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Simplificación y enfoque en la competitividad: cómo hacer que los mercados de la UE funcionen
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Centre for European Policy Studies

Simplificación y enfoque en la competitividad: cómo hacer que los mercados de la UE funcionen

Un nuevo informe del 'think tank' económico CEPS hace un llamamiento a una pausa y simplificación regulatoria financiera, con un mayor enfoque en la competitividad

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, . (EFE/Oliver Hoslet)
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, . (EFE/Oliver Hoslet)
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La Unión Europea lleva más de un año enfrascada en un diálogo sobre la competitividad. Obsesionada por la pérdida de terreno frente a Estados Unidos y China, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, pidieron dos informes a dos ilustres antiguos primeros ministros italianos, Mario Draghi y Enrico Letta, sobre la situación de la UE y cómo revertir la pérdida de competitividad. Los dos apuntaron a un hecho clave en ambos análisis: si se quiere reaccionar es necesario contar con los mercados financieros. La inversión privada necesitará del apoyo de la pública para poder "cerrar la brecha", aunque sea de manera parcial, con los americanos o los chinos, pero sin la inversión privada el esfuerzo será imposible. Ambos coinciden en ello.

Este martes el think tank económico Centre for European Policy Studies (CEPS) publica un largo documento de reflexión realizado por Karel Lannoo, Apostolos Thomadakis y Judith Arnal bajo un título que busca resonar en ese debate sobre la necesidad de mantenerse en la carrera frente a los competidores globales: "Mantenerse a la vanguardia: La política financiera de la UE bajo Von der Leyen II". Se trata de un memorando que busca ayudar a guiar la política del segundo mandato de Ursula von der Leyen al frente del Ejecutivo comunitario. Su diagnóstico es claro: en los próximos cinco años hay que conseguir conjugar una simplificación normativa con una estrategia y visión de futuro.

Los autores repasan la situación de los mercados de capitales europeos, un mercado financiero "banco-céntrico" y la falta de progresos en la Unión de Mercados de Capitales (CMU), la baja rentabilidad del sector bancario y la fragmentación regulatoria que afrontan las entidades de crédito, además de poner la lupa sobre la innovación digital y las finanzas sostenibles. "Mejorar la competitividad global de los mercados financieros de la UE exige dar prioridad a reformas normativas que fomenten la innovación, reduzcan los costes y promuevan las inversiones transfronterizas. Es necesaria una revisión exhaustiva del panorama de los servicios financieros para abordar las ineficiencias estructurales, garantizar el dinamismo del mercado y apoyar el crecimiento económico a largo plazo", señalan los autores en su resumen ejecutivo, que se lee como una carta al futuro comisario que se haga cargo de la cartera de Mercados Financieros.

Pausa regulatoria

El informe recorre un cuarto de siglo de "montaña rusa" de regulaciones, señalando que "la legislación financiera se ha hecho muy densa, con numerosas referencias al Derecho derivado y cláusulas de revisión periódica como norma en casi todos los actos normativos". Por eso, los investigadores piden una "pausa regulatoria", algo que el sector viene solicitando en todos los foros desde hace tiempo, especialmente ahora que se ha abierto en canal el debate sobre la competitividad europea. "Esto plantea la cuestión de cómo encontrar el equilibrio adecuado en la regulación, un equilibrio que fomente unos servicios financieros competitivos evitando al mismo tiempo riesgos inaceptables para los inversores y los consumidores y manteniendo unos mercados ordenados y que funcionen correctamente", señala el texto.

Foto: Paneles de cotización del Ibex en la Bolsa de Madrid. (EFE/Vega Alonso)

Los autores admiten que "es ilusorio pensar que la simplificación o consolidación de la legislación pueda lograrse fácilmente", pero ofrecen una radiografía de la situación y algunas recetas. En Bruselas, el debate sobre la necesidad de simplificar el marco normativo genera opiniones encontradas. En distintos foros, sabiendo que este será uno de los grandes debates de los próximos años son muchos los que advierten de entrar en un ciclo envenenado, una especie de metrónomo: crisis que provoca regulación, estancamiento que provoca eliminación de regulación, falta de regulación que facilita la explosión de la siguiente crisis y así sucesivamente. Es algo que los investigadores también reflejan en el texto: "Equilibrar la regulación es crucial; demasiada regulación puede ahogar el crecimiento, pero demasiado poca puede exponer a las economías a riesgos sistémicos, especialmente en sectores emergentes como el crowdfunding y las criptomonedas".

Sobre cómo lograr la simplificación o consolidación regulatoria, los autores evitan dar respuestas sencillas, pero por ejemplo proponen una receta directa: cumplir con lo que ya hay. "Una mejor aplicación de las normas reduciría la presión para legislar más y, por tanto, la fatiga legislativa", explican los tres expertos, aunque admiten que "la complejidad y el volumen crecientes de la normativa de la UE dificultan a menudo su aplicación efectiva". En general, los autores avisan de que "debe alcanzarse un equilibrio adecuado entre una legislación hiperdetallada y otra basada en principios". "Los órganos legislativos deberían aprovechar el nuevo ciclo institucional para volver progresivamente a un sistema más basado en principios", añaden.

