El Gobierno afronta un coste extra de 15.000 M al prever que se agrave la crisis energética en 2023
El Ejecutivo prepara los presupuestos planteando unos precios de los suministros básicos aún más caros que este año. Pese a ello, la previsión de ingresos tributarios no incluye una hipotética prórroga de las bonificaciones actuales
El Gobierno afronta un coste extra de alrededor de 15.000 millones de euros que aún no ha computado en los presupuestos generales del Estado de 2023, aprobados en el Consejo de Ministros de este martes. Según las previsiones del Ejecutivo, el precio de los suministros energéticos en el próximo ejercicio será superior al de 2022.
En el caso del gas, el Ministerio de Economía vaticina que estará de media en 118,8 euros por MWh, frente a los 114,5 euros por MWh de este año, récord absoluto tras estallar la guerra de Ucrania y la crisis de abastecimiento con Rusia. El precio del gas en el mercado mayorista es cinco veces superior al de la última década, cuando rondaba los 20 euros por MWh.
De esta forma, el coste de la electricidad también se encarecerá. El precio de la luz está influido por el gas, que es quien finalmente marca precio. Es decir, que la electricidad también se prevé más cara para el año que viene. Según el mercado de futuros de OMIP, se encarecerá un 16% el precio mayorista.
Por otro lado, en el caso del petróleo prevé que en 2023 esté en 96,6 euros por barril de Brent frente a los 92,5 euros por barril de este año. Aunque en dólares el precio cae, la pérdida de valor que contempla del euro frente al dólar, moneda de compra del crudo, hace que finalmente esta materia prima acabe costando a los españoles más el año que viene que este.
Pese al agravamiento de la crisis energética que vaticina el Gobierno en su cuadro macro de previsiones, y que ha provocado que en parte se tenga que revisar el PIB a la baja, el Ejecutivo aún no ha prorrogado las bonificaciones de que gozan actualmente los suministros.
El Gobierno prevé que el petróleo esté en 2023 en 96,6 euros por barril de Brent frente a los 92,5 euros por barril de este año
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado que será en noviembre cuando se tome una decisión en función de las circunstancias. En cualquier caso, fuentes de Hacienda señalan que, aunque se prorroguen las ayudas, no se corrigen las previsiones de ingresos fiscales para 2023 en los presupuestos, tal y como se hizo ya en 2022.
En el mercado hay un consenso generalizado en que el Gobierno mantendrá los incentivos si continúa la escalada de precios energéticos, tal y como ya ha hecho en las diversas prórrogas en el último año de crisis energética. Nadie cree que se retiren estos incentivos si se agrava la situación, dada la elevada inflación (+9%), y en año electoral. El encarecimiento de la vida ha sido la preocupación principal de los italianos, que acaban de cambiar de Gobierno.
Además, las rebajas se aprobaron cuando el Gobierno aún tenía unas expectativas mucho mejores que las actuales. El Programa de Estabilidad Presupuestario enviado a Bruselas en abril, tras la bonificación a los carburantes, preveía que el petróleo en 2023 estuviera en 82,4 euros por barril de Brent, casi 15 euros por barril más barato que lo que prevé ahora.
Pese a ello, el Gobierno solo ha confirmado por ahora los descuentos en los transportes de Renfe. La bonificación de 20 céntimos a los carburantes de automoción supone alrededor de 1.500 millones de euros por trimestre (casi 6.000 millones al año). Las bonificaciones a la luz —que suman la bajada del IVA al 5%, la reducción del impuesto especial sobre la electricidad al 0,5% y la suspensión del impuesto a la generación eléctrica (IVPEE)— se estiman en unos 8.000 millones.
Hasta agosto de 2022, aún sin la menor recaudación por la bajada del IVA del 10% al 5%, se habían recaudado 4.522 millones de euros menos, señala la Agencia Tributaria, por lo que se espera que esa cifra se doble para un año completo. La reducción del IVA del gas será de unos 800 millones en un año menos de recaudación.
En total, el Gobierno afronta un coste extra de 15.000 millones de euros de mantener las rebajas fiscales durante todo 2023, por lo que las previsiones de ingresos fiscales reveladas este martes (307.445 millones de euros) estarían infladas, al no tener en cuenta las mismas. Pese a que este es el escenario más plausible, lo que suceda en la guerra de Ucrania puede marcar el devenir de los mercados energéticos y cambiar la situación, aunque ya en abril el Gobierno advirtió a Bruselas de que aun con el fin de la guerra no se espera que los precios de la energía bajen a niveles de antes de esta crisis.
En cualquier caso, el Gobierno está recibiendo críticas por dar subsidios indiscriminados a toda la población, que tienen carácter regresivo, ya que los aprovechan más las rentas más altas. Diferentes organismos como el BCE están pidiendo que focalice las ayudas en los colectivos vulnerables y elimine las ayudas al resto de la población, ya que distorsionar la señal de precio hace que en parte se prolonguen los altos precios por mantener al alza la demanda.
El Gobierno afronta un coste extra de alrededor de 15.000 millones de euros que aún no ha computado en los presupuestos generales del Estado de 2023, aprobados en el Consejo de Ministros de este martes. Según las previsiones del Ejecutivo, el precio de los suministros energéticos en el próximo ejercicio será superior al de 2022.