La Seguridad Social paga ya 10 millones de pensiones cada mes

Diez millones. Este es el número de pensiones que pagará este mes de enero la Seguridad Social dentro del sistema contributivo. No se incluyen, por lo tanto, otras 447.000 pensiones de naturaleza no contributiva que se financian con impuestos y no con cotizaciones sociales.

La cifra, como es lógico, supone el máximo de la serie histórica y alcanza ese nivel al comienzo de un periodo decisivo para la sostenibilidad del sistema público de pensiones, como es la llegada al ámbito de cobertura de la Seguridad Social de los primeros efectivos de la generación de los baby boomers, es decir, de la cohorte demográfica más numerosa, nacida a partir de mediados de los años cincuenta.

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El año 2022, en concreto, cerró con 9.994.836 pensiones, de las que el 63% son de jubilación. Teniendo en cuenta que cada mes, de media en el último año, el número de pensiones de todo tipo crece en 6.490, eso significa que este mes de enero de 2023 se romperá la barrera de los 10 millones de pensiones pagadas.

Hay que recordar que la población española hasta el pasado 1 de julio se situó en 47,6 millones, lo que significa que por cada 4,76 habitantes existe una pensión del sistema de Seguridad Social. Si solo se tiene en cuenta a quienes están en edad de trabajar (entre 16 y 65 años), el resultado es que por cada tres personas en esa circunstancia hay una pensión. En la última década, el número de pensiones ha crecido un 9,2%, pero a la vista de la pirámide demográfica, esa tasa se irá acelerando, al menos, hasta finales de la década.

Más pensiones, pero, por el contrario, menos nacimientos. Según las últimas proyecciones de Estadística, se prevé que el número de nacimientos continuará reduciéndose hasta al menos el año 2027, cuando se espera un cambio de tendencia. A partir del siguiente año, los nacimientos podrían comenzar a aumentar debido a la llegada a las edades de mayor fecundidad de generaciones cada vez más numerosas. En particular, por los efectos que ha tenido la llegada de inmigrantes durante la segunda mitad de los años noventa y primeros de la década de los dos mil. En menos de una década, llegaron a España alrededor de cinco millones de inmigrantes.

Más tiempo cobrando pensión

En sentido contrario actúa el hecho de que, entre enero de 2010 y el mismo mes de 2022, la población con 65 y más años ha crecido un 22%, siendo este el factor principal del incremento en el número de pensiones de jubilación, que en el mismo periodo creció una tasa similar. A esto hay que añadir que la esperanza de vida a los 65 años, que en 2021 fue de 21,57 años, ha aumentado en dos años y cinco meses desde el año 2000, lo que supone la prolongación del tiempo en que se percibe una pensión de jubilación.

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A tener en cuenta, igualmente, que la edad media de jubilación todavía está lejos de lo que marca el sistema como referencia general. La edad media de las nuevas jubilaciones se sitúa hoy en 64,8 años en el total del sistema, inferior en un año y cuatro meses a los 66 años y dos meses establecidos como la edad legal en 2022.

El número de pensiones que paga la Seguridad Social, sin embargo, no coincide con el de pensionistas, toda vez que el sistema permite cobrar dos o más pensiones siempre que no sean incompatibles. Con datos de noviembre, el número de pensionistas asciende a 9.036.457, lo que significa que casi un millón de personas recibe doble prestación.

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Eso quiere decir que la relación pensiones/pensionistas se sitúa en 1,1 veces, siendo mayor en el caso de las mujeres (1,17 veces) debido a que son las mayores perceptoras de viudedad, que suponen el 17,2% de las prestaciones que paga la Seguridad Social. Esa relación, en todo caso, es la más elevada de la serie histórica, lo que tiene que ver, fundamentalmente, con la incorporación de la mujer al mundo laboral, al ser compatible cobrar una pensión de jubilación con una de viudedad.

Complementos de mínimos

El problema financiero para el sistema público de pensiones no tiene solo que ver con el creciente desequilibrio entre población ocupada y número de personas que acceden a las prestaciones del sistema, sino con el hecho de que muchos pensionistas no han podido cotizar suficiente para alcanzar la prestación mínima que garantiza la Seguridad Social. Algo que obliga a aplicar los llamados complementos de mínimos, que son una especie de subvención a los pensionistas en esa situación.

Pues bien, nada menos que uno de cada cuatro pensionistas (el 24,2%) se encuentra en esa situación, pero en el caso de las mujeres se alcanza el 32,7% (una de cada tres), debido a que sus carreras laborales han tenido frecuentemente muchas lagunas. Los complementos de mínimos, de hecho, ya representan el 4,5% del gasto total en pensiones, lo que da idea de su relevancia en términos económicos.

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Otro de los problemas tiene que ver con la diferente cuantía de las pensiones de jubilación que causen alta (las nuevas) y las que se dan de baja por fallecimiento del beneficiario, el llamado efecto sustitución. Mientras que el importe mensual de las nuevas altas asciende a 1.170 euros (hombres y mujeres), las que causan baja ascienden a 1.057 euros.

Existe, por lo tanto, una diferencia de 113 euros que en parte se financia con las mayores aportaciones de los nuevos beneficiarios, que han cotizado con bases de cotización más elevadas, pero solo en parte, ya que el sistema contributivo es deficitario. En el caso de las pensiones de jubilación del nivel contributivo, las más elevadas del sistema público de protección social, la cuantía media de las nuevas altas asciende ya a 1.470 euros.