Los nuevos puntos calientes de la España 'turistificada': "No tenemos nada que envidiar al Caribe"

La oferta turística ya no es la que era hace 15 años. Con una crisis económica como la de 2008 y una emergencia sanitaria como la que ha causado el covid, el siglo XXI avanza dando más de un quebradero de cabeza al sector vacacional, pero ni eso parece frenar la ola que se vive en España. La tendencia general, exceptuando algunos casos concretos, es que cada vez hay más oferta en los municipios vacacionales españoles.

Algunos puntos del país llevan años potenciando el turismo de su zona. Así ocurre en la provincia de Las Palmas, donde están algunos de los municipios que más han aumentado su oferta hotelera. ¿Será que el futuro Benidorm está en Canarias?

Pájara, en la isla canaria de Fuerteventura, es el municipio donde más crecen las plazas. Los datos de la encuesta de ocupación hotelera que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que, de 2005 a 2019, la cantidad se ha triplicado, situándose sobre las 29.000 plazas ofertadas. Los grandes aumentos coinciden con las aperturas de hoteles importantes de la zona, como el Royal Palm en 2010, que tiene entre 600-700 plazas, estima la concejala de Turismo de Pájara, María de Silva. Muchas de las variaciones durante la década de 2010, apunta, son obra de las reformas que han experimentado muchos hoteles, y que han provocado los cierres temporales y posteriores reaperturas de los establecimientos.

Los hoteles del municipio no se encuentran en el pueblo de Pájara, ubicado a un cuarto de hora en coche del mar, sino en primera línea de playa en la localidad de Costa Calma, que queda dentro del área municipal. Como su propio nombre indica, lo que llama de la zona es su tranquilidad, sin grandes aglomeraciones de gente. Es, en palabras de María de Silva, "una zona privilegiada", con agua cristalina, gran oferta en deportes acuáticos, hoteles reformados, zona libre de conflictos y un clima estable (una media anual de 22º C). "No tenemos nada que envidiar al Caribe", asegura la concejala.

La encuesta cuenta las plazas como las camas fijas que tienen los establecimientos (no se incluyen las camas supletorias y tampoco las de matrimonio como cama para dos), y Mogán, al igual que Pájara, es otro punto turístico donde cada vez hay más. El municipio de la isla de Gran Canaria se encuentra en tercer lugar, por detrás de Málaga, entre los que más han crecido la oferta en los últimos 15 años. Visto así, los municipios turísticos de las Islas Canarias parecen liderar la lista, aunque hay una excepción que confirma la regla. Puerto de la Cruz, en la isla de Tenerife, inició un camino cuesta abajo de forma paulatina en el número de plazas y establecimientos sobre 2010. La tendencia cambió a partir del verano de 2018, cuando vieron un ligero aumento, y al final el municipio mantiene niveles similares a los de principios de los dos mil.

Ramón Estalella, secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), argumenta que la razón detrás del aumento de plazas y establecimientos es que "no se habían aprobado planes municipales". Cuando los ayuntamientos deciden apostar por el turismo dotando al servicio hotelero, el volumen de oferta crece. El ayuntamiento del municipio recalifica el suelo y “lo que hace es dotarlo para un servicio, entre ellos, el hotelero”.

Eso es lo que ha ocurrido en Segovia, el cuarto municipio con mayor variación en plazas. El ayuntamiento ha apoyado constantemente al sector al distribuir la tierra durante todos estos años, afirma la representante de hoteles de la Asociación de Empresarios de Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia, Casilda Giraldez. Es un apoyo que valoran desde el sector, teniendo en cuenta la compleja situación de la tierra, que alberga zonas muy protegidas por ser cascos históricos. Otro municipio del interior que refleja un fenómeno parecido es el de Teruel.

En otros sitios, la postura que toma el ayuntamiento es la opuesta. En Pájara, para evitar la masificación de la zona, la institución municipal dejó de permitir a partir de 2015-2016 la construcción de nuevos hoteles. En 2019 estaba entre los 15 primeros puntos turísticos con la media más alta de plazas ofertadas, pero incluso para el sector hotelero es importante que no se masifique, ya que eso contravendría la oferta de tranquilidad que la zona brinda a los turistas.

En vez de nuevos establecimientos, el sector hotelero de Pájara está apostando por un "turismo de calidad". Calidad antes que cantidad, porque sí se han permitido las mejoras de los hoteles para que algunos establecimientos suban de rango. "La mayoría eran de cuatro estrellas. Ahora, con las reformas, algunos son de cinco", explica la concejala de Turismo.

