España destruye 11.000 empleos en el primer trimestre, con 104.000 parados más

El primer trimestre del año siempre es negativo para el mercado laboral, pero esta vez no lo ha sido tanto. Tras un último cuarto de 2022 caracterizado por la destrucción masiva de puestos de trabajo, España sigue sin crear empleo, pero cada vez pierde menos. Así lo indica la Encuesta de Población Activa (EPA) conocida este jueves. Aunque el número de ocupados descendió en 11.000, las cifras adelantadas por el Instituto Nacional de Estadística apuntan a una recuperación de la economía tras un otoño complicado: es la menor caída en un primer trimestre desde 2007, antes de la Gran Recesión.

España cuenta con 20,45 millones de ocupados, 368.000 más que hace 12 meses, cuando se empezó a aplicar la reforma laboral de forma plena. Una gran parte de esa vitalidad se debe al incremento de la población activa, que creció en 321.000 personas desde hace un año, y en casi 93.000 solo en el primer trimestre. Esto explica que el aumento del desempleo multiplique por nueve al del descenso de la ocupación: la mayor parte de los nuevos parados son personas que antes no buscaban trabajo.

Pese a todo, los datos de paro arrojan sombras sobre la recuperación mercado laboral. Se sitúa en 3,13 millones (un 13,26%), tras subir en 103.000 personas durante el primer trimestre, su peor dato en un inicio de año desde 2020, cuando estalló la pandemia. En 2022, cuando España aún sufría los efectos de la última gran ola del coronavirus, solo se incrementó en 71.000. Además, los hogares con todos sus miembros en paro marcan su máximo desde el verano de 2021, al superar el millón.

Los datos son contradictorios, pero el Ministerio de Economía prefiere ver el vaso medio lleno: "La Encuesta de Población Activa confirma la aceleración del empleo en el primer trimestre del año". Si se pone en perspectiva, la creación de puestos de trabajo ha aumentado su ritmo: la tasa de variación anual de la ocupación ha pasado del 1,38% en el cuarto trimestre de 2022 al 1,83% en el primer trimestre de 2023. Sin embargo, esto no significa que la vitalidad vuelva a los niveles previos al bache del otoño, ni mucho menos. Hace un año, esta misma tasa se situaba en el 4,57%.

Por sectores, la pérdida total de puestos de trabajo en el primer trimestre equivale a la registrada en la industria, que sigue sin recuperarse del incremento de los precios de la energía. Es el dato más preocupante, ya que no tiene un componente estacional, a diferencia de lo que ocurre con los servicios, que viven en invierno la temporada más baja para el turismo y la resaca de la Navidad. Pese a todo, este ámbito sumó casi 8.000 ocupados, mientras la agricultura se dejaba 5.000 y la construcción, cerca de 3.000. Cuatro de cada cinco empleos perdidos corresponden al sector privado.

Otras de las ambigüedades que arroja la EPA se refiere a la calidad del empleo. La tasa de temporalidad sigue cayendo como consecuencia de la reforma laboral: si a finales de 2022 rozaba el 18%, ahora apenas llega al 17,3%. La mano de obra con contrato indefinido continúa en ascenso (94.000 más), en paralelo al descenso de la temporal (117.000). En cambio, los trabajadores a tiempo parcial han aumentado en casi 24.000, hasta superar el 13,7% del total, una décima más. Se rompe, así, la racha positiva de los últimos 12 meses.

Mujeres y autónomos tiran del empleo

La destrucción del empleo en el arranque del año resultó especialmente intensa en las empresas, con 23.000 asalariados menos. En cambio, el número de trabajadores por cuenta propia aumentó en 12.000, al contrario de lo que había ocurrido durante el último año. Por sexo, las mujeres tiran, una vez más, del mercado laboral, con 42.000 ocupadas más en el trimestre, frente al descenso de 53.000 entre los hombres. En los últimos 12 meses, la creación de empleo femenino ha doblado a la masculina.