Las empresas han subido más los salarios a sus empleados que la Administración
Los sindicatos negocian mejor en la privada que en la pública: en los últimos tres años, los funcionarios han perdido más poder adquisitivo que los trabajadores sujetos a convenio
Los sindicatos negocian mejor en la empresa privada. Durante el período en vigor del llamado acuerdo marco, que determina las alzas salariales en el sector público para el período 2022-2024, los funcionarios han perdido más poder adquisitivo que los trabajadores sujetos a un convenio colectivo. O, lo que es lo mismo: los empresarios, en la diana del Gobierno por aumentar los márgenes empresariales en lugar de subir los salarios, han incrementado más los sueldos que la Administración.
El pacto, alcanzado hace dos años entre CCOO y UGT —sin el apoyo de CSIF— y el Ejecutivo, supondrá una revalorización de los salarios del 9,8% durante el conjunto del período, frente a la subida del 10,3% que acumulan las retribuciones afectadas por los diferentes niveles de la negociación colectiva, principalmente en las empresas de titularidad privada, según la estadística del Ministerio de Trabajo.
Es un triste consuelo para ambos, si se tiene en cuenta que, durante el trienio, el índice de precios de consumo (IPC) ha alcanzado el 15,6%, según el Instituto Nacional de Estadística. Todavía faltan cuatro meses para acabar 2024, pero el dato se obtiene al acumular la inflación media de 2022 y 2023 y la prevista por el panel de la fundación de las antiguas cajas de ahorros (Funcas) para este curso. Como las subidas salariales se aplican linealmente a lo largo del año, pero se van consolidando de ejercicio en ejercicio, esa es la fórmula más adecuada para compararlas con el IPC. Al final, todos han perdido poder adquisitivo, pero los funcionarios medio punto más, hasta rozar los seis.
El escenario denunciado en su día por los sindicatos que se quedaron fuera del acuerdo se ha confirmado. La inflación ha evolucionado peor de lo previsto, y las cláusulas de revisión salarial incluidas entonces no han sido suficientes para hacer frente a la espiral de precios. Solo el fatídico 2022 supuso casi cinco puntos de pérdida de poder adquisitivo para los funcionarios. Desde aquel momento, la moderación del encarecimiento del coste de la vida únicamente ha servido para que se estanque el poder de compra de los servidores públicos, pese a la aplicación de un incremento salarial adicional de un punto en 2023 y de medio punto en 2024, ligados a la evolución de la economía.
A diferencia de los funcionarios, las revalorizaciones de los trabajadores afectados por convenios han ido de menos a más. Frente a la misma inflación, los salarios revisados subieron un 3,5% en la Administración y un 3,21% en las empresas sujetas a convenios en 2022. Pero a partir de 2023, la tendencia cambió: los funcionarios se quedaron entonces con el mismo 3,5% del año anterior, y los afectados por la negociación colectiva consiguieron un 3,71%. En 2024, el alza en el sector público ha sido de un 2,5%, mientras que los convenios con efectos hasta agosto llegan al 3,02%.
Este último dato presenta dos matices: primero, el hecho de que todavía quedan cuatro meses para acabar el año, con una tendencia hacia la revalorización que se va acelerando a lo largo del ejercicio; segundo, que todavía no incluye las revisiones establecidas en las llamadas cláusulas de garantía salarial, que afectan a uno de cada tres trabajadores sujetos a convenio. En definitiva: la revalorización final será más elevada, lo que contribuirá a separar aún más los trazos gris y azul que muestra el gráfico.
Lo peor es que llueve sobre mojado. Como se puede apreciar sobre estas líneas, el recorte y posterior congelación de los salarios durante la primera mitad de la década pasada supone una losa muy difícil de compensar para los servidores públicos. Desde 2008, las retribuciones de los funcionarios solo han subido un 16,5%, mientras que la inflación se ha situado en el 33,9%; es decir, los precios se han incrementado el doble que los salarios. En el mismo período, los afectados por convenio han ganado capacidad de compra, al acumular una revalorización salarial del 38,4%.
Por supuesto, esto no significa que el conjunto de los trabajadores del sector privado haya ganado poder adquisitivo. En primer lugar, porque no todos están afectados por convenios colectivos. En segundo, porque el mercado laboral es una realidad dinámica, donde la masa salarial también varía por las entradas, salidas y cambios de empleo entre quienes forman parte de él. Sin embargo, la comparación sirve para ilustrar cómo las negociaciones de los sindicatos han acabado resultando más efectivas
Los sindicatos negocian mejor en la empresa privada. Durante el período en vigor del llamado acuerdo marco, que determina las alzas salariales en el sector público para el período 2022-2024, los funcionarios han perdido más poder adquisitivo que los trabajadores sujetos a un convenio colectivo. O, lo que es lo mismo: los empresarios, en la diana del Gobierno por aumentar los márgenes empresariales en lugar de subir los salarios, han incrementado más los sueldos que la Administración.
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