¿Qué es la competitividad?

Una de las claves del informe es plantear una pregunta fundamental a medida que se va profundizando en el debate sobre la competitividad de la Unión Europea: ¿qué es exactamente competitividad cuando se está hablando de un país o del bloque comunitario? El informe plantea el debate sobre cómo incorporar la competitividad de los mercados europeos de capitales en los objetivos de los órganos de Gobierno. Recuerda, por ejemplo, que uno de los recientes informes, el 'informe Noyer', apunta a que la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) incluyera en su mandato el objetivo de la competitividad para “reforzar la eficiencia y proporcionalidad de sus intervenciones”.

"Será importante aclarar cómo se define la competitividad, cuál es la medida y cómo se aplica al sector financiero. Los legisladores británicos han revisado recientemente la posición del sector y han fijado la competitividad y el crecimiento como objetivo secundario en la Ley de Servicios y Mercados Financieros de 2023", señala el documento de CEPS.

"Será importante aclarar cómo se define la competitividad, cuál es la medida y cómo se aplica al sector financiero"

Los autores reflejan un cambio tectónico que se viene notando desde hace tiempo en Bruselas: hasta ahora lo que se le pedía fundamentalmente a la regulación financiera era proteger a los consumidores, especialmente tras la Gran Recesión. Ahora el foco está en conseguir que ayuden a financiar las nuevas prioridades europeas. "Hasta ahora, la regulación financiera se ha centrado principalmente en proteger a los inversores/consumidores y salvaguardar la estabilidad financiera, y menos en proporcionar la financiación necesaria para que las economías europeas sean competitivas. Este cambio de enfoque requiere un sector financiero flexible y eficiente", señalan.

Para poder poner el énfasis en la competitividad, la Unión necesita no entretenerse con otros asuntos. Ese es uno de los objetivos que marcan los autores, que piden "abstenerse de caer en discusiones políticas infructuosas". Mencionan como ejemplo el sistema europeo de garantía de depósitos (EDIS), bloque fundamental de la Unión Bancaria, que lleva demasiado tiempo bloqueado sin que los ministros de Finanzas logren encontrar un terreno común. El informe recuerda que "todavía queda mucho por mejorar en la integración del sector bancario de la UE" y que, por lo tanto, los ministros “deben concentrarse en los asuntos en los que se puede avanzar”.

Ideas y propuestas concretas

Más allá del diagnóstico general y de detectar corrientes generales en asuntos como la regulación o las prioridades políticas, los autores hacen también algunas propuestas concretas con el objetivo de dar soporte a esas líneas generales. Por ejemplo, señalan que sería necesario "fomentar los planes de pensiones de capitalización, ya sea mediante una nueva legislación o mediante un acuerdo entre sindicatos y asociaciones empresariales", que ayudan al objetivo de desbloquear el potencial del ahorro europeo y que han tenido éxito en países como Dinamarca o Suecia. Para lograr hacer más atractivos los mercados los expertos también señalan la importancia de mejorar la competitividad de los fondos de inversión europeos, que son más caros que los americanos. "El tamaño medio de un fondo de la UE es menos de una sexta parte del de un fondo estadounidense. Además, el coste medio de un fondo de inversión europeo es aproximadamente 0,4 puntos porcentuales superior al de un fondo estadounidense", subrayan en el informe.

Eso ayuda a que los europeos sean mucho más conservadores que los americanos. "Los hogares europeos poseen alrededor del 32% de sus activos financieros en efectivo y depósitos, frente al 12% de los hogares estadounidenses, que, en cambio, invierten casi el 50% de sus ahorros en acciones y fondos de inversión, frente al 30% de sus homólogos europeos", explica el documento. Por último, los expertos advierten de la necesidad de dar con el diagnóstico correcto. En Bruselas hay cierta tendencia a considerar que todos los problemas se resuelven con una mayor integración. En el documento se señala que, por ejemplo, el problema de los mercados de capitales de la Unión Europea no es necesariamente la fragmentación, considerándolo más integrados que los mercados bancarios minoristas de la UE. "Por ejemplo, los inversores colocan sus ahorros en fondos que invierten en toda la UE, mientras que los depositantes tienden a colocar sus ahorros en depósitos bancarios nacionales". Por lo tanto, el problema "no es la fragmentación como la falta de desarrollo de los mercados de capitales".

La Unión Europea lleva más de un año enfrascada en un diálogo sobre la competitividad. Obsesionada por la pérdida de terreno frente a Estados Unidos y China, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, pidieron dos informes a dos ilustres antiguos primeros ministros italianos, Mario Draghi y Enrico Letta, sobre la situación de la UE y cómo revertir la pérdida de competitividad. Los dos apuntaron a un hecho clave en ambos análisis: si se quiere reaccionar es necesario contar con los mercados financieros. La inversión privada necesitará del apoyo de la pública para poder "cerrar la brecha", aunque sea de manera parcial, con los americanos o los chinos, pero sin la inversión privada el esfuerzo será imposible. Ambos coinciden en ello.

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