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Las revisiones del INE y el dinamismo económico apuntan a una subida del PIB del 3% en 2024
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Las revisiones del INE y el dinamismo económico apuntan a una subida del PIB del 3% en 2024

Los nuevos datos económicos dejan desfasada la actualización del crecimiento del Gobierno y se avecina una oleada de revisiones al alza por parte de los expertos

Foto: La construcción ya tira del PIB. (EFE/Ismael Herrero)
La construcción ya tira del PIB. (EFE/Ismael Herrero)
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España va camino de terminar el año con un crecimiento económico del 3%. La actualización de la serie de contabilidad nacional y la persistencia del dinamismo económico han permitido una aceleración del PIB que supondría el mayor crecimiento anual, descontando los dos años del rebote pospandemia (2021 y 2022) desde 2015.

La economía española, como otras del sur de Europa, ha conseguido sortear la crisis que ha sufrido el norte del continente desde el inicio de la invasión de Ucrania. La especialización del tejido productivo en los servicios y la menor dependencia del gas ruso explican, en gran medida, la fortaleza de la economía nacional. Pero hay más factores que son propios de España, como una industria más dinámica o la absorción de los flujos migratorios.

El INE revisó el viernes la serie trimestral de crecimiento económico con dos actualizaciones importantes. En primer lugar, un incremento del PIB más intenso en la segunda mitad de 2023, lo que deja el punto de partida de 2024 más alto (efecto carry over). Y, en segundo lugar, mejores datos de crecimiento del primer trimestre del año. En suma, la economía española llegó al segundo trimestre con un crecimiento interanual del 3,1%. Un crecimiento que no siempre se ha trasladado a una mejora de la situación de los hogares, ya que la inflación ha causado una importante pérdida de poder adquisitivo a los salarios.

España ya tiene garantizado un crecimiento del 2,4% para el resto del año. Esto es, si el PIB se estancase en la segunda mitad del año, cerraría el año en ese nivel de crecimiento. Sin embargo, el ritmo de la economía apunta a un avance intenso hasta final de año.

El modelo de previsión económica en tiempo real de la Autoridad Fiscal (AIReF) apunta a un crecimiento del 0,8% en el tercer trimestre del año respecto del segundo. Este dato se obtiene a partir de los datos parciales del trimestre publicados hasta la fecha. Esto supondría una aceleración del crecimiento, en tasa interanual, hasta el 3,3%. El motivo de tal avance es que la economía española sufrió una brusca ralentización en el tercer trimestre de 2023, pasando a crecer al 0,25% trimestral.

Según el modelo de la AIReF, el crecimiento este verano habría sido el triple, llegando hasta el 0,8%. De esta forma, el crecimiento anual daría un nuevo salto antes de la recta final del año. Si finalmente se confirma el crecimiento del 0,8% entre julio y septiembre, la economía española ya tendrá asegurado un crecimiento del 2,9% en el conjunto del año. Solo sería necesario un avance del PIB del 0,4% en el último trimestre del año, esto es, la mitad que en el segundo trimestre, para alcanzar esta cota.

Un crecimiento diversificado

El dinamismo mostrado por la economía española en los últimos meses está equilibrado entre la demanda interna y la externa. El principal motor de la economía en el último trimestre fue el consumo privado, que aportó el 71% del crecimiento. Pero también la inversión impulsó la actividad, con una aportación del 9%, apoyada principalmente en la construcción de viviendas e infraestructuras.

La demanda externa aportó casi el 10% al crecimiento. Es cierto que las exportaciones de bienes sufrieron una caída que restó el 10% al crecimiento, pero se vieron compensadas con un descenso también de las importaciones que aportó el 4% del crecimiento. Se trata de dos sectores que van conectados, ya que el sector exportador nacional se nutre de inputs importados. Así, la caída de la demanda en el resto de Europa frena las exportaciones de bienes, pero también las importaciones que realiza España.

El consumo público también tuvo una aportación positiva, generando el 16% del crecimiento del PIB. Y las exportaciones turísticas generaron el 21% restante.

Si se mide por sectores, el crecimiento también fue generalizado. Todos, salvo el primario y el inmobiliario, registraron avances en el segundo trimestre del año. La mayor aportación llegó de los servicios de bajo valor añadido: comercio, hostelería y transporte, que generaron casi el 70% del crecimiento del PIB. También la industria manufacturera vivió un buen mes, generando el 20% del crecimiento. Las inmobiliarias, lastradas por la subida de los tipos de interés, tuvieron una contribución negativa del -23%.

Mejora el escenario

El escenario en el que se va a desenvolver la economía española en los próximos meses va a ser algo más favorable. La moderación de la inflación y las bajadas de los tipos de interés deberían ayudar a mantener un alto dinamismo económico. Los salarios están recuperando poder adquisitivo, lo que debería ayudar a la demanda interna.

Foto: Trabajadores en una cadena de montaje. (Europa Press/David Zorrakino)

Sin embargo, es complicado que pueda mantener el dinamismo actual por mucho tiempo. En buena medida, porque la demanda turística y la oferta turística han llegado a niveles difíciles de mantener. Por un lado, los destinos más demandados están ya saturados y el crecimiento de la oferta será más lento. Por otro lado, la saturación de los destinos puede generar cierta expulsión de viajeros.

Se enfrentan así dos fuerzas que empujan en direcciones opuestas. Los expertos creen que vencerán las fuerzas ralentizadoras y empiezan a anticipar cierta moderación del crecimiento. Sin embargo, el mayor dinamismo observado en 2024 previsiblemente llevará a las casas de análisis a subir también su previsión para el próximo año. Serán unas previsiones algo más modestas que las de 2024, pero siempre superiores al 2%. Un crecimiento que no ha conseguido desatar el optimismo económico en la población por la cantidad de dificultades que sufren aún los hogares: inflación, tipos de interés, precio de la vivienda..., y que el Gobierno deberá atender si pretende lograr réditos electorales de los fríos datos macro.

España va camino de terminar el año con un crecimiento económico del 3%. La actualización de la serie de contabilidad nacional y la persistencia del dinamismo económico han permitido una aceleración del PIB que supondría el mayor crecimiento anual, descontando los dos años del rebote pospandemia (2021 y 2022) desde 2015.

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