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¿Mienten las etiquetas de los súper? Hemos pesado 18 productos para averiguarlo
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¿Mienten las etiquetas de los súper? Hemos pesado 18 productos para averiguarlo

Desde finales de agosto, las redes sociales arden con denuncias sobre el peso de los alimentos del súper. El Confidencial ha escogido 18 productos para ver si estas acusaciones tienen algún fundamento

Foto: Foto: Patricia Garcinuño.
Foto: Patricia Garcinuño.
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El pasado 24 de agosto, un perfil de Twitter con menos de 1.000 seguidores (@Reytejado) subía una foto a su cuenta. En la imagen, se veía una bandeja de presa ibérica encima de una báscula de cocina. El peso neto que indicaba era 55 gramos menor de lo que decía la etiqueta. El tuit se volvió viral en cuestión de minutos y desató una cadena de reacciones indignadas. Miles de personas acusando de fraude organizado a algunos de los principales supermercados del país a través de imágenes y relatos subidos en redes sociales. ¿De verdad nos mienten con la etiqueta de los productos del súper? Hemos decidido comprobarlo haciendo nuestro propio experimento y hablando con expertos que conocen bien el proceso.

Foto: Los carteles de precios son microrrelatos de terror. (EFE/Luis Millan)

Varios profesionales de la industria alimenticia consultados por El Confidencial coinciden en que se puede producir algún error puntual, sobre todo cuando se trata de embalajes no industriales —aquellos realizados dentro del propio supermercado—, pero insisten en que hay controles exhaustivos y una legislación muy clara. La normativa se encarga de velar por que no haya ni un gramo de alteración en los pesos. "Las sanciones son importantes y no tendría ningún sentido para una cadena o una marca arriesgarse a ello para ahorrarse unos euros", añaden.

Cadenas como Mercadona han tenido que salir al paso para atajar algunos bulos sobre esta polémica, incluidos varios montajes virales, que han llegado en un momento propicio para prender en las redes sociales: con la inflación, la escalada de precios y prácticas legales, pero polémicas, como la reduflación. Ante la duda, desde El Confidencial hemos decidido hacer nuestra propia prueba. El resultado es claro: nada indica que esto se esté haciendo.

placeholder Uno de los productos analizados. (Foto: P. Garcinuño)
Uno de los productos analizados. (Foto: P. Garcinuño)

El experimento: 18 productos, poco misterio

Para el ejercicio, decidimos comprar cinco productos comunes en cualquier carro de supermercado y hacer lo mismo en 3 establecimientos diferentes. Varios de los alimentos escogidos habían sido señalados por los usuarios como sospechosos de estar entre los alimentos con pesos modificados. En la cesta había: yogures, queso rallado, bolsas de patatas fritas y bandejas de carne y pescado.

En total, 18 productos (15 de marca blanca y tres de marca negra) de tres supermercados elegidos al azar (Mercadona, Aldi y El Corte Inglés) y pesados de diferente forma con la misma báscula. Un típico peso casero usado para postres u otro tipo de recetas.

Los 18 fueron analizados en sus envases y cinco se abrieron y pesaron sin protección, intentando encontrar la diferencia exacta con el peso neto marcado en el envoltorio. Los resultados cumplieron en la mayoría de los casos con lo establecido: pesaban más de lo marcado con el envase y al abrirlo clavaban lo que aparecía en la etiqueta.

Patatas Lays, peso neto 207 gramos.

Hamburguesas de ternera Aldi, peso neto 400 gramos.

Solo en uno de los productos analizados encontramos una leve diferencia que, consultada con expertos, podría deberse a la pérdida de agua que sufren todos los alimentos frescos: dos filetes de dorada comprados en el supermercado de El Corte Inglés. La diferencia entre el peso neto de la etiqueta y el que nos ofreció la báscula sin bandeja fue de 13 gramos. Frente a los 200 que señalaba el plástico, el producto final se quedó en 187.

Pescado El Corte Inglés, peso neto 200 gramos.

Yogur de Hacendado, peso neto 125 gramos.

Los expertos consultados aseguran que se trata de procesos muy vigilados. Y, a la hora de buscar una explicación a divergencias puntuales, señalan que uno de los principales factores es la disparidad de los pesos. Miguel Ángel Lurueña, divulgador, autor del 'blog' Gominolasdepetróleo y experto en industria alimentaria, dice que las básculas, sobre todo las caseras, pueden tener problemas de calibrado. "Nada es tan sencillo como poner el producto en una báscula y apuntar el resultado, sobre todo si estamos hablando de diferencias de 10 o 15 gramos, donde estos detalles son clave". Aunque, matiza, "en diferencias tan grandes como la marcada por el usuario que subió la primera imagen que se hizo viral, lo de la calibración del peso ya no puede ser la explicación".

¿Qué explica todo esto?

Más allá de la polémica en redes, Lurueña detalló hace unos días por qué podían suceder este tipo de casos. Hablaba de cómo la carne o el pescado pueden perder agua y, por tanto, reducir su peso con el paso del tiempo, y que esto puede notarse al retirar la bandeja. Y señalaba que la legislación da baremos que permiten asumir las pequeñas diferencias. Para alimentos de un kilo, por ejemplo, se permiten variaciones de hasta 15 gramos.

Esas diferencias muestran lo difícil que es llegar a pesos exactos en alimentos. "Influyen muchas cosas, lo que hemos comentado de la pérdida de agua, la dificultad de colocar piezas exactas en los envases, pequeños errores en la calibración o los instrumentos. Lo vemos como algo muy sencillo y básico, pero nada más lejos de la realidad. Medir el peso de forma exacta es algo complejo, incluso con la tecnología actual".

Queso rallado Aldi, peso neto 250 gramos.

Por último, el experto pide que la gente se informe y conozca lo que hay en el supermercado para evitar dudas o ideas de que nos están engañando. "Hay mucha gente que se cree estas cosas porque, total, si ya nos mienten con las bolsas de patatas, por qué no lo van a hacer con el peso. Pero no saben que estas bolsas, por ejemplo, vienen medio vacías porque van en una atmósfera protectora que evita que se pongan rancias, se rompan, etc.", señala. "También hay mucha gente criticando prácticas como dejar el centro de los botes de atún o espárragos medio vacío... Obviamente, hay muchas prácticas criticables, pero para evitar sentirse engañado lo mejor es mirar los pesos netos y el resto de información del producto. Nos evitaremos estos problemas".

Desde El Confidencial nos hemos puesto en contacto con diferentes patronales del sector alimentario y algunas marcas y todas han preferido no comentar esta polémica.

El pasado 24 de agosto, un perfil de Twitter con menos de 1.000 seguidores (@Reytejado) subía una foto a su cuenta. En la imagen, se veía una bandeja de presa ibérica encima de una báscula de cocina. El peso neto que indicaba era 55 gramos menor de lo que decía la etiqueta. El tuit se volvió viral en cuestión de minutos y desató una cadena de reacciones indignadas. Miles de personas acusando de fraude organizado a algunos de los principales supermercados del país a través de imágenes y relatos subidos en redes sociales. ¿De verdad nos mienten con la etiqueta de los productos del súper? Hemos decidido comprobarlo haciendo nuestro propio experimento y hablando con expertos que conocen bien el proceso.

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