Es noticia
El BCE espera que los salarios suban un 5% en 2023 y empiecen a ganar poder adquisitivo
  1. Economía
Los efectos de segunda ronda

El BCE espera que los salarios suban un 5% en 2023 y empiecen a ganar poder adquisitivo

La brusca subida de tipos del BCE busca, en buena medida, frenar las demandas salariales y la caída del euro. La entidad teme que se desencadenen tendencias inflacionistas con carácter estructural

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (Reuters)
La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (Reuters)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Las economías desarrolladas están viviendo la mayor crisis inflacionista desde los años setenta. La escalada de los precios está golpeando especialmente a los hogares, ya que los salarios están congelados en medio de esta vorágine de inflación. En Europa los precios están subiendo más del doble que los salarios y en España suben casi cuatro veces más. La moderación salarial ha sido celebrada desde los bancos centrales, ya que ayuda a evitar que se produzca una espiral inflacionista, pero las familias difícilmente pueden seguir soportando la pérdida de poder adquisitivo.

El Banco Central Europeo (BCE) considera que esta tendencia está a punto de cambiar. La persistencia de la inflación acabará filtrándose a los salarios, que empezarán a subir con fuerza el próximo año. Calcula que la remuneración por asalariado en el conjunto de la eurozona crecerá un 5% el próximo año y un 4% en 2024. Esto es, la subida de los salarios será ya igual o superior a la inflación, de modo que los trabajadores empezarán a recuperar una parte del poder adquisitivo perdido.

Foto: Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. (EFE)

Esta subida de los salarios sería una buena noticia para los hogares y también para la demanda interna, ya que impulsará el consumo. Sin embargo, estos efectos de segunda ronda complicarán la lucha contra la inflación. De hecho, la entidad estima que el IPC seguirá por encima del 5% en 2023 y por encima del 2% en 2024.

El BCE ha cambiado su previsión de salarios por las sorpresas en la evolución registrada en los últimos meses. En algunos países europeos las retribuciones han empezado a crecer como consecuencia de las tensiones de mano de obra. La tasa de paro en la eurozona está en mínimos históricos y en muchos sectores y regiones las empresas tienen dificultades para cubrir sus vacantes. Además, la presión social ha llevado a elevar los salarios de convenio y también los salarios mínimos en casi toda Europa.

España va con algo de retraso, pero lentamente los salarios están reaccionando. Por ejemplo, los convenios firmados este año contemplan una subida salarial del 2,9%, pero los de nivel de empresa suben ya un 4%. Este dato es muy importante, ya que los convenios empresariales solo se firman en empresas grandes, pero no en las pequeñas, que no tienen el tamaño suficiente para abrir un proceso de negociación con sus trabajadores y se guían por los convenios sectoriales. Eso significa que las grandes empresas ya están empezando a subir los salarios con cierta intensidad.

La estadística de convenios coincide con la de salarios declarados a la Agencia Tributaria por las grandes empresas. La remuneración por asalariado del segundo trimestre del año aumentó un 4% respecto al mismo periodo del año anterior. Y volviendo a la estadística de convenios, el cuartil de trabajadores para los que más está subiendo el salario negociado (top 25%), el avance medio es del 5%. Esta cifra coincide con la subida del SMI que prepara el Gobierno para el próximo año, cuando subirá de 1.000 a 1.050 euros.

Aunque en un primer momento la crisis inflacionista no generó efectos de segunda ronda, el BCE anticipa que se desencadenarán en los próximos meses. Todavía de una forma contenida, pero nadie puede descartar que lleguen a ser intensos.

El euro, otro problema

Uno de los motivos que explica que el Banco Central Europeo haya subido los tipos de interés en 125 puntos básicos durante el verano es este temor a que los efectos de segunda ronda puedan desencadenarse justo cuando van a negociarse una parte de los convenios colectivos de aplicación en el próximo año. El segundo motivo es frenar la depreciación del euro.

Foto: Símbolos del euro proyectados en el interior de la Bolsa de París el día de su estreno en el mercado. (Reuters)

La caída de la moneda común, hasta cotizar por debajo de la paridad frente al dólar, es uno de los principales focos inflacionistas que ha tenido Europa. El motivo es que la mayor parte de las materias primas en los mercados internacionales están denominadas en dólares. Por ejemplo, en el caso del petróleo, su cotización ha subido un 40% en el último año, pero el precio en euros ha subido un 62%. Esto es, algo más de un tercio del encarecimiento del petróleo es consecuencia de la debilidad del euro.

Lo mismo ocurre con muchas otras materias primas, ya sean energéticas, industriales o alimenticias. Por eso para el BCE es urgente frenar la caída del euro. Y para ello es necesario que la moneda común vuelva a atraer a los inversores ofreciendo tipos de interés para sus depósitos más atractivos. Esto es lo que está haciendo la entidad con un movimiento tan brusco de los tipos de interés y, por el momento, ha conseguido frenar la caída y recuperar la paridad.

Estos dos objetivos, frenar las demandas salariales y la caída del euro, explican la agresividad de las subidas de tipos del BCE en este momento. La entidad asume el riesgo de frenar la demanda interna en el proceso, pero el momento es clave. Los miembros de la entidad consideran que dar alas ahora a la inflación para evitar una recesión puede desencadenar procesos mucho más difíciles de frenar. Un órdago del BCE en el que está apostando con cargo a una hipotética recesión.

Las economías desarrolladas están viviendo la mayor crisis inflacionista desde los años setenta. La escalada de los precios está golpeando especialmente a los hogares, ya que los salarios están congelados en medio de esta vorágine de inflación. En Europa los precios están subiendo más del doble que los salarios y en España suben casi cuatro veces más. La moderación salarial ha sido celebrada desde los bancos centrales, ya que ayuda a evitar que se produzca una espiral inflacionista, pero las familias difícilmente pueden seguir soportando la pérdida de poder adquisitivo.

Banco Central Europeo (BCE) Inflación
El redactor recomienda