País Vasco dobla a Extremadura en igualdad de oportunidades y Madrid es la más desigual
¿Qué probabilidad tienen los residentes de un territorio de obtener mayores niveles de renta que quienes habitan en otras geografías? Un estudio de la Fundación Areces y el IVIE da las claves. Las diferencias son hasta de 50 puntos.
El debate clásico sobre la desigualdad se circunscribe a los diferenciales en el nivel de renta y riqueza entre familias o individuos, pero en los últimos años es cada vez más relevante un indicador cualitativo que tiene en cuenta una de las variables fundamentales para entender por qué se produce esa desigualdad.
Ese indicador no es otro que la probabilidad que tienen los residentes de un territorio de obtener mayores niveles de renta que quienes habitan en otras geografías. Es decir, lo que se mide es cómo funciona el ascensor social para sacar adelante a las personas de situaciones de pobreza y, en última instancia, favorecer la igualdad y la cohesión social, que es una de las funciones inherentes a los Estados sociales, como proclama la Constitución.
Y lo que sostiene un estudio publicado por la Fundación Areces y el IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) es que el País Vasco, y, en particular, la provincia de Guipúzcoa son los territorios en los que las oportunidades de prosperar son mayores. A continuación se sitúan la Comunidad de Madrid, Navarra y Cataluña, mientras que, por el contrario, los últimos lugares los ocupan, por este orden, Extremadura, Andalucía y Región de Murcia. Se puede decir, de hecho, a la vista de esta clasificación, que riqueza llama a riqueza y pobreza a pobreza.
Lo singular, sin embargo, no es sólo el ránking, que reproduce de alguna manera, aunque con algunos matices relevantes, el ránking por nivel de renta per cápita, sino la distancia que existe en términos de igualdad de oportunidades entre la región más rica, País Vasco, y la más pobre, y que los autores del estudio sitúan en nada menos que 50 puntos. Este es el caso de Extremadura, la región que se encuentra en peor posición.
El estudio aporta otra investigación. La desigualdad de oportunidades se puede comparar no con relación al resto de territorios, sino con lo que ocurre en el interior de cada comunidad autónoma. Y el resultado, en este caso, es llamativo. Resulta que Madrid (con el mayor nivel de renta de España) es también la más desigual de todas las comunidades autónomas, tanto en lo que respecta a la capital como al conjunto de la Comunidad. Un dato lo explica mejor.
Clases medias
En el análisis provincial de la desigualdad destaca, de hecho, el nivel elevado de Madrid, donde los ingresos del 20% de la población más rica triplican a los de los ciudadanos situados en la franja del 20% más pobre. Como sostiene el estudio, todas las provincias mediterráneas, excepto Castellón y Valencia, se encuentran entre las que presentan índices altos de desigualdad, así como las provincias canarias y Navarra. Por el contrario, Palencia y Soria aparecen como las más igualitarias. En líneas generales, las provincias y ciudades medianas suelen ser las más igualitarias por la existencia de una clase media que se mantiene fuerte.
Lo que argumenta el estudio es que los municipios grandes situados en torno a la capital tienen escasos niveles de pobreza, pero es significativo que la incidencia, tanto de pobreza como de riesgo de exclusión, sea mayor en los municipios más prósperos. En el caso del País Vasco, Errenteria y Donostia encabezan el ranking del indicador sintético de bienestar, mientras que, por el contrario, Bilbao y Tudela lo cierran.
Otro caso similar es el de Cataluña. En este caso, destaca Barcelona en relación a las oportunidades de renta, seguida de Girona y Tarragona. En el polo opuesto se encuentran Santa Coloma y L’Hospitalet, que figuran en último lugar. Sin embargo, Barcelona es el municipio más desigual en todo el periodo analizado, mientras que Santa Coloma de Gramanet es el más igualitario.
El informe recuerda que es especialmente llamativa la situación del municipio de Madrid, lo que anima a los autores del estudio a decir que “la prosperidad de la Comunidad de Madrid y su provincia no puede ocultar que convive con diferencias de oportunidades muy significativas entre algunos de sus municipios grandes”. Algo parecido, aunque con menor intensidad, sucede en Cataluña, que registra el segundo mayor índice de desigualdad de España. En esta clasificación, en tercer lugar, se sitúa Canarias, paradójicamente una de las regiones con menor nivel de renta.
Los autores han observado una mejora en todas las comunidades autónomas en la reducción de la desigualdad general desde el año 2015
Los autores del estudio, Carmen Herrero y Carlos Albert, ahora bien, han observado una mejora en todas las comunidades autónomas en la reducción de la desigualdad general desde el año 2015. Es decir, cuando la economía comenzó a remontar tras la doble recesión.
En concreto, mientras que ese año el 20% de la población más rica tenía unos ingresos superiores en 2,9 veces a los del 20% más pobre, la diferencia se ha reducido en tres décimas. Sin embargo, como subrayan los autores del estudio, no todas las regiones se han comportado de la misma manera. Andalucía, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana es donde más se ha reducido la desigualdad (0,5 puntos porcentuales), mientras que en Cataluña apenas lo ha hecho en 0,1 puntos. Como regla general, las regiones de tamaño medio o pequeño son también las más igualitarias.
Por último, lo que revela el estudio es que el grupo de edad con mejores oportunidades de renta es el de los mayores de 65 años, por el contrario, los jóvenes son los que se enfrentan con menores oportunidades. Esto reflejaría el deterioro del peso de las rentas salariales en el PIB, así como el incremento de la pobreza infantil en todo el país.
El debate clásico sobre la desigualdad se circunscribe a los diferenciales en el nivel de renta y riqueza entre familias o individuos, pero en los últimos años es cada vez más relevante un indicador cualitativo que tiene en cuenta una de las variables fundamentales para entender por qué se produce esa desigualdad.
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