Las petroleras disparan márgenes del gasóleo tras iniciar el Gobierno el plan de descuentos

El Gobierno introdujo en abril un plan de descuentos para rebajar el precio del litro de carburante en 20 céntimos. De esa cuantía, 15 céntimos están siendo aportados por las arcas públicas, mientras los otros cinco deben asumirlos las petroleras.

Sin embargo, la CNMC ha detectado en su último informe de distribución de carburantes que las gasolineras han aumentado como nunca antes su margen bruto de distribución (precio sin contar el coste del petróleo y los impuestos) para el gasóleo A precisamente en abril, el primer mes en que se aplicó el plan de descuentos. El margen del diésel subió entonces un 23,7%, detalla el organismo supervisor, lo que supone un incremento de 4,98 céntimos de euro por litro. Es decir, que sus márgenes han aumentado exactamente lo mismo que el Gobierno les exigió que descontaran.

El incremento de márgenes se disparó también con respecto a un país que también empezó a aplicar el descuento en abril. "Cabe destacar que, en relación con Francia, en abril de 2022, el margen bruto en España fue superior en 19,2 céntimos de euro por litro para el gasóleo A". Solo un mes antes, en marzo, cuando aún no existían dichos descuentos, la diferencia entre el margen bruto de distribución entre España y Francia en el diésel era tan solo de 4,4 céntimos de euro por litro. Es decir, que en solo un mes este margen bruto en las estaciones españolas ha aumentado con respecto a Francia casi 15 céntimos.

Con estos datos, Competencia certifica algunas sospechas que había en el mercado cuando se aplicaron los descuentos, y es que muchas gasolineras estaban subiendo precios para amortiguar la bajada de ingresos. Pese a ello, los grandes operadores, Repsol, Cepsa y BP, ofrecen campañas de fidelización con descuentos por encima de esos 20 céntimos a los que obliga el Ejecutivo. No obstante lo anterior, el precio en los surtidores de las estaciones de servicio no para de subir. Las compañías han logrado resultados históricos en el primer trimestre de 2022, con ganancias nunca vistas hasta la fecha.

Este aumento récord de los costes que meten las petroleras en el gasóleo, y que aflora ahora la CNMC, se produce cuando la inflación está en niveles históricos de más del 8%, cifras no vistas desde los años ochenta. Mientras, el INE señala los combustibles como la principal causa de las subidas de precios, que ya son generalizadas: la inflación subyacente está en máximos de 1995, rozando el 5%.

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En el caso de la gasolina, la subida de los márgenes brutos de distribución es inferior en abril, ya que se elevó un 4,3% (1,15 céntimos de euro por litro), según los datos del supervisor del mercado energético. Sin embargo, cabe destacar que para este carburante, de menor uso que el diésel en España, la subida fuerte se produjo en marzo, cuando ya se empezaba a hablar de tener que implementar descuentos en la gasolina, en línea con lo que estaban haciendo otros países. En ese mes, el margen bruto promedio de la gasolina 95 ascendió un 14,8%, lo que supone un avance de 3,43 céntimos de euro por litro, que sumados a la subida de abril alcanzan casi los cinco céntimos de euro que las petroleras están obligadas a descontar por ley desde que entró en vigor el decreto anticrisis de marzo.

Estos aumentos de los márgenes brutos de distribución justo el mes en que se implementaron los descuentos vienen a confirmar, una vez más, el efecto cohete y efecto pluma que denuncian algunos académicos. Según entienden, cuando el petróleo sube, los carburantes suben de forma instantánea. Sin embargo, la bajada suele ser mucho más lenta, aprovechando que la subida de márgenes durante la bajada de precios es mucho más imperceptible. En este caso, la causa, en lugar del retroceso del crudo, sería la rebaja decretada por el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.

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Esta es una tesis que defienden los académicos Joan Ramon Borrell, de la Universitat de Barcelona School of Economics, y Jordi Perdiguero, de la Universitat Autònoma de Barcelona. Para ver una subida del nivel actual en los márgenes brutos de distribución, hay que retroceder hasta el momento del estallido de la pandemia en 2020. Con el petróleo hundiéndose, en el mes de marzo se produjo un fortísimo incremento de estos márgenes, aplacando la bajada de precios en las estaciones de servicio. Desde entonces, no se había producido una subida de los márgenes brutos de distribución tan pronunciada como hasta este mes de abril, cuando la gasolina ha bajado por razones regulatorias.

"En abril de 2022, los precios antes de impuestos del gasóleo A en España volvieron a situarse por encima de los de las medias ponderadas europeas (+4,0 c€/lt vs. la zona euro, +3,3 c€/lt vs. la UE) tras haber sido inferiores el mes anterior. España ascendió de la decimoprimera a la séptima posición del 'ranking' de precios", señala Competencia.

Con este panorama, el Gobierno se dispone a extender otros tres meses este descuento de 20 céntimos al precio de los combustibles este mismo sábado. Aunque el efecto ha quedado completamente neutralizado desde abril. Además de estas subidas de márgenes, el aumento de precio del petróleo, intensificado por la debilidad del euro frente al dólar, ha hecho que la gasolina y el gasóleo pulverizaran un nuevo récord este jueves, que no para de subir cada semana. Según el 'Boletín petrolero' de la Unión Europea, la gasolina 95 está ya en 2,141 euros por litro y el gasoil está en 2,076 euros el litro.

Los fundamentales, además, no dejan de empeorar, con avisos alarmantes por parte de la Agencia Internacional de la Energía. Ya hay analistas que creen que los combustibles podrían alcanzar los tres euros, dada la coyuntura geopolítica actual.

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Pese a todo lo anterior, el foco de actualidad está puesto en el impuesto extraordinario a las compañías eléctricas que quiere aplicar el Gobierno de Pedro Sánchez, y que ha sido confirmado esta semana por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. 

Pese a que existe poca concreción al respecto, ya que se habla o de elevar el impuesto de sociedades o de crear una figura específica para que entre en vigor en 2023, los analistas se muestran recelosos sobre el impacto que esto podría tener sobre la cuenta de resultados de las 'utilities'. 

Banco Sabadell señalaba en un reciente análisis que "ninguna de las dos medidas encaja dentro de la capacidad de un decreto ley, por lo que deberían tramitarse como proyecto de ley para evitar posibles recursos legales", ya que se rumorea que podría ir incluido en el real decreto anticrisis de este sábado. 

Por otro lado, Sabadell asegura que "cualquier figura impositiva nueva se terminaría trasladando al consumidor, por lo que el impacto en el sector también sería limitado".