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Escrivá propone que la cotización de los autónomos se fije anualmente en los PGE
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Propuesta de reforma del Reta

Escrivá propone que la cotización de los autónomos se fije anualmente en los PGE

La propuesta que ha enviado la Seguridad Social a los agentes sociales contempla que los rendimientos del capital de los autónomos se incorporen en el cálculo del rendimiento neto

Foto: El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. (EFE/Mariscal)
El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. (EFE/Mariscal)
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El Ministerio de Seguridad Social ya tiene listo el primer borrador sobre la reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (Reta) que entrará en vigor el próximo año. Este cambio normativo introduce la cotización por ingresos reales (declarados a la Agencia Tributaria) de los autónomos, de modo que ya no podrán elegir libremente su base de cotización, sino que tendrán que ajustarse a unos tramos mínimos y máximos previamente establecidos en función de sus rendimientos. Esos tramos se fijarán anualmente en los presupuestos generales del Estado (PGE), como ocurre actualmente. Así figura en el borrador que ha remitido el ministerio a los agentes sociales y al que ha tenido acceso este periódico.

Los presupuestos también determinarán anualmente los tipos de cotización que determinan la cuantía a pagar por los autónomos. Esto supone dejar la cuota a la Seguridad Social de los autónomos en manos del Gobierno de turno, como ha funcionado hasta ahora. Por el momento no hay previsión de que se vaya a iniciar un debate sobre los tipos de cotización aplicados, pero no es descartable que este punto pueda abordarse en el futuro próximo.

Foto: El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. (EFE/Mariscal)

Para generar una cierta previsibilidad en el sistema, el Gobierno pretende incorporar a esta ley los nuevos tramos de cotización que estarán vigentes durante los próximos tres años. Aunque este es uno de los principales puntos de la negociación actual con las asociaciones de autónomos, el ministerio pretende que el nuevo sistema baje las cuotas a quienes ganan por debajo del SMI y se las suban a quienes ingresan más de 1.700 euros.

Una de las medidas más relevantes que incorpora el ministerio en su propuesta es precisamente la equiparación de las bases mínimas del Reta y del Régimen General en el año 2026. La base mínima del Régimen General es la que se corresponde con el SMI en 12 pagas, actualmente 1.667 euros. Sin embargo, los autónomos que ganan el SMI tienen la base mínima actual en 961 euros y con la propuesta de reforma bajaría a 948 euros.

En los próximos años seguirá subiendo el SMI (máxime ante el escenario inflacionista actual), por lo que habrá más autónomos que se queden por debajo de este umbral. Sin embargo, los que sigan por encima del futuro SMI (al menos 1.200 euros de ingresos mensuales) tendrán una importante alza de la base mínima para equipararla al Régimen General. De hecho, esta subida de uno de los tramos inferiores empujará el resto al alza para mantener una cierta progresividad.

El ministerio finalmente renuncia a su pretensión inicial de dejar ya diseñado el sistema definitivo de cotización por ingresos con un periodo transitorio hasta 2031. En su lugar, está negociando una reforma parcial hasta el año 2025. A partir de ese momento, el Gobierno vigente tendrá que negociar con los agentes sociales la siguiente fase del despliegue de este sistema, que no podrá demorarse más de seis años. Así lo mandata la ley propuesta por el ministerio, lo que significa que el despliegue tendrá que estar completado en ese año 2031.

Cambios de base

Los trabajadores autónomos tendrán que determinar al inicio de cada año su base de cotización dentro de los tramos fijados por la Ley de PGE. Esos tramos dependerán de su previsión de ingresos y podrán modificarse a lo largo del año si su negocio va mejor o peor de lo esperado. Podrán realizar hasta seis cambios de base al año. Los autónomos que inicien una actividad también tendrán que hacer una previsión de ingresos para determinar su base de cotización.

Foto: La inflación lastra el poder de compra. (EFE/David Arquimbau Sintes)

Una vez finalizado el año, tras la realización de la declaración de la renta, la Seguridad Social comprobará la desviación de los ingresos obtenidos finalmente respecto a la previsión y realizará la liquidación correspondiente como si se tratara de la liquidación anual del IRPF (a cobrar o a pagar). Si el autónomo ha ganado más de lo esperado, tendrá que pagar la cuantía adicional, y si se ha quedado por encima, podrá decidir si hace una sobrecotización (para así mejorar su base reguladora) o si solicita la devolución.

