La patata caliente de Calviño en el BEI: el 50% de la plantilla teme represalias si denuncia

Nadia Calviño, que se convirtió en la primera mujer presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), tiene su primera patata caliente desde que diera el salto desde la vicepresidencia al contar con el apoyo de los ministros de finanzas de la Unión Europa: la mitad de la plantilla tiene miedo a denunciar malas prácticas en la institución financiera al temer represalias.

Así se desprende de la primera encuesta sobre los mecanismos de denuncia de irregularidades del banco público europeo y que se realizó en 2023, meses antes de que accediera la exvicepresidenta del Gobierno al cargo de presidenta del BEI.

La encuesta, de la que se ha hecho eco el Financial Times, refleja las inquietudes de los trabajadores del BEI, que temen repercusiones si denuncian cualquier mala conducta en el seno del BEI, ya sea acoso, hostigamientos o fraude. Así, y en esta misma línea de pesimismo, solo el 14% se muestra satisfecho con el resultado tras denunciar malas conductas, según la presentación a la que tuvo acceso el medio británico.

El BEI se enfrenta, además, a uno de sus momentos clave. Los principales países europeos se encuentran presionados por el giro verde que se vive a nivel mundial y deben financiar la ambiciosa transición verde y, además, las necesidades de defensa en un momento en el que los conflictos geopolíticos van en aumento, lo que provoca que cada vez se pida más dinero a la institución.

En el seno de la plantilla cunde la percepción de que falta mucha supervisión y que, también, la naturaleza política de los nombramientos en los puestos clave de la entidad es por favoritismos y procesos por parte de recursos humanos que son muy opacos, según señalan varios trabajadores.

Con este escenario, solo el 40% de los trabajadores encuestados señaló que cree que el banco le protegería si informara sobre la problemática que se produzca o que atenderían y analizarían su caso.

Este pesimismo, de todos modos, no es nuevo al mostrar históricamente que la satisfacción con los estándares éticos del banco es siempre baja. Así, en 2019 solo un 30% de los empleados considera que el banco tenía una buena calificación en cuestiones como profesionalidad, ética e integridad. Porcentaje que aumentó en cinco puntos porcentuales, hasta el 35%, en la que se realizó en 2022.