con un recorte especialmente agresivo para Alemania, que este año se estancará y el que viene crecerá medio punto menos de lo estimado en julio. La locomotora europea se confirma como el gran lastre para la recuperación en la región. Entre las grandes economías occidentales, solo Estados Unidos se acerca a España, con una evolución prácticamente calcada a la nuestra.
El avance del informe presentado este miércoles en la reunión anual del FMI no aporta comentarios sobre la economía española, pero sí destaca algunos elementos del escenario internacional imprescindibles para entender su desempeño. El crecimiento mundial (3,2% este año y el que viene) se mantendrá estable, pero en niveles "decepcionantes" e inferiores a la media anterior a la pandemia, asegura el documento. Las actualizaciones al alza para Estados Unidos, en un entorno de bajadas de tipos de interés para animar la economía y ahuyentar el fantasma de la recesión, se compensan con el mayor pesimismo para la eurozona, donde los salarios están recuperando poder adquisitivo tras el fin de la crisis inflacionista, pero crecen más rápido que la productividad.
Tres bajadas más de tipos
Las previsiones del FMI se basan en un recorte del precio del dinero por parte del Banco Central Europeo (BCE) de 100 puntos básicos para este año (ya van 75), y de otros 50 para el que viene, hasta llevarlos al 2,5% en junio de 2025. Esto significaría tres bajadas más de tipos antes del verano. Pero ni siquiera esto será suficiente para despertar del letargo a la economía comunitaria, lastrada por los efectos de la espiral inflacionista, que se ha cebado con la industria alemana debido al encarecimiento de la energía.
Al menos, los economistas del fondo sí dan por resuelto el problema de las subidas de precios, que el año que viene se situarán dentro del objetivo del BCE tanto en España (1,9%) como en el conjunto de los países de la moneda única (2%). En la zona euro, el desempleo se reducirá una décima adicional el año que viene, hasta el 6,4%, mientras que en España lo hará cuatro décimas, hasta el 11,2%.
"La batalla global contra la inflación está casi ganada", concluye Pierre-Olivier Gourinchas, el economista jefe del FMI, en su comentario. El día después de la espiral tendrá que pivotar sobre nuevas bajadas de tipos de interés —aunque con un ojo puesto en la inflación de los servicios, que es la más persistente—, la consolidación fiscal —para reducir la deuda acumulada por la respuesta a las crisis del covid y de precios— y las reformas estructurales. En ese sentido, Gourinchas saluda el informe Draghi para recuperar la competitividad perdida de la UE frente a China y Estados Unidos, pero advierte de las consecuencias a largo plazo de las políticas industriales proteccionistas.
El déficit, dentro del 3%
El Fondo Monetario Internacional también ha actualizado su base de datos con las previsiones fiscales sobre la economía española. En ese sentido, ha mejorado la previsión del déficit para este año, hasta el 2,95%, frente al 3,1% estimado en julio.
Esta cifra sitúa el saldo dentro de los objetivos de las viejas reglas fiscales, como prometió el Gobierno en el plan de ajuste enviado a Bruselas (3%). El dato está favorecido por la revisión de la contabilidad nacional realizada por el INE, que incrementa el denominador (PIB) y, por tanto, disminuye la ratio.
Para el año que viene, sin embargo, el FMI prevé un déficit del 2,8%, tres décimas más que las prometidas por el Ejecutivo a las autoridades comunitarias.
Respecto a la deuda pública, el FMI prevé una ratio muy similar a la del Gobierno: un 102,3% del PIB para este año, frente al 102,5% del Ejecutivo.
Como los principales centros de estudios y organismos nacionales o internacionales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado la previsión de crecimiento de la economía española para este año. El organismo con sede en Washington es el más optimista de todos, y la sitúa en el 2,9%, tras incorporar a la ecuación las revisiones al alza de la contabilidad nacional emitidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) recientemente.