El INE vuelve a cambiar el relato de la crisis: la recuperación interna ha sido completa
La contabilidad nacional actual muestra un crecimiento económico más equilibrado entre consumo externo e interno, con mejoras de la productividad y mayores beneficios del capital
La crisis del covid tuvo tal magnitud y provocó algunos cambios estructurales en los patrones de los agentes que sigue generando actualizaciones de la contabilidad nacional cuatro años después. Las revisiones en la contabilidad nacional son habituales, lo que no lo es tanto es la magnitud de estas. Se trata de cambios inéditos en su intensidad, pero que acercan las series de la contabilidad nacional a otras fuentes estadísticas que apuntaban a que el crecimiento habría sido más intenso, como son las bases tributarias. Los investigadores Francisco Melis y Miguel Artola han sido pioneros en estas investigaciones en sus tribunas en elDiario. El miércoles, el INE elevó en 36.400 millones su cálculo del PIB de 2023, lo que supone un incremento del 2,5%. Hace un año también realizó un cambio de gran calado en la serie, con un aumento del 1,3%.
Estos cambios han modificado la imagen de la economía española durante la pandemia. En un primer momento, los datos mostraban una crisis profunda y una recuperación lenta e incompleta apoyada básicamente en las exportaciones.
La revisión de 2023 comenzó a reflejar una recuperación algo más intensa de la demanda interna, sobre todo del consumo, apoyada en un crecimiento más vigoroso de los salarios. En esos momentos, el relato era que los beneficios del capital habían perdido peso rápidamente y los salarios tenían una participación récord en el PIB.
En esta última revisión, la imagen vuelve a cambiar: la recuperación fue generalizada ya en el año 2022, con un desempeño más favorable del consumo privado y, sobre todo, de la inversión en capital. La nueva contabilidad nacional muestra un comportamiento más favorable de los beneficios del capital, que contrarrestan el aumento del peso de los salarios en el PIB. Las empresas habrían utilizado parte de estos recursos para recuperar la inversión productiva.
Según los nuevos datos, el consumo privado en 2023 fue un 0,5% superior al de 2019, medido en precios constantes. Esto es, el consumo real completó ya el año pasado su recuperación. La inversión productiva (FBCF) ha ido algo más lenta y en 2023 todavía seguía un 1,4% por debajo de los niveles prepandemia. Un dato negativo, pero no tan desfavorable como la caída del 4,5% que mostraba la serie previa.
La preferencia de las empresas por el ahorro y el desapalancamiento sigue siendo cierta, pero su magnitud habría sido menos intensa. Lo mismo ocurre con los hogares. El INE ha elevado en 17.400 millones su cálculo del consumo privado, mientras que la remuneración de asalariados subió en 16.000 millones de euros. Es probable que se haya producido un crecimiento algo menos acusado de la tasa de ahorro de las familias. Aún así, se sigue observando un ritmo más lento del consumo que de las rentas salariales, lo que mantiene la lectura de la preferencia por el ahorro.
La nueva contabilidad nacional muestra un crecimiento más intenso del empleo y de las horas trabajadas. El número de personas ocupadas se incrementa en 285.000 personas con la nueva serie, una cifra que se aproxima más a los datos de la EPA. Por su parte, el número de horas trabajadas se incrementa en un 1,7%. De esta forma, la nueva serie muestra un crecimiento de la carga de trabajo en España del 2% en comparación con los niveles prepandemia, cifra que se acerca mucho más al 4% de crecimiento que reflejan las horas de la EPA.
Aún así, la revisión del PIB es más intensa que la del empleo o el número de horas trabajadas. El resultado es que la nueva serie muestra un mejor desempeño de la productividad, aunque con una diferencia exigua. La productividad por hora trabajada fue, en 2023, un 1,5% superior a la de 2019, una décima por encima del dato previo. La productividad sigue siendo la tarea pendiente de la economía española.
La crisis del covid tuvo tal magnitud y provocó algunos cambios estructurales en los patrones de los agentes que sigue generando actualizaciones de la contabilidad nacional cuatro años después. Las revisiones en la contabilidad nacional son habituales, lo que no lo es tanto es la magnitud de estas. Se trata de cambios inéditos en su intensidad, pero que acercan las series de la contabilidad nacional a otras fuentes estadísticas que apuntaban a que el crecimiento habría sido más intenso, como son las bases tributarias. Los investigadores Francisco Melis y Miguel Artola han sido pioneros en estas investigaciones en sus tribunas en elDiario. El miércoles, el INE elevó en 36.400 millones su cálculo del PIB de 2023, lo que supone un incremento del 2,5%. Hace un año también realizó un cambio de gran calado en la serie, con un aumento del 1,3%.