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China tira del carro de la deuda y ya es el país donde más crece
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LA DEUDA GLOBAL ESCALA HASTA LOS 305 BILLONES

China tira del carro de la deuda y ya es el país donde más crece

La pandemia, la guerra y la desaceleración de la actividad han hecho escalar los niveles de deuda global. Y China, un país tradicionalmente con bajo nivel de deuda, lidera este proceso

Foto: Foto: EPA/Mark R. Cristino.
Foto: EPA/Mark R. Cristino.
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Los datos son algo más que elocuentes, y reflejan cómo China, de ser históricamente un país con bajo nivel de deuda, tanto pública como privada, es hoy quien tira del carro. O lo que es lo mismo, el gigante asiático es quien más contribuye en estos momentos al crecimiento global del endeudamiento. Un dato lo dice todo: de los 3,05 billones de dólares en que se endeudó el mundo durante el primer trimestre de este año, nada menos que 2,5 billones corresponden a China, lo que da idea de la estrategia de las autoridades de Pekín para reactivar la economía, que hoy sufre el menor crecimiento en 30 años.

El incremento de la deuda china contrasta con lo que está sucediendo en la eurozona, donde el endeudamiento ha bajado en ese mismo periodo por tercer trimestre consecutivo. En EEUU, por el contrario, continúa aumentando, pero a un ritmo muy inferior al de China (1,8 billones en los primeros tres meses del año). La deuda global, en todo caso, se sitúa ya en 305,3 billones de dólares, lo que supone 11,9 billones de dólares más que hace un año.

El caso de China es especialmente relevante, porque su mayor endeudamiento en términos relativos se ha dado entre los hogares de ingresos más bajos, cuyas probabilidades de caer en fallido son superiores. Igualmente, el endeudamiento está muy sesgado hacia la actividad inmobiliaria y la construcción, un sector muy tocado tras haber alcanzado precios récord en los últimos años, lo que ha llevado a situar a gigantes como Evergrande al borde de la quiebra, de la que se ha salvado tras la intervención de las autoridades. Incluso el sector público, según el FMI, acabará el año con una deuda equivalente al 53,2% del PIB, muy por encima del 36,7% de 2016. Pero es que si se analiza en términos de deuda aumentada, que incluye un perímetro más grande, como los fondos administrados por el Gobierno o los vehículos financieros, la deuda equivaldría hoy al 109,9% del PIB. China, no hay que olvidar, tiene un desequilibrio estructural en sus cuentas públicas del -7,6%, lo que da idea de su fragilidad presupuestaria pese a disponer de un ingente superávit de balanza de pagos.

Al contrario de lo que sucedió durante la anterior crisis, que fue fundamentalmente bancaria, en esta ocasión el incremento de la deuda global tiene que ver con los préstamos corporativos, a cargo de las empresas, aunque también con las necesidades de financiación de los gobiernos para hacer frente a la desaceleración económica.

El coste para el sector público de la pandemia en términos de deuda se ha estimado en 17,4 billones de dólares, algo más de 14 puntos del PIB, lo que refleja un cambio de estrategia respecto de la anterior crisis, cuando prevaleció la idea de que habría que optar por políticas presupuestarias más restrictivas. La deuda pública —sin tener en cuenta la de las empresas, los hogares y el sector financiero— representa hoy el 103% del PIB mundial.

Pandemia y deuda

El endeudamiento de los mercados emergentes, por ejemplo, ya se acerca a un récord de 100 billones de dólares, prácticamente la tercera parte de los pasivos globales. Aun así, y en términos relativos, debido al fuerte crecimiento de la inflación, la deuda del planeta ha caído hasta el 348% del PIB, lo que supone 15 puntos menos que en el primer trimestre de 2021, cuando alcanzó un máximo histórico debido a las consecuencias económicas de la pandemia.

Foto: Vladimir Putin junto a Xi Jinping. (Reuters)

Las crecientes necesidades de financiación de los gobiernos derivada de la guerra en Ucrania amenazan ahora con romper esa tendencia. Fundamentalmente, en China, muy expuesta a problemas que se están cronificando, como las dificultades de las cadenas de suministro o los bloqueos a consecuencia de la política de covid cero. El problema, como ha estimado recientemente el FMI, es que los nuevos niveles de apalancamiento podrían ralentizar la recuperación económica en un 0,9% del PIB en las economías avanzadas, y en el 1,3% en los mercados emergentes, en términos acumulados y en promedio, durante los tres próximos años.

Lo que preocupa ahora, sin embargo, como sostienen los economistas del IIF (Instituto Financiero Internacional, por sus siglas en inglés) es que el endurecimiento de las políticas monetarias por parte del BCE ponga en dificultades para pagar los intereses de la deuda, principalmente en los países emergentes, muy vulnerables a una subida del dólar y del precio del dinero. La mayor parte de su deuda está denominada en la divisa estadounidense.

Los autores del estudio sostienen, de hecho, que detrás de las fuertes caídas de la bolsas de EEUU —más tibias en Europa— se encuentran el aumento de los costes de financiación —que perjudica, sobre todo, a las empresas más apalancadas— y los mayores riesgos geopolíticos, que han 'borrado' más de 16 billones de dólares del valor de los activos. El Fondo Monetario Internacional ha estimado que la deuda privada global se incrementó en 2020 un 13%, es decir, un ritmo de aumento superior al registrado durante la crisis financiera mundial, y casi igual al de la deuda pública.

Foto: Foto: Reuters/Florence Lo.

Lo que han observado los analistas del IIF es la existencia de un fuerte cambio de tendencia en el devenir de la deuda. Se reduce el apetito al riesgo en medio de los mayores costes en el servicio de la deuda, además de las incertidumbres que genera el conflicto en Ucrania. Ahora bien, dice el documento, es de esperar que el nuevo objetivo de muchos países de independizarse energéticamente de Rusia provoque nuevos flujos de inversión que se pagarán con deuda. Igualmente, los ambiciosos proyectos de muchos países, principalmente Alemania, de aumentar el gasto militar contribuirán al incremento del endeudamiento.

Hay que tener en cuenta que, según el FMI, un endurecimiento de 100 puntos básicos en los tipos de interés (un 1%) frenaría la inversión de las empresas más apalancadas en 6,5 puntos porcentuales, en términos acumulados, en dos años, cuatro puntos porcentuales más que en el caso de las menos endeudadas. La deuda, por lo tanto, puede llegar a ser un lastre en un contexto como el actual.

Los datos son algo más que elocuentes, y reflejan cómo China, de ser históricamente un país con bajo nivel de deuda, tanto pública como privada, es hoy quien tira del carro. O lo que es lo mismo, el gigante asiático es quien más contribuye en estos momentos al crecimiento global del endeudamiento. Un dato lo dice todo: de los 3,05 billones de dólares en que se endeudó el mundo durante el primer trimestre de este año, nada menos que 2,5 billones corresponden a China, lo que da idea de la estrategia de las autoridades de Pekín para reactivar la economía, que hoy sufre el menor crecimiento en 30 años.

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