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Soledad Núñez, la técnica más política para un Banco de España con el crédito en juego
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VUELVEN LOS 'MINESOTOS'

Soledad Núñez, la técnica más política para un Banco de España con el crédito en juego

La nueva subgobernadora, secretaria del Tesoro durante la crisis de deuda, refleja la creciente influencia del 'zapaterismo' y aportará mano izquierda dentro y fuera del banco

Foto: La nueva subgobernadora del Banco de España, Soledad Núñez. (EC Diseño)
La nueva subgobernadora del Banco de España, Soledad Núñez. (EC Diseño)
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Si la primera decisión de la era Escrivá en el Banco de España debía servir para apuntalar la independencia del organismo frente a las voces que acusan al Ejecutivo de asaltar las instituciones, la elección de Soledad Núñez (Badajoz, 67 años) como subgobernadora no ha hecho más que alimentar todas las suspicacias. La nueva número dos del regulador, que sustituye en el cargo a Margarita Delgado, ya fue vetada en 2012 por el Partido Popular para el mismo puesto debido a su vinculación con el Partido Socialista. Ahora regresa a la primera línea tras una decisión que algunos interpretan como una maniobra del Gobierno para situar un contrapeso al nuevo gobernador, que ha demostrado ser un verso suelto allí donde va y tiene que ganarse credibilidad frente a quienes lo ven como un mero peón del Ejecutivo.

Escrivá es un técnico muy político tras su paso por el Consejo de Ministros, pero Núñez es la más política de los técnicos tras su paso por la Dirección General de Política Económica (2004-2005) y la Dirección General del Tesoro (2005-2011) en la época de José Luis Rodríguez Zapatero. Quienes la conocen alaban su trayectoria y capacidad, y resaltan su papel discreto, que puede aportar mano izquierda hacia dentro y hacia fuera.

Ayudará, dicen estas fuentes, a calmar las aguas entre los funcionarios del banco —es una de ellos—, que han acogido con desconfianza el nombramiento del exministro y sus ya habituales planes de revolución, cuyas primeras muestras han cristalizado tras la primera reunión de la Comisión Ejecutiva, este mismo lunes. Y también contribuirá, aseguran, a que el Ejecutivo encuentre un anclaje en la institución frente a un Escrivá siempre imprevisible, que no tendrá más remedio que cargar contra quien lo designó si quiere hacer gala de su independencia, muy cuestionada desde todos los ámbitos.

Aunque según la Ley de Autonomía del Banco de España la propuesta de nombramiento corresponde al propio gobernador, todo apunta a que en este caso se ha tratado de un mero formalismo, y la decisión ha venido directamente desde el Gobierno. En un momento de creciente influencia del expresidente Zapatero sobre el sanchismo, el PSOE ha recuperado a una de esas personas que, como él, terminó su trayectoria en el Ejecutivo abrasada por la gestión de la peor recesión económica en varias décadas. Pese a todo, el papel que jugó durante aquella época tan complicada es reconocido por quienes coincidieron con ella.

Foto: La nueva subgobernadora del Banco de España, Soledad Núñez. (Banco de España)

Núñez forma parte del núcleo duro de economistas del zapaterismo, que se conformó durante la larga travesía del PSOE por el desierto en la época de José María Aznar y acaparó el poder con la llegada de los socialistas a la Moncloa en 2004. Miguel Sebastián, capitán de esa generación formada en la Universidad de Minnesota, la trajo a la Oficina Económica del Gobierno como su mano derecha, en un grupo que completaba, entre otros, el sucesor de Sebastián, David Taguas, o el sucesor de Taguas, Javier Vallés, a la sazón marido de la nueva subgobernadora. Todos ellos se habían doctorado en la prestigiosa institución norteamericana gracias a una pasarela para los investigadores españoles más brillantes, abierta por el que acabaría siendo consejero de Economía en la Generalitat de Artur Mas, Andreu Mas-Colell.

Los 'minesotos'

Sebastián, Vallés, Núñez y los demás minesotos —como se les conoce en los círculos económicos— salieron del Ejecutivo con la caída de Zapatero, pero siguieron reuniéndose cada año por Acción de Gracias para escrutar los problemas del país. Informalmente, lo hacen de forma habitual en grupos más pequeños, entre los que destaca la relación de amistad de Sebastián y Núñez. El exdirector de la Oficina Económica ya la apadrinó para la presidencia del Banco de España en 2006, pero finalmente el entonces vicepresidente del área, Pedro Solbes, hizo valer a su propio candidato, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), hasta aquel momento secretario de Estado de Hacienda.

