El Banco de España mejora la previsión de PIB hasta 2026 y se sitúa entre los más optimistas
Mejora sus expectativas económicas en medio punto, hasta el 2,8% en 2024 y prevé un crecimiento futuro mayor gracias a la menor necesidad de importaciones y a la inmigración
El Banco de España ha actualizado este martes su previsión de crecimiento para la economía española con una importante mejora para todo el horizonte de proyecciones y algunos cambios de interpretación de calado. En concreto, ha subido en medio punto su previsión de avance del PIB para el año 2024, hasta el 2,8%; en 0,3 puntos el de 2025, al 2,2% y en 0,2 puntos el de 2026, al 1,9%.
Se trata de una de las mayores revisiones al alza de las previsiones de crecimiento del Banco de España. Movimiento que ha coincidido con la entrada del nuevo gobernador, el exministro José Luis Escrivá. Las previsiones se cerraron el 9 de septiembre, fecha en la que Escrivá reorganizó la cúpula del BdE con la creación de una nueva Dirección General que se encargará de la comunicación externa.
Tras esta revisión, las previsiones del Banco de España se colocan entre las más optimistas de todas las elaboradas por entidades públicas y privadas. En todo el Panel de Funcas no hay una sola empresa ni universidad más optimista que el BdE para el ejercicio en curso. El crecimiento acumulado previsto para los años 2024 y 2025 asciende al 5,1%, superando en cuatro décimas el consenso del Panel de Funcas. Hace sólo tres meses la situación era muy diferente, ya que la previsión que manejaba el Banco de España era dos décimas inferior a la del consenso de analistas privados.
Los cambios en las previsiones de crecimiento del Banco de España tienen dos explicaciones. La primera, de cortísimo plazo, es la revisión de la serie de PIB del INE y la publicación del dato adelantado del segundo trimestre del año, que superaron ampliamente las expectativas. La publicación de estos datos, que no se conocían en junio, explican cuatro de las cinco décimas de la mejora de las previsiones de crecimiento para 2024.
La segunda es de mayor calado: el Banco de España contempla ahora un potencial de crecimiento de cara a los próximos años algo más alto, cercano al 2%. Este cambio se debe a varios factores, como es una menor dependencia de las importaciones. El BdE señala que los pobres datos registrados en el inicio del año no son sólo consecuencia de la debilidad de la demanda interna, sino también de un cambio en el patrón de compras en el exterior derivado de la producción de energía renovable dentro del país.
Así lo explica en el informe: "Estos desarrollos recientes [del comercio exterior], que podrían tener que ver con algunos aspectos estructurales, recomiendan una revisión a la baja en la senda de recuperación que se proyecta para las importaciones en 2024 y en el resto del horizonte de proyección".
El banco también señala que el sector turístico está más diversificado, tanto geográfica como temporalmente, lo que implica exportaciones superiores a las previstas de forma persistente. Además, existe una demanda internacional creciente de servicios turísticos, lo que beneficia a la economía española por su especialización.
El otro factor estructural que introduce el Banco de España es una batalla que Escrivá lleva años librando: la de la migración. En su últimos meses en la AIReF y durante su paso por el Gobierno, defendió que los flujos migratorios serían más intensos de lo que todas las instituciones esperan, lo que derivará en mayor demanda interna y, probablemente, más empleo.
El banco señala que estos factores podrían forzar a reconsiderar las previsiones de crecimiento potencial de la economía española. En concreto, apunta que "la capacidad de crecimiento potencial de la economía española, en un contexto de mayor dinamismo poblacional —por los flujos migratorios—, sería algo más elevada al final del horizonte de proyección que la estimada en junio (aunque inferior al 2%)". De esta forma, el BdE proyecta un horizonte de ralentización de la economía española, pero siempre con tasas de crecimiento superiores a las previstas hasta ahora.
La demanda interna
El Banco de España apoya la mejora de las previsiones económicas sobre el sector exterior: mayores exportaciones y menores importaciones. Sin embargo, la demanda interna sigue al ralentí por las dudas de consumidores y empresas.
El banco ha rebajado su previsión de crecimiento del consumo privado en dos décimas para este año, al 2,2%; y de la inversión en capital fijo (FBCF) en cuatro décimas, al 1,8%. Por el contrario, ha elevado en una décima, al 1,8%, el consumo público. En total, ha recortado en una décima la aportación de la demanda interna al crecimiento, pasando al 2%. Por el contrario, ha mejorado en 6 décimas la aportación del sector exterior gracias al mayor dinamismo de las exportaciones y a la ralentización de las importaciones.
A partir del año 2025 el escenario cambia, y la demanda interna será más dinámica de lo esperado, frente a un estancamiento de la aportación exterior. El Banco de España señala dos factores clave. El primero, la aceleración que prevé en el ritmo de ejecución de los fondos europeos. Y, el segundo, un mayor dinamismo del consumo privado apoyado en el aumento de la confianza de los hogares, la creación de empleo, la recuperación del poder adquisitivo y la bajada de los tipos de interés. El banco prevé que el consumo privado crezca un 2,1% el próximo año y un 1,8% en 2026, una décima más para cada uno de los ejercicios.
El banco ha mejorado sus previsiones de desempleo para los dos próximos años. Aunque espera que aumenten los flujos migratorios, también prevé que la salida de trabajadores a la jubilación sea más intensa. Así, prevé que la tasa de paro en el año 2026 sea del 10,7%, medio punto por debajo de lo que pensaba hasta ahora.
Lo que no ha cambiado el banco es su previsión de déficit para el horizonte de proyecciones, que sería del 3,3%, 3,1% y 3,2% del PIB para cada uno de los tres años. Esto es, no se cumpliría con el objetivo fijado por la Comisión Europea de alcanzar el 3% de déficit para este año. El banco recuerda que todavía está pendiente de aplicar el ajuste fiscal implícito en las nuevas reglas de déficit que debería ser de aproximadamente el 0,5% del PIB cada año.
El Banco de España ha actualizado este martes su previsión de crecimiento para la economía española con una importante mejora para todo el horizonte de proyecciones y algunos cambios de interpretación de calado. En concreto, ha subido en medio punto su previsión de avance del PIB para el año 2024, hasta el 2,8%; en 0,3 puntos el de 2025, al 2,2% y en 0,2 puntos el de 2026, al 1,9%.