La nueva ley de cotización por ingresos reales también alivia la cuota mensual a los autónomos cuyos ingresos no lleguen al salario mínimo interprofesional. En estos casos, se permitirá que coticen por una base inferior a la actual, lo que implicará también menor protección social para ellos al realizar aportaciones menores al sistema.

La propuesta de reforma del ministerio contempla que durante la mitad de cada uno de los tres años se les mantenga la base mínima de cotización de 960 euros a efectos del cálculo de las pensiones del sistema. Esto es, aunque paguen una cuota inferior a los 294 euros mensuales actuales, durante seis meses se contabilizará como si hubiesen pagado esta cuantía, compensando el sistema el resto. De esta forma, su carrera de cotización sufrirá una merma más moderada.

Además de los ingresos propios de su actividad, el autónomo tendrá que sumar también los beneficios de su capital

El ministerio también propone mantener la tarifa plana de 70 euros para los nuevos autónomos que entren a partir del año 2023. Esta tarifa plana tendrá una duración máxima de dos años. A estos trabajadores se les computará la misma base de cotización que quienes ganan el salario mínimo interprofesional.

Una de las novedades importantes para los autónomos será la posibilidad de acogerse a una prestación relacionada con el mecanismo RED que se incorporó en la reforma laboral. Este mecanismo es el que introduce los ERTE para los sectores que estén atravesando una crisis cíclica y sus efectos se extenderían también a los autónomos. Esta ayuda consiste en una prestación para el autónomo equivalente al 50% de la base reguladora y una exención del 50%.

El rendimiento neto

Una de las cuestiones más polémicas que ha incorporado el ministerio al borrador de la ley es el cálculo de los rendimientos netos de los trabajadores que determinarán su base de cotización. Además de los ingresos propios de su actividad, el autónomo tendrá que sumar también los beneficios de su capital, algo que no ocurre en el caso de los trabajadores por cuenta ajena.

Foto: Antonio Moreno, experto en inflación de la Universidad de Navarra. (Imagen cedida por la UNAV)

Por ejemplo, si un autónomo tiene acciones, títulos de deuda o incluso ahorros en depósitos y le generan una rentabilidad, tendrá que sumarlos al cálculo de sus ingresos netos como rendimientos del capital mobiliario. Se trata de una propuesta polémica porque elevará aún más las bases de cotización de los autónomos, ya que sus ingresos reales no serían únicamente los derivados de su actividad profesional, sino también de la rentabilidad del ahorro que hayan podido acumular. Estos ingresos, que ya tributan por el IRPF, también se integrarán en las cotizaciones sociales si llega a término la propuesta del ministerio.

El Gobierno acepta que el rendimiento neto pueda ser aminorado en un 7%. Considera que esta deducción permite descontar los gastos generales en que incurren los autónomos y que no pueden restar en el IRPF al calcular el rendimiento neto. Una vez aplicado ese descuento del 7%, dará como resultado un rendimiento neto final que es el que determinará en qué tramo de cotización se encuentra cada trabajador y, por tanto, la base mínima que le corresponde. En el caso de los trabajadores del sistema agrario que sean socios propietarios de la explotación o quienes las dirijan, la deducción máxima será del 3%.

El Ministerio de Seguridad Social ya tiene listo el primer borrador sobre la reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (Reta) que entrará en vigor el próximo año. Este cambio normativo introduce la cotización por ingresos reales (declarados a la Agencia Tributaria) de los autónomos, de modo que ya no podrán elegir libremente su base de cotización, sino que tendrán que ajustarse a unos tramos mínimos y máximos previamente establecidos en función de sus rendimientos. Esos tramos se fijarán anualmente en los presupuestos generales del Estado (PGE), como ocurre actualmente. Así figura en el borrador que ha remitido el ministerio a los agentes sociales y al que ha tenido acceso este periódico.

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