La OPEP revisa a la baja los pronósticos de demanda de crudo para 2022 y 2023
Además de la inflación, otros factores que merman las perspectivas petroleras son las subidas de tipos de interés y las persistentes restricciones por la pandemia en China
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) revisó este miércoles a la baja sus pronósticos de demanda petrolera global para 2022 y 2023, ante la persistente presión inflacionista en economías clave como EEUU, Europa y China.
Según explica la OPEP en su informe mensual de octubre, emitido en Viena, la demanda subirá este año 0,5 millones de barriles diarios (mbd) menos de lo estimado hasta ahora, mientras que para 2023, la revisión a la baja es de 0,36 mbd. Con ello, la demanda global se situará en 2022 en 99,67 mbd, un 2,7% más que el año pasado, al tiempo que para 2023 se prevén 102,02 mbd, un 2,35% más que este año.
Aparte de la inflación, otros factores que merman las perspectivas petroleras son las subidas de tipos de interés en Estados Unidos y la Unión Europea, así como las persistentes restricciones por la pandemia de covid-19 en China. Además, la OPEP habla de lo que califica como "riesgos geopolíticos", en aparente referencia a la invasión rusa de Ucrania. En ese sentido, los analistas aseguran que "una resolución de la situación geopolítica en Europa del Este podría tener un impacto positivo sobre la inflación". Según la OPEP, eso permitiría "políticas monetarias menos restrictivas, que podrían elevar el sentimiento de los consumidores y de las empresas, y desencadenar numerosos efectos positivos". "Estos factores podrían potencialmente elevar el crecimiento económico por encima de la estimación actual", concluye la OPEP.
Por ahora, los analistas del grupo energético revisan a la baja su estimación de crecimiento global, que sitúa en el 2,7% en 2022 y en el 2,5% en 2023. Para Estados Unidos, los analistas de la OPEP prevén una corrección a la baja, hasta un crecimiento de 1,5% en 2022 y del 0,8% el año que viene, mientras que la zona del euro crecerá en 2022 un 3,0% y un 0,3% en 2023. Para China, los analistas de la OPEP prevén un crecimiento del 3,1% este año y del 4,8% en 2023. Bastante más fuerte será el crecimiento de India, con un 6,5% este año y un 5,6% el año que viene. Brasil, la mayor economía latinoamericana, crecerá este año un 1,5% y un 1,0% en 2023, mientras que Rusia vivirá este año una contracción del 5,7% y un crecimiento del 0,2% en 2023.
Los pronósticos de la OPEP en su informe actual aún no tienen en cuenta la reciente decisión de la alianza OPEP+, formada por la OPEP y un grupo de países productores aliados, con Rusia a la cabeza, de reducir en hasta dos millones de barriles su producción diaria. El trasfondo de esa decisión, considerada por Estados Unidos y la UE como un apoyo implícito a Rusia y a su invasión en Ucrania, es frenar una caída de los precios del crudo.
En septiembre, explica el informe, los precios de las principales marcas de crudo, es decir, el Brent, el WTI y la cesta OPEP, bajaron entre el 6,5 y 8,4%. La demanda por el crudo de la OPEP en 2023 es revisada también a la baja, en 300.000 barriles diarios, hasta 29,4 mbd.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) revisó este miércoles a la baja sus pronósticos de demanda petrolera global para 2022 y 2023, ante la persistente presión inflacionista en economías clave como EEUU, Europa y China.
Según explica la OPEP en su informe mensual de octubre, emitido en Viena, la demanda subirá este año 0,5 millones de barriles diarios (mbd) menos de lo estimado hasta ahora, mientras que para 2023, la revisión a la baja es de 0,36 mbd. Con ello, la demanda global se situará en 2022 en 99,67 mbd, un 2,7% más que el año pasado, al tiempo que para 2023 se prevén 102,02 mbd, un 2,35% más que este año.
Aparte de la inflación, otros factores que merman las perspectivas petroleras son las subidas de tipos de interés en Estados Unidos y la Unión Europea, así como las persistentes restricciones por la pandemia de covid-19 en China. Además, la OPEP habla de lo que califica como "riesgos geopolíticos", en aparente referencia a la invasión rusa de Ucrania. En ese sentido, los analistas aseguran que "una resolución de la situación geopolítica en Europa del Este podría tener un impacto positivo sobre la inflación". Según la OPEP, eso permitiría "políticas monetarias menos restrictivas, que podrían elevar el sentimiento de los consumidores y de las empresas, y desencadenar numerosos efectos positivos". "Estos factores podrían potencialmente elevar el crecimiento económico por encima de la estimación actual", concluye la OPEP.