"La gente busca una zona de relax, turismo 'slow', de contacto con la naturaleza"

En Viveiro, donde tiene lugar el festival Resurrection Fest, el empujón vino del 'marketing'. Cuando la actual concejala de Turismo del pueblo gallego ocupó el cargo hace nueve años, se encontró con una institución que, en lo que respecta al turismo, "no estaba haciendo lo suficiente", cuenta la propia concejala, Marisol Rey, a este periódico. Una vez que llegó al puesto, puso en marcha un plan para potenciar el sector en la zona, que consistió en crear contenido promocional como vídeos y eslóganes, además de asistir a ferias de turismo. Así, en 2018, el municipio pasó de las 600 plazas en los meses de julio y agosto a las más de 900 por la llegada de más turistas. "Es el resultado de ese trabajo que se realizó", asegura.

Al mismo tiempo que en Viveiro el turismo se ha convertido en tendencia, en otros municipios ha dejado de estar tan de moda, y la baza del covid no tiene nada que ver en ello. La pandemia ha causado estragos en el sector, pero no es la culpable de que haya menos plazas en algunos municipios tradicionalmente turísticos, como Tarragona.

El municipio catalán es uno de los puntos turísticos con mayor tendencia a la baja en el número de plazas estimadas, pero esto no significa que haya menos hoteles en el municipio. Aunque la encuesta del INE habla de establecimientos hoteleros, dentro de la categoría agrupa, además de hoteles, establecimientos como apartahoteles, moteles, hostales y pensiones. Desde la Asociación de Hoteles de Tarragona, su presidente, Xavier Jornet, asegura que esa bajada no se produce por parte de los establecimientos hoteleros que hay en la zona, en los que solo ha habido pequeñas variaciones y se han mantenido estables.

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En 2006, la ciudad experimentó un pico en la oferta de alojamiento, pero a medida que avanzaron los años las cifras volvieron a recuperar la cantidad habitual, sobre las 2.500 plazas. Sin embargo, los últimos años antes de la pandemia, la oferta descendió algo más que otros años en todos los meses, bajando incluso en la temporada de invierno del umbral de las 2.000 plazas.

El motivo tiene nombre y dirección: H0 Imperial Tarraco. Es el hotel principal de la ciudad tarraconense, con alrededor de 650 plazas, y cerró de 2016 a 2020 por reformas, apunta el presidente de la asociación de hoteles de la ciudad de Tarragona, Xavier Jornet. Eso explica la bajada en los últimos años prepandemia, al igual que la recuperación que tiene el municipio en 2022.

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En Lloret de Mar (Girona), también sucede algo curioso. Pasó de una media anual de 24.000 plazas a no llegar a las 20.000 después de 14 años. El descenso no ocurrió porque los hoteles hayan echado el cierre definitivamente, sino porque se ha reducido la oferta en los meses de invierno de los últimos años prepandemia, mientras que durante el resto del año se mantiene igual.

Enric Dotras, presidente del Gremio de Hostelería de Lloret de Mar, afirma que se trata de una cuestión de rentabilidad. Los establecimientos que abren en invierno se mantienen mayormente gracias a la llegada de los clientes del Imserso, que cubren el coste del viaje por otros medios. "Paga la empresa concesora del concurso del Imserso, y no le sale rentable", explica Dotras. Además, siguiendo la ley de oferta-demanda, los establecimientos han reestructurado su propuesta para hacer frente a los costes. "Las empresas intentan ajustarse a los meses donde hay más rentabilidad", argumenta el presidente.

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Otro municipio que también tiene menos oferta es Benavente (Zamora), donde el número de plazas estimadas cae repentinamente en 150 entre 2018 y 2019: un 23% menos. También hay un salto en Ponferrada, pero esta última va más allá. Para esa ciudad, solo hay datos de dos meses en 2022. En abril, llegó a ofrecer incluso menos plazas que las que contabilizó el mismo mes del año anterior. En junio, en cambio, sí que superó los datos de 2021. Este fenómeno solo ocurre en la zona leonesa y en Tarifa, donde se observa un descenso del 3%, aunque los datos no apuntan una bajada a largo plazo.

De hoteles a apartamentos

Los apartamentos turísticos son una opción alternativa a los establecimientos hoteleros, y con los años también ha variado su oferta. Esta modalidad ha experimentado un crecimiento mucho mayor que el de los hoteles, mostrando porcentajes de variación más altos.

Estos cambios, en ocasiones, van en la misma línea que la de los hoteles de la zona, pero también pueden llevar caminos diferentes, como sucede en Mogán. Mientras que en el municipio palmense la cantidad de plazas hoteleras estimadas se dobla, las de apartamentos turísticos bajaron un 16%. El contraste es mayor en Pájara, también en el territorio de Las Palmas, donde la caída es del 57% en comparación al aumento en hoteles, que es de 197%.

“Hay seis veces más empleo por cada plaza hotelera que por alojamiento turístico”, asegura Estalella. Este es uno de los motivos de que, a su juicio, las instituciones prefieran los hoteles a los apartamentos. Además, tampoco pagan tantos impuestos y tienen menos obligaciones ambientales, sanitarias y de otros tipos, asegura el secretario general de la Cehat.

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La encuesta de los alojamientos turísticos del INE, que incluye apartamentos, chalés, villas y bungalós, deja fuera buena parte de la oferta anunciada en plataformas colaborativas como Airbnb, menos controladas. Para medir su impacto, el organismo estatal de estadística cuenta con una estadística experimental que recopila datos directamente de las páginas web de estas plataformas, pero no se contabiliza el número de plazas.

Por ello, las cifras reales de alojamientos turísticos sumando estos últimos serán considerablemente mayores en algunos puntos turísticos, tanto, que la situación ha llevado a que muchas ciudades pongan coto a los alojamientos turísticos, comenta Estalella, siendo Barcelona una de las pioneras. El ayuntamiento de la ciudad implantó en 2017 el primer Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat). Con el plan, solo se permite que haya en una zona un alojamiento turístico "cuando cese una vivienda de uso turístico de una de las zonas saturadas". Uno de los motivos para desarrollar el proyecto fue precisamente asegurar "el descanso, la intimidad y el bienestar del vecindario".

Valencia es la que más crece en apartamentos, pasando de rondar las 300 plazas en la primera década a superar la cantidad de 6.500 en 2019. Ese mismo año, el ayuntamiento valenciano aprobaba un plan para proteger establecimientos y viviendas del casco viejo de la ciudad de la pandemia de los apartamentos turísticos.

Una recuperación a medias

La pandemia ha golpeado fuertemente al sector hotelero. Todas las zonas turísticas vieron caer el número de plazas a falta de huéspedes que las ocuparan. Desde entonces, poco a poco se ha iniciado una vuelta a la normalidad, y en 2022 se pueden ver los resultados de una oferta turística cada vez más parecida a la que se solía conocer. Es más, algunas incluso ya han dejado atrás los efectos causados por el covid y han vuelto a la carrera pisando fuerte.

San Sebastián (Guipúzcoa) es una de las que han dicho adiós a los malos tiempos. En los primeros meses del año, ya cuenta con un 27% más de plazas de las que tenía antes de la pandemia. Estepona, Denia y Bilbao han seguido sus mismos pasos, creciendo un 20%.

Las plazas también crecen en Tarragona, siendo una de las que más se han recuperado del efecto covid. El 'boom' del turismo ha hecho que la zona contabilice en los seis primeros meses de este año el nivel de plazas que tenía hace una década, con un aumento del 14%, lo que podría marcar una nueva tendencia para el lugar, que estuvo de capa caída.

Otros puntos turísticos siguen registrando niveles por debajo de lo que solían tener, entre ellos Arcos de la Frontera, en Cádiz, y Mojácar, en Almería, habiendo un 28% y un 27% menos de plazas respectivamente en comparación a las que tenían antes de recibir el impacto del covid.

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Muchos lugares de Galicia se han quedado a las puertas de alcanzar este año las cifras previas a la pandemia, como se puede ver en el mapa. Entre ellos, están Villaviciosa y Viveiro. Sin embargo, al depender más estas zonas del turismo nacional, no sufrieron tanto en un primer momento las consecuencias del covid. "El año pasado obtuvimos los mejores resultados", afirma la concejala de Turismo de Viveiro. Poco a poco, el turismo va recuperando la normalidad, pero eso no asusta al municipio gallego. Marisol Rey remarca que en 2021 tuvieron visitantes de 35 países diferentes, una cifra récord. La concejala de Turismo asegura que la gente está cansada del turismo del sur y que ahora “busca una zona de relax, turismo 'slow', de contacto con la naturaleza".