CCOO plantea rebajar las pensiones más altas subiendo los tramos superiores del IRPF
Sordo defiende que todas las pensiones se tienen que revalorizar con el IPC para no dañar la contributividad, pero pueden participar en el pacto de rentas con una subida de impuestos
España tendrá que hacer un esfuerzo de unos 14.000 millones de euros en 2023 para subir las pensiones con el IPC, según los cálculos de la Autoridad Fiscal (AIReF). Esta cuantía equivale a nueve veces el gasto en el ingreso mínimo vital, o a la mitad de la recaudación de todo el impuesto sobre sociedades. Es tal su magnitud que en las últimas semanas ha ganado fuerza el debate sobre la participación de los pensionistas en el pacto de rentas y si tiene sentido que asuman una parte de las pérdidas que está sufriendo el resto de ciudadanos.
Para Unai Sordo, secretario general de CCOO, esta “pugna intergeneracional” no es comprensible. “Nadie me ha conseguido explicar exactamente en qué beneficia al empleo de las personas en activo el hecho de que a un pensionista le congelen la pensión”, explicó el jueves en su intervención en la jornada ‘¿Qué pacto de rentas?’, organizada por el sindicato en la sede del Consejo Económico y Social (CES).
El secretario general del sindicato defendió la revalorización las pensiones con el IPC, sea cual sea la cifra final. Y ya advirtió de que esa inflación “va a ser verdaderamente disparatada”. Su argumento se apoya en uno de los pilares básicos del sistema de pensiones español, la contributividad. Esto es, la pensión que cobra cada jubilado depende de lo que contribuyó durante su carrera laboral, de modo que si se aplican revalorizaciones diferentes, se estaría rompiendo este principio.
Sin embargo, sí quiso dejar la puerta abierta a que los pensionistas con más ingresos hagan un esfuerzo para participar del pacto de rentas, que se haría por la vía de la subida del IRPF. “Si se considera que a partir de determinadas rentas hay que contribuir más, que se plantee tocar los tramos altos o medios del IRPF”, propuso Sordo.
En su opinión, se puede hacer “un recargo temporal, o no tan temporal, en los tramos medios y altos del IRPF”. De esta forma, las rentas medias y altas (señaló específicamente aquellos que ingresan más de 2.000 euros mensuales) asumirían una parte de su esfuerzo en el denominado pacto de rentas. Aunque su pensión subiese con el IPC, sufrirían una merma de renta disponible por la vía de la mayor fiscalidad.
"Se puede hacer un recargo temporal, o no tan temporal, en los tramos medios y altos del IRPF"
Aunque esto no solucionaría directamente el problema de la sostenibilidad de la Seguridad Social —porque asumiría los gastos, pero los ingresos irían al Estado—, permitiría corregir una parte del déficit estructural del conjunto de las administraciones públicas provocado precisamente por la indexación de las pensiones al IPC. Que es, en última instancia, el problema real.
Sin embargo, una subida de los tramos del IRPF sería una medida que excedería ampliamente el objetivo buscado (la mayor contribución de los pensionistas con mayores ingresos), ya que afectaría también a los trabajadores que tributan por sus rentas del trabajo. No es la primera vez que CCOO plantea la subida de impuestos a los tramos del IRPF, aunque antes no se vinculaba al esfuerzo de los pensionistas.
En febrero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia, el sindicato lanzó una propuesta de reforma fiscal que incluía “incrementar la progresividad del impuesto [el IRPF] aumentando el número de escalones de renta y su tipo”.
Lo que es indudable es que parte de los pensionistas terminarán pagando un porcentaje de la subida de las pensiones por la vía de los impuestos. Es así porque es el grupo social que acumula más riqueza y uno de los que tienen mayores rentas. En consecuencia, cualquier subida de impuestos que se realice en España buscando mayor progresividad del sistema tendrá en este colectivo uno de sus objetivos más evidentes. Por ejemplo, un aumento del impuesto sobre el patrimonio, del IRPF a las rentas altas, del IRPF al capital o de los impuestos a las empresas impactará directamente sobre esta parte de jubilados con mejor posición económica.
El Gobierno se ha comprometido con la Comisión Europea a poner en marcha una reforma fiscal que eleve la progresividad del sistema tributario español. De hecho, ha argumentado esta reforma fiscal precisamente en la necesidad de contar con recursos para subir las pensiones. Eso significa que los jubilados que se sitúen en la parte alta de la distribución de ingresos o riqueza terminarán ‘pasando por caja’. De esta forma financiarán, parcial o totalmente, la subida de sus pensiones.
España tendrá que hacer un esfuerzo de unos 14.000 millones de euros en 2023 para subir las pensiones con el IPC, según los cálculos de la Autoridad Fiscal (AIReF). Esta cuantía equivale a nueve veces el gasto en el ingreso mínimo vital, o a la mitad de la recaudación de todo el impuesto sobre sociedades. Es tal su magnitud que en las últimas semanas ha ganado fuerza el debate sobre la participación de los pensionistas en el pacto de rentas y si tiene sentido que asuman una parte de las pérdidas que está sufriendo el resto de ciudadanos.