El BCE rebaja una décima sus previsiones de PIB por la demanda interna y no toca las de inflación
Reconoce que "las condiciones de financiación siguen siendo restrictivas y la actividad económica moderada, lo que refleja la debilidad del consumo privado y la inversión"
Este jueves era uno de los días marcados en la agenda de los inversores. El Banco Central Europeo (BCE) tomaba su decisión sobre los tipos de interés y ha cumplido con el guion previsto, puesto que ha rebajado el precio del dinero en 25 puntos básicos. No obstante, con lo que sí ha sorprendido ha sido con sus previsiones de crecimiento económico e inflación, puesto que la entidad presidida por Christine Lagarde ha mantenido sin cambios sus proyecciones sobre la evolución de los precios, pero sí ha rebajado su pronóstico de PIB una décima, tanto para este año como para los dos próximos. El escenario económico es, por tanto, algo más sombrío.
Así, el BCE prevé que la economía de la eurozona pise el acelerador, pero con menos empuje de lo esperado en junio. Así, el PIB irá de menos a más, puesto que se prevé que crezca ahora un 0,8% en 2024, aumentando hasta el 1,3% en 2025 y el 1,5% en 2026. Cifras, todas ellas, una décima menos de lo pronosticado en junio debido, principalmente, a "una contribución más débil de la demanda interna en los próximos trimestres", como señala el organismo monetario en su comunicado.
Las previsiones de inflación se mantienen sin cambios. Así, prevé un crecimiento de los precios del 2,5% en 2024, del 2,2% en 2025 y del 1,9% en 2026, por lo que su ansiado 2% sigue fijado para dentro de dos años, puesto que "se espera que la inflación vuelva a aumentar en la última parte de este año, en parte porque las fuertes caídas anteriores de los precios de la energía dejarán de figurar en las tasas anuales. La inflación debería entonces disminuir hacia nuestro objetivo durante la segunda mitad del año próximo".
El BCE sostiene que la evolución de los precios está siguiendo, por tanto, el comportamiento esperado y confirman las perspectivas de evolución de precios que manejaban anteriormente. No fue así en la revisión de sus anteriores proyecciones, puesto que en junio optaron por elevar dos décimas su previsión tanto para este año como para el próximo y en una décima para 2026.
El escenario no invita al optimismo para el Banco Central Europeo, pese a que las presiones de los costes laborales, a su juicio, se están moderando y las ganancias están amortiguando parcialmente el impacto de los salarios más altos en la inflación. No obstante, "las condiciones de financiación siguen siendo restrictivas y la actividad económica sigue siendo moderada, lo que refleja la debilidad del consumo privado y la inversión".
Este jueves era uno de los días marcados en la agenda de los inversores. El Banco Central Europeo (BCE) tomaba su decisión sobre los tipos de interés y ha cumplido con el guion previsto, puesto que ha rebajado el precio del dinero en 25 puntos básicos. No obstante, con lo que sí ha sorprendido ha sido con sus previsiones de crecimiento económico e inflación, puesto que la entidad presidida por Christine Lagarde ha mantenido sin cambios sus proyecciones sobre la evolución de los precios, pero sí ha rebajado su pronóstico de PIB una décima, tanto para este año como para los dos próximos. El escenario económico es, por tanto, algo más sombrío.