El mapa de la edad de jubilación en España: de los 64 de Navarra a los 65,5 de Ourense

Aunque la edad legal de jubilación en España está en los 66 años y dos meses (y seguirá subiendo hasta los 67 años), la realidad es que existen grandes diferencias entre provincias en el retiro de los trabajadores. De hecho, en la provincia con trabajadores más sénior, Ourense, la población se jubila un año y medio más tarde que en las provincias en las que hay más jubilaciones anticipadas.

El mapa de la edad de jubilación en España, que se representa a continuación, está claramente marcado por dos tonos. Uno, que recorre todo el tercio noreste del país, donde se encuentran las edades de jubilación más tempranas. Y otro, que cubre el resto del territorio nacional, que parte desde el sur de Castilla y León y se extiende hasta el sur, incluyendo las islas. Todos estos datos son de la Seguridad Social, pero no incluyen a los trabajadores públicos, que están dentro del sistema de las clases pasivas.

Las diferencias entre territorios son significativas. En Asturias, Navarra, Álava y Gipuzkoa, la edad media de jubilación apenas alcanza los 64 años y tres meses (datos de 2022 hasta junio). Por el contrario, en Ourense, la provincia que mantiene más tiempo a sus trabajadores activos, la jubilación se retrasa hasta un poco después de los 65 años y medio. Esto es, hay un año y medio de distancia entre los territorios, lo que supone una diferencia muy relevante. Para comprender la importancia de esta, basta con conocer que todos los esfuerzos legislativos de la última década (retraso de la edad legal de jubilación, establecimiento de incentivos a la jubilación activa, etc.) apenas han conseguido aumentar la edad efectiva de jubilación en un año.

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El gráfico que explica las diferencias en la edad de jubilación es el de la pensión media. El sistema actual penaliza las jubilaciones anticipadas, de modo que cuando un trabajador decide retirarse de forma prematura, sufre una penalización en su pensión. Sin embargo, los datos por provincias muestran que en aquellas en las que la jubilación se realiza antes, paradójicamente, entran en el sistema con la pensión media más alta.

La pensión más alta de los nuevos jubilados se encuentra en Bizkaia, con 1.758 euros al mes de prestación. Esta pensión tan alta contrasta con que su edad media de jubilación es de 64 años y cinco meses. Además, Gipuzkoa, Álava y Asturias tienen una pensión media de las nuevas altas superior a los 1.600 euros al mes y son tres de las provincias con una edad media de retiro más baja.

En estos casos, la presencia de los sectores industrial y minero incide decisivamente en la edad de jubilación. En el caso de la minería, porque cuentan con ventajas especiales, y en el de la industria, porque sus salarios son más altos; las carreras de cotización, muy estables, y en muchos convenios contemplan prejubilaciones y jubilaciones anticipadas compensadas por las empresas.

De esta forma, aunque su salida temprana del mercado laboral perjudica su pensión, todavía entran con una prestación elevada, desincentivando así que sigan trabajando. Por el contrario, en el extremo sureste del país, lo normal es que los trabajadores permanezcan activos hasta después de los 65 años. En estos territorios hay una gran dependencia de sectores de bajo valor añadido y alta rotación, como son la agricultura (la huerta mediterránea) y el turismo.

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Esto provoca que los trabajadores tengan carreras de cotización llenas de lagunas y bajas bases de cotización que obligan a los trabajadores a prolongar su vida laboral para mejorar su prestación futura. En Murcia, Almería, Jaén, Málaga o Alicante, la edad media de jubilación es de 65 años o más. Y lo mismo ocurre en los dos archipiélagos, balear y canario.

En los últimos años, la edad media de jubilación se ha incrementado paulatinamente por las políticas adoptadas por el Gobierno, por la mejora de la salud de los trabajadores más veteranos y por cambios culturales. Está por ver cuál es el efecto de la última reforma de pensiones aprobada a finales de 2021 y que establece nuevos incentivos a la jubilación demorada. También será interesante comprobar cómo afecta a los diferentes territorios este juego de incentivos, ya que en las regiones con pensiones más elevadas, parece que los trabajadores están dispuestos a renunciar a una parte de sus ingresos a cambio de adelantar su salida del mercado laboral.