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Los Veintisiete se marcan el objetivo de reformar las reglas fiscales de la UE este año
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MÁS FLEXIBLES Y ADAPTADAS

Los Veintisiete se marcan el objetivo de reformar las reglas fiscales de la UE este año

Los ministros de Finanzas de la UE respaldan que Bruselas presente una propuesta para unas reglas fiscales más flexibles a pesar de las amenazas de última hora de Alemania

Foto: edificios de oficinas del Banco Central Europeo. (EFE/Andre Pain)
edificios de oficinas del Banco Central Europeo. (EFE/Andre Pain)

Los ministros de Finanzas de los Veintisiete han cerrado este martes un acuerdo para respaldar una revisión de las reglas fiscales que sean más flexibles y adaptadas a la situación de cada Estado miembro y que ahora deberá plasmar en una propuesta legislativa la Comisión Europea. Además, los ministros han expresado su voluntad de cerrar el acuerdo a finales de 2023, de manera que las nuevas normas puedan servir de guía durante el 2024, considerado como un año de transición entre las viejas reglas fiscales y las nuevas.

El acuerdo ha sido posible a pesar de que el encuentro entre ministros de Finanzas comenzó con un el alemán Christian Lindner lanzando la amenaza de un posible veto a una comunicación que era clave para mantener la esperanza de un acuerdo este año: sin el comunicado conjunto los líderes, que se reúnen la semana que viene, no podrían encargar a la Comisión Europea la presentación de una propuesta. Pero finalmente Alemania se ha limitado a forzar la inclusión de un par de frases adicionales al texto ya acordado.

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Han sido meses de intensos contactos entre los distintos ministerios con el objetivo de encontrar un terreno común que permita a la Comisión Europea identificar dónde se encuentra el consenso que puede garantizar un acuerdo sobre las futuras reglas fiscales. Hay doce puntos de acuerdo sobre unas normas que no modifican los dos grandes pilares del pacto de estabilidad y crecimiento: los objetivos de un déficit presupuestario por debajo del 3% y de una deuda pública inferior el 60% del PIB.

Partiendo de esa base los Veintisiete están de acuerdo en otros once puntos básicos, como que deben presentarse planes fiscales-estructurales que cubran reformas e inversiones a medio plazo, y que ofrezcan un camino creíble a la reducción del déficit por debajo del 3% siguiendo unas sendas fiscales propuestas por los propios Estados miembros como parte de sus planes fiscales. Aunque, eso sí, los ministros señalan que habrá una trayectoria general y que las desviaciones de esa trayectoria deberán ser explicadas.

Foto: Roberta Metsola preside la reunión del Consejo Europeo, este jueves. (EFE/EPA/Stephanie Lecoq)

Como estaba previsto, todo el comunicado se enfoca a cambiar los requisitos cuantitativos, como la norma de la reducción de un veinteavo de la deuda pública al año, por requisitos cualitativos: es decir, lo que importará es que los Estados miembros con una deuda pública superior al 60% cuenten con planes a medio plazo que “deben garantizar que la proporción se reduzca lo suficiente”.

Otro de los puntos en los que los ministros de Finanzas están de acuerdo es que las actuales normas fiscales contaban con multas tan cuantiosas que era políticamente imposible aplicarlas, y por eso señalan que están de acuerdo en una reducción del montante de esas multas para hacer más efectivo el papel de la Comisión Europea como vigilante de que las reglas se cumplen. “La aplicación debe ser más eficaz, incluso a través de una mayor transparencia. El monto monetario inicial de las sanciones financieras debe reducirse para permitir una aplicación más realista”, señalan los ministros en su comunicado.

La aplicación debe ser más eficaz, incluso a través de una mayor transparencia

Eso sí, los titulares de Finanzas tienen claro que queda mucho trabajo por delante y lo subrayan el punto séptimo del texto, en el que apuntan que hará falta más claridad sobre algunos cálculos clave para la aplicación de las reglas fiscales, o para marcar cómo se establecerá la trayectoria fiscal general que servirá de guía para los Estados miembros, así como el papel que jugarán las recomendaciones específicas por país de la Comisión Europea y “la idoneidad y el diseño de puntos de referencia cuantitativos comunes para respaldar el marco reformado”, donde se concentrarán muchos de los pulsos entre capitales en los próximos meses.

Amenazas alemanas

Los ministros se han felicitado por obtener un acuerdo, pero este no ha llegado sin tensión por las presiones de última hora de Lindner, que se ha justificado asegurando que ha sido “constructivo”, pero cuyo comportamiento ha irritado a algunos de sus socios, después de que ayer ya pusiera en duda un texto de apoyo a las orientaciones fiscales de la Comisión Europea para 2024, ya que el alemán considera que los primeros procedimientos de déficit excesivos no deberían retrasarse hasta la primavera del año que viene y deberían abrirse este mismo curso.

Lo que sí ha forzado Lindner es a la inclusión de que haya conversaciones técnicas “en profundidad” entre la Comisión Europea y los Estados miembros incluso antes de que haga la propuesta legislativa. “Eso significa que no habrá carta blanca sino que se necesitará más discusiones técnicas y en profundidad sobre las cuestiones pendientes”, ha señalado el ministro, cuyo Gobierno de coalición está siendo sometido a una fuerte presión por parte de otras capitales que consideran que está en una actitud de bloqueo a nivel europeo, al haber frenado recientemente un acuerdo ya alcanzado políticamente para la prohibición de venta de coches de combustión después de 2035.

Foto: Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen. (Reuters/Lars Hagberg)

Sin embargo, Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno, ha restado importancia a esas tensiones. “Hemos dejado atrás esa aproximación que ha guiado los debates de política fiscal en otras épocas, con una fuerte confrontación y con trincheras en las que se alineaban los distintos países. Creo que hay una actitud constructiva”, ha explicado en una rueda de prensa posterior al encuentro.

Los ministros de Finanzas de los Veintisiete han cerrado este martes un acuerdo para respaldar una revisión de las reglas fiscales que sean más flexibles y adaptadas a la situación de cada Estado miembro y que ahora deberá plasmar en una propuesta legislativa la Comisión Europea. Además, los ministros han expresado su voluntad de cerrar el acuerdo a finales de 2023, de manera que las nuevas normas puedan servir de guía durante el 2024, considerado como un año de transición entre las viejas reglas fiscales y las nuevas.

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