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El gasto en pensiones se disparará en 14.000 millones en 2023 tras la indexación al IPC
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Según los cálculos de la AIReF

El gasto en pensiones se disparará en 14.000 millones en 2023 tras la indexación al IPC

La indexación de las pensiones al IPC pondrá a prueba al sistema de pensiones. Solo la inflación obligará a elevar el gasto en más de 16.000 millones de euros hasta 2024

Foto: El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. (EFE/Javier Etxezarreta)
El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. (EFE/Javier Etxezarreta)
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La crisis inflacionista está poniendo a prueba las costuras de la reforma de pensiones recién aprobada por el Gobierno. La revalorización con el IPC disparará el gasto durante todo este ciclo de precios altos, lo que tensionará las cuentas de la Seguridad Social incluso antes de que llegue la gran jubilación de la generación del ‘baby boom’. La Autoridad Fiscal (AIReF) calcula que el gasto en pensiones crecerá un 4,9% este año y se disparará un 8,8% en 2023. El motivo es que la reforma vincula la revalorización anual a la inflación del año anterior, lo que significa que la escalada de los precios de este año repercutirá en la nómina del próximo año.

El gasto en pensiones contributivas de la Seguridad Social se disparará en unos 13.700 millones de euros en 2023, una subida nunca antes vista en toda la serie histórica. Como estas subidas se consolidan anualmente, en 2024 el nuevo presupuesto ya partirá sobre esta base de gasto. Si se suma el incremento del gasto en pensiones acumulado en 2022 y 2023, la cifra alcanza los 20.900 millones de euros, una cuantía que supera todo el gasto en prestaciones por desempleo prevista para este año (ERTE incluidos). Con esta subida, España se gastará en 2023 casi 170.000 millones de euros en pensiones.

Foto: El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. (EFE/Zipi)

Esta previsión de gasto está sujeta a la evolución de la inflación, y las noticias de los últimos días no invitan al optimismo. La AIReF estima que el IPC medio de este año será del 6,5%, pero los riesgos sobre esta previsión están claramente sesgados al alza. En los últimos días, ha aumentado la tensión entre Europa y Rusia, lo que está provocando un alza en los precios del gas que podría generar un nuevo ‘shock’ inflacionista de cara al próximo invierno. Esto es, las previsiones de gasto de la AIReF podrían incluso desviarse al alza.

Una parte del incremento del presupuesto se debe al envejecimiento de la población y al efecto sustitución (las nuevas pensiones son más altas que las que causan baja), pero este porcentaje ha pasado a ser minