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Dos CCAA cierran la brecha salarial: las mujeres ganan más que los hombres por hora trabajada
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Progresos hacia la igualdad laboral

Dos CCAA cierran la brecha salarial: las mujeres ganan más que los hombres por hora trabajada

La composición del mercado laboral sigue afectando a las diferencias salariales, pero se está produciendo una reducción generalizada de la desigualdad. La distancia sigue siendo mayor en los puestos de más responsabilidad

Foto: Trabajadores en una cadena de montaje. (Europa Press/David Zorrakino)
Trabajadores en una cadena de montaje. (Europa Press/David Zorrakino)
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La reducción de la brecha salarial sigue atravesando umbrales hasta ahora impensables. Ya hay dos comunidades autónomas en España en las que el salario por hora de trabajo de las mujeres es superior al de los hombres. Se trata de Canarias y Extremadura, donde la ganancia por hora de trabajo de las mujeres es un 2,3% y un 4,2% superior, respectivamente. Además, hay otra autonomía, Baleares, que está muy cerca de conseguirlo, dada la tendencia de la última década. El resto tardará algunos años en hacerlo si no acelera el ritmo de los últimos años, pero todas las CCAA están inmersas en una fase de reducción de la desigualdad salarial.

Así lo revela la Encuesta de Estructura Salarial publicada el lunes por el INE. La brecha salarial bruta (sin ningún tipo de corrección por tipo de trabajo) en España se ha reducido del 20% de hace una década al 10% actual. Esto es, se ha recortado a la mitad. Esta reducción de la desigualdad se debe principalmente a tres factores que operan en paralelo. Por un lado, la concienciación de la sociedad y las empresas sobre la igualdad (y el temor al señalamiento público). Por otro, las medidas aprobadas por el Gobierno en los últimos años, como la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad, las subidas del SMI o la obligatoriedad de los planes de igualdad en las empresas. Y, por último, la lucha femenina y el paso del tiempo: las mujeres de edades intermedias y jóvenes son las que están derribando los techos de cristal y ocupando cargos en igualdad de condiciones con los hombres.

Extremadura y Canarias son sólo la punta de lanza de un proceso hacia la igualdad efectiva que está bien consolidado. Sin embargo, si van a la vanguardia es, en gran medida, por la composición de sus economías. Por ejemplo, las mujeres son mayoría en el sector público (el 76% en sanidad y el 67% en educación), actividades que pagan salarios superiores a la media. El ejemplo perfecto es el de Extremadura, donde casi uno de cada tres trabajadores es público.

La brecha salarial se ha reducido con más intensidad en las comunidades con alta presencia de sectores manuales de bajo valor añadido, como la agricultura o la construcción. El motivo es que son dos actividades con bajos salarios en los que los hombres son mayoría, lo que tira hacia abajo del salario medio masculino. Es lo que ocurre, por ejemplo, en Baleares, que tiene el mayor porcentaje de trabajadores de la construcción de España, un 10%.

Pero la reducción de la brecha salarial no es sólo una cuestión de la especialización sectorial, ya que también se han producido grandes avances en la igualdad dentro de cada sector. En Extremadura, por ejemplo, las mujeres ganan casi un 3% más que los hombres en el sector servicios, y en Canarias, el salario por hora es el mismo.

Las comunidades en las que persiste mayor brecha salarial son Murcia, Cataluña y Madrid, con una diferencia a favor de los hombres del 14%. Los salarios de los altos directivos son uno de los principales focos de desigualdad que persisten, ya que son puestos reservados, en su gran mayoría, a hombres sénior. En esa generación hay pocas mujeres trabajando, y muchas menos tienen cargos de responsabilidad. Esto origina desigualdad entre hombres y mujeres, pero también desigualdad entre séniors y jóvenes. Sólo el tiempo podrá cerrar esta brecha, ya que es necesario que la llamada generación tapón deje paso a las siguientes generaciones, cuya composición está más equilibrada.

En Madrid y Cataluña se producen las mayores desigualdades entre salarios altos. En Madrid, los hombres en altas ocupaciones (directivos, profesionales, científicos y técnicos) tienen un salario por hora un 23% superior al de las mujeres, y en el caso de Cataluña, la brecha asciende al 33%. Es cierto que esta diferencia se ha reducido, pero no se cerrará mientras la generación ‘boomer’ se mantenga en el mercado laboral.

La brecha salarial entre los jóvenes está cerrada en la mayor parte de las comunidades autónomas. Canarias, Baleares, Navarra, Extremadura, Castilla-La Mancha, Casilla y León y Aragón ya no tienen brecha salarial entre los trabajadores de 25 a 34 años. Sin embargo, sólo Extremadura y Canarias tienen la brecha cerrada en los trabajadores de más de 55 años. Pero aún es pronto para sacar demasiadas conclusiones, porque la maternidad sigue siendo el gran reto en la lucha contra la desigualdad. Está por ver si la equiparación de los permisos consigue evitar que se originen diferencias en las trayectorias profesionales a partir del nacimiento del primer hijo.

A pesar de los avances en el salario por hora, todavía persisten diferencias en el número de horas trabajadas que provocan que las mujeres consigan menos ingresos a final de año. Las mujeres son el 55% de los contratos temporales y fijos discontinuos y el 73% de los contratos a tiempo parcial. Esto provoca que el número medio de horas trabajadas a lo largo del año sea inferior al de los hombres. El resultado es que el salario medio anual de los hombres sigue siendo un 20% superior al de las mujeres. Todavía queda camino pendiente para la igualdad plena en el mercado laboral.

La reducción de la brecha salarial sigue atravesando umbrales hasta ahora impensables. Ya hay dos comunidades autónomas en España en las que el salario por hora de trabajo de las mujeres es superior al de los hombres. Se trata de Canarias y Extremadura, donde la ganancia por hora de trabajo de las mujeres es un 2,3% y un 4,2% superior, respectivamente. Además, hay otra autonomía, Baleares, que está muy cerca de conseguirlo, dada la tendencia de la última década. El resto tardará algunos años en hacerlo si no acelera el ritmo de los últimos años, pero todas las CCAA están inmersas en una fase de reducción de la desigualdad salarial.

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