La 'flota en la sombra' de Putin bate récords ante el fracaso de las sanciones europeas
Los viejos petroleros utilizados para sortear el veto occidental transportaron en septiembre más crudo que nunca. Un tercio de los sancionados por la UE sigue operando
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La flota en la sombra impulsada por el presidente ruso, Vladímir Putin, para eludir el veto de Occidente al petróleo del Kremlin está más activa que nunca. Pese a que el número de buques sancionados por el Reino Unido, la Unión Europea y Estados Unidos no para de aumentar, el crudo exportado bajo el radar bate récords un mes sí y otro también. En septiembre se ha acercado a una media de 1,2 millones de barriles diarios, casi el equivalente al consumo de toda España durante una jornada. En otras palabras: con el petróleo fantasma que está poniendo Rusia en el mercado se podría abastecer a todos los hogares y empresas de nuestro país.
Los datos proceden de Vortexa, una consultora energética con sede en Londres que desde el inicio de la guerra en Ucrania se ha convertido en el cazador de petroleros rusos, y se presentaron en una jornada virtual con expertos de la compañía celebrada este martes. Mary Melton fue una de ellas: "Aunque vemos que algunas embarcaciones sancionadas individualmente permanecen sin actividad, otras se han incorporado al mercado y continúan facilitando estas exportaciones. Es una de las razones por las que las exportaciones de petróleo ruso son bastante elevadas".
Efectivamente, las ventas de crudo del país euroasiático por vía marítima al resto del mundo están en niveles muy similares a los anteriores a la invasión de Ucrania: China y —sobre todo— la India han cubierto el vacío dejado por Europa, que mantendrá hasta el 31 de enero de 2025 el veto a la entrada por este canal.
Sin embargo, no todo el crudo llega a esos países en buques que cumplen los estándares internacionales de seguridad y trazabilidad, sino que una parte no desdeñable lo hace de tapadillo a través de esa flota en la sombra, formada por embarcaciones "antiguas, incluidas algunas que no se inspeccionaron recientemente, con un mantenimiento deficiente, propietarios poco claros y una grave falta de aseguración", según la definición de la Organización Marítima Internacional. Algunas se pasean discretamente por aguas europeas, frente a las que trasvasan su carga —ha ocurrido en el Estrecho y en Canarias —, y los expertos las consideran como un vehículo para eludir las sanciones.
Según Vortexa, el petróleo ruso transportado por esta flota oscura batió su récord el pasado septiembre, contribuyendo a que las exportaciones totales del país se incrementasen en 100.000 barriles diarios respecto al mismo mes del año pasado y se situasen, a pesar del cierre del mercado occidental, por encima de la media entre 2016 y 2023. Armen Azizian, analista sénior de Riesgos Petroleros en la consultora, reconoció que los buques sancionados han reducido sus flujos, pero advirtió: "Aunque estas sanciones pueden tener impacto, no lo vemos en los flujos totales, que están aumentando".
EEUU lo hace mal; Europa, peor
La lista negra de embarcaciones no para de crecer: si hasta el año pasado no llegaban al medio centenar, solo en lo que llevamos de año las democracias occidentales han sancionado a unas 130. Sin embargo, esto no es suficiente para que Rusia deje de usar estos buques descatalogados.
En primer lugar, porque algunos burlan las sanciones, con técnicas tan rudimentarias pero efectivas como circular con sus balizas de localización apagadas o hacer sus trasvases a otros buques limpios en alta mar, sin entrar en aguas territoriales o atracar en los puertos. En ese sentido, Vortexa constata que el castigo aplicado por la UE está siendo menos efectivo que el de Estados Unidos: el 30% de las embarcaciones sancionadas por Bruselas sigue operando, frente al 20% de las que figuran en la lista negra de la Casa Blanca.
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Sin embargo, el país con el tiro más desviado es el Reino Unido, al que burlan el 70% de los buques. Downing Street insiste: este mismo jueves, el Gobierno británico ha sancionado a otros 18 petroleros. También a cuatro metaneros que transportan gas natural licuado, el negocio de moda entre la flota en la sombra, según una reciente investigación del diario londinense Financial Times.
En segundo lugar, Occidente está sufriendo un efecto bumerán. Así como algunos petroleros salen del mercado ruso por culpa de las sanciones, otros se incorporan, procedentes de la inactividad o de mercados que son tan peligrosos pero menos lucrativos hoy en día, como el venezolano o el iraní. Algunos incluso se pasan de una carga a otra —siempre sancionada, eso sí — en función del momento o las van compaginando. Estos barcos pluriempleados son unos 250: 200 con cargas de dos países y otros 50 con carga de tres. Es decir, solo esos superan al total de embarcaciones sancionadas por los países occidentales. "Estamos viendo la flexibilidad de estos tanques. Vienen del negocio de Venezuela e Irán", explicó Melton.
Los datos de Vortexa van en la línea con los que publicaba esta misma semana la Escuela de Economía de Kiev, que cifra en un 70% el incremento de la carga de petróleo ruso transportada por la flota en la sombra durante el último año. Vortexa incluye bajo esta definición a los que transporten crudo iraní o venezolano, los fletados por las petroleras nacionales de ambos países, los que llevan al menos un año inactivos desde que su mercancía quedó sujeta a sanciones y los que entraron en el negocio del comercio del petróleo ruso después del veto a su carga iraní o venezolana. Sin embargo, la lista no abarca los buques decomisados, los que actúan como plataforma de almacenamiento flotante y aquellos que entraron los mercados convencionales después de que sus mercancías hubiesen sido sancionadas.
La flota en la sombra impulsada por el presidente ruso, Vladímir Putin, para eludir el veto de Occidente al petróleo del Kremlin está más activa que nunca. Pese a que el número de buques sancionados por el Reino Unido, la Unión Europea y Estados Unidos no para de aumentar, el crudo exportado bajo el radar bate récords un mes sí y otro también. En septiembre se ha acercado a una media de 1,2 millones de barriles diarios, casi el equivalente al consumo de toda España durante una jornada. En otras palabras: con el petróleo fantasma que está poniendo Rusia en el mercado se podría abastecer a todos los hogares y empresas de nuestro país.