El bloqueo político pone en riesgo el sueño de Ribera con la Comisión Nacional de Energía
El regulador espera los últimos informes para entrar en el debate político. El choque entre Junts y el PSOE dificulta un organismo de especial interés en el acuerdo de Gobierno
La Comisión Nacional de Energía (CNE) está a la espera del informe del Consejo de Estado para entrar en la 'rueda política'. Algo que, como informan fuentes conocedoras, es "inminente". El inicio de su tramitación parlamentaria llega en el peor momento. La enemistad declarada entre Junts per Cataluña con Moncloa impedirá la creación de este organismo, que es la medida 'estrella' en el ámbito energético del pacto de Gobierno entre PSOE y Sumar.
La recuperación de la CNE era su idea para tomar las riendas de la transición energética. Un plan que cuenta con detractores y defensores, tanto en el sector energético como en las formaciones políticas. Junts era una de esas formaciones que, de momento, todavía no había elegido bando. Su postura ahora no puede ser otra, según explican fuentes conocedoras, que dar un nuevo disgusto a los socialistas y, en especial, a los socialistas catalanes.
El PSC ha trabajado activamente en Cataluña para explicar el atractivo de independizar la actividad energética de la CNMC. Algo que quedó patente el pasado 5 de febrero cuando compartieron convite en la Pedrera de Barcelona la ministra Teresa Ribera, el ministro Jordi Hereu, Salvador Illa y los grandes 'jefes' del gas. El tema energético es un asunto sensible para la región. El gran poder de las gasistas, la dependencia de la generación nuclear para su sistema eléctrico, los problemas para la implantación de renovables o la puesta en marcha de una futura industria del hidrógeno que alimenta los hornos de su gran industria son asuntos en los que en un futuro CNE tendrá mucho que decir.
Unas necesidades 'económicas' que en tiempos de bloqueo político quedan en un segundo plano para la decisión de Junts, que utilizará esta tramitación para continuar su venganza. Esto es ‘música’ para los oídos de grandes compañías energéticas como Repsol, Endesa o Naturgy. La creación de la CNE se interpreta en el sector como un instrumento político que busca aumentar el control del Gobierno sobre su negocio.
Una bandera que también se espera que sujete el Partido Nacionalista Vasco. El sector cuenta con el PNV como el defensor de los intereses de sus grandes generadores de PIB, como es el caso de Iberdrola y Petronor (Repsol). Pero, como aseguran fuentes cercanas a los 'jeltzale', de momento están más en el 'sí' que en el 'no'. El PNV no ve con malos ojos el organismo, pero la clave de su apoyo estará en la letra pequeña de su tramitación parlamentaria de este anteproyecto de ley. Y si Junts asume el papel de enemigo de la CNE, otra batalla que no tendrá que librar.
Una corriente favorable
El sueño de recuperar el regulador energético también tiene un lobby en su defensa. Los 'pro' CNE explican que un organismo especializado, sin otras distracciones, permite regular con más precisión un sector tan estratégico para el país. Además, sus defensores más 'técnicos' ven en esta escisión una forma de volver a un modelo más exitoso que el que se ha vivido desde 2013 con su integración en CNMC. Para ellos, recuperar los organismos independientes es adecuarse al sistema existente de las grandes potencias europeas, con la excepción de Países Bajos.
Uno de sus mayores valedores es Mariano Bacigalupo, marido de Ribera y exconsejero de la antigua CNE. "¿Qué dato aporta la realidad institucional comparada? En la Unión Europea, 3 de 27 Estados miembros han optado por autoridades integradas de regulación y competencia", zanjaba en sus cuentas personales tras conocerse este punto del acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar.
La idea de crear un organismo que impida "forrarse" al sector energético es imparable para Podemos, Bildu o el Bloque Nacionalista Galego
Esa es la parte más técnica. Los defensores políticos de esta medida están a la izquierda de PSOE y Sumar. La idea de crear un organismo que impida "forrarse" a las grandes energéticas "a costa de los vulnerables" es imparable para Podemos, Bildu o Bloque Nacionalista Galego. También lo es para ERC, que además suma que su acuerdo de Gobierno con PSC le permite tener acceso a la toma de decisiones de esa futura CNE. La gota que colma el vaso para que Junts ponga todo de su parte para torpedear su puesta en marcha.
La Comisión Nacional de Energía (CNE) está a la espera del informe del Consejo de Estado para entrar en la 'rueda política'. Algo que, como informan fuentes conocedoras, es "inminente". El inicio de su tramitación parlamentaria llega en el peor momento. La enemistad declarada entre Junts per Cataluña con Moncloa impedirá la creación de este organismo, que es la medida 'estrella' en el ámbito energético del pacto de Gobierno entre PSOE y Sumar.
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