Núñez coincidió con Sánchez en Economistas 2004, que elaboró el primer programa de ZP

Ahora, la llegada de Escrivá ha devuelto las prevenciones sobre el salto de un miembro del Ejecutivo al regulador. Pese a su pasado en el equipo de Zapatero, o gracias a él, Núñez proviene de la propia dirección del Banco de España, para la que fue elegida en octubre de 2018 como miembro del Consejo de Gobierno y de la Comisión Ejecutiva, poco después de la moción de censura que aupó de nuevo a los socialistas al Gobierno.

No hay que olvidar que un entonces jovencísimo Pedro Sánchez, así como quienes hasta ahora han sido sus manos derechas en el gabinete de la Presidencia —Óscar López, flamante sustituto de Escrivá en el Ministerio de Transformación Digital y Función Pública, y Antonio Hernando—, entraron en contacto con Sebastián, Núñez y los minesotos a través de un grupo llamado Economistas 2004, que diseñó el programa económico con el que el PSOE ganó las elecciones de aquel año.

Los ángulos grises

De carácter serio, estilo sencillo y trayectoria impecable (doctora en Economía por Minnesota, doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la Complutense, tres décadas de experiencia en sus dos etapas en el Banco de España, exmiembro externo del sistema de liquidación de valores del Banco Central Europeo Target2-Securities, docente en diferentes universidades...), la nueva subgobernadora tiene más peso académico que Escrivá, pero eso no la exime de una vinculación indudable con el socialismo español. Su nombramiento adolece del mismo defecto que se le imputa al nuevo gobernador: nadie cuestiona su valía, pero la imagen que transmite es la de una posible falta de imparcialidad. La negativa del PP a participar en la designación, como solía corresponderle al principal partido de la oposición, tampoco ayuda.

Foto: El nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá. (Europa Press)

Además, su pasado también presenta algunos ángulos grises, como su posible intervención, en calidad de consejera nata de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), para evitar que la energética alemana E.On se hiciese con el control de Endesa, un comportamiento que en su día fue denunciado por el Partido Popular. También su paso por el consejo del malogrado Banco de Madrid.

En cualquier caso, el episodio que más pesa en su biografía es, todavía, su paso por el Tesoro durante los años más duros, cuando el Ejecutivo y el Banco de España entonces dirigido por MAFO poco pudieron hacer ante la embestida de los mercados: Núñez llegó al cargo con la prima de riesgo —el diferencial del bono español a 10 años con el alemán, que sirve como medida de la solvencia del Estado— prácticamente a 0, y la dejó rozando los 400 puntos básicos, pese a sus ingentes esfuerzos en los road shows para convencer a los inversores internacionales.

Este legado vinculado a la crisis, que se ha convertido en la caricatura con la que muchos recuerdan la gestión de los gobiernos de Zapatero, no le ha impedido llegar más lejos que su padre, José Luis Núñez, que fue subdirector general de Inspección del supervisor. La nueva subgobernadora, pionera en el ámbito de las finanzas sostenibles en nuestro país y segunda mujer en desempeñar el cargo, mamó el Banco de España desde la cuna. Este martes, ha culminado con su nombramiento en el Consejo de Ministros una carrera que comenzó en 1987 como titulada del Servicio de Estudios. El zapaterismo está de vuelta, y los minesotos piden paso para resurgir de las cenizas de la Gran Recesión.

Si la primera decisión de la era Escrivá en el Banco de España debía servir para apuntalar la independencia del organismo frente a las voces que acusan al Ejecutivo de asaltar las instituciones, la elección de Soledad Núñez (Badajoz, 67 años) como subgobernadora no ha hecho más que alimentar todas las suspicacias. La nueva número dos del regulador, que sustituye en el cargo a Margarita Delgado, ya fue vetada en 2012 por el Partido Popular para el mismo puesto debido a su vinculación con el Partido Socialista. Ahora regresa a la primera línea tras una decisión que algunos interpretan como una maniobra del Gobierno para situar un contrapeso al nuevo gobernador, que ha demostrado ser un verso suelto allí donde va y tiene que ganarse credibilidad frente a quienes lo ven como un mero peón del Ejecutivo.

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