España importa de Rusia desde que comenzó la guerra más de 1.200 millones de euros

El embargo comercial y diplomático a Rusia tiene goteras. Muchas goteras. Tantas como los más de 1.200 millones de euros que ha importado España de Rusia desde que comenzó la invasión, el pasado 24 de febrero. En marzo, en concreto, España compró bienes por valor de 622,9 millones de euros, mientras que en abril, que corresponde a los últimos datos oficiales, fueron 441,1 millones de euros. En febrero, las importaciones fueron equivalentes a 613,3 millones, lo que significa, si se divide por las cuatro semanas del mes, otros 153 millones. En total, unos 1.217 millones que han ido a parar a la economía rusa, aislada, en teoría, de comerciar con Occidente.

Las empresas españolas, igualmente, han seguido vendiendo a Rusia durante el mismo periodo, aunque en una cuantía mucho más limitada. En total, 179 millones de euros entre el 24 de febrero y el pasado 30 de abril.

Los datos proceden de la estadística de comercio exterior que elabora mensualmente, con información del Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, y refleja las dificultades de Europa —lo mismo sucede en otros países— para hacer daño a Rusia bloqueando sus ventas al exterior. Es más, Moscú se está aprovechando de los altos precios de los hidrocarburos, lo que explica que las importaciones, lejos de disminuir, estén creciendo de una manera intensa. Un dato lo dice todo. Durante el primer cuatrimestre del año pasado, España importó de Rusia 1.383 millones de euros, pero en 2022, en ese mismo periodo, la factura ha alcanzado los 2.243 millones de euros. Es decir, un 62% más.

Moscú se está aprovechando de los altos precios de los hidrocarburos, lo que explica que las importaciones estén creciendo

Esto se debe no a que haya aumentado el volumen de compras, sino al incremento de los precios, toda vez que Rusia vende a España, fundamentalmente, hidrocarburos y sus derivados, y el barril de crudo de petróleo se sitúa hoy en torno a los 120 dólares, un tercio más que a comienzos de año. Rusia, en todo caso, ha sido históricamente un socio menor de España en términos comerciales. El año pasado representaba apenas el 0,7% de las exportaciones españolas, aunque el 1,8% de las importaciones, lo que generó un déficit comercial equivalente a 3.820 millones de euros.

Ruptura de contratos

En 2020, los últimos datos disponibles se refieren a ese año, España fue el 35º cliente de Rusia y el 19º suministrador, mientras que Rusia fue el 26º mercado de España y el 24º suministrador, lo que refleja que no es un socio relevante. España, sin embargo, y debido a su baja dependencia, ha tenido la oportunidad de buscar otros mercados alternativos para aprovisionarse de hidrocarburos, pero es probable que ello hubiera supuesto una ruptura unilateral de contratos, de ahí que se haya seguido con el proveedor habitual.

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Moscú ya anunció en marzo, a las pocas semanas de comenzar la guerra, que obligaría a las empresas extranjeras de países que han levantado sanciones a pagar las compras en rublos, algo que también afectaría a España. Esta es una de las razones de que el tipo de cambio de la moneda rusa, que al comienzo del conflicto se hundió, se haya recuperado.

El retroceso de las exportaciones españolas desde que comenzó la guerra se debe, fundamentalmente, al descenso en la venta de minerales, confección y, con menor intensidad, componentes del automóvil. Antes de la invasión de Ucrania, las tres principales rúbricas de las exportaciones españolas eran máquinas y aparatos mecánicos, prendas de vestir y automóviles, incluidos tractores. Según datos de Comercio, el número de empresas españolas exportadoras regulares fue de 1.970 el año pasado, un 5% más que el año anterior.

En cuanto a las importaciones, los últimos datos de Cores, la empresa pública que gestiona las reservas estratégicas de crudo, muestran que España compró 67.000 toneladas de productos petrolíferos, mientras que adquirió, igualmente, 3.277 GWh (gigavatios hora) de gas natural, lo que supone cerca del 9% del consumo total. En marzo, igualmente, importó 200.000 toneladas de crudo.

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Como se sabe, el último paquete de sanciones a Rusia lo aprobó el Consejo de la Unión Europea este mismo mes. El sexto paquete, en concreto, prohíbe la compra, importación o transferencia de petróleo crudo y determinados productos petrolíferos de Rusia a la Unión Europea. Las restricciones se irán aplicando gradualmente: en un plazo de seis meses para el petróleo crudo, y de ocho meses para otros productos petrolíferos refinados.

Ahora bien, la UE ha previsto una excepción temporal para las importaciones de petróleo crudo que se suministran por oleoducto a aquellos Estados miembros de la UE que, debido a su situación geográfica, tienen una dependencia específica de los suministros rusos y carecen de opciones alternativas viables. No es el caso de España, que no cuenta con oleoductos que comuniquen con Rusia. Según las estimaciones de Bruselas, debido a que la mayor parte del petróleo ruso suministrado a la UE es de origen marino, a finales de año estas restricciones cubrirán casi el 90% de las importaciones rusas de petróleo a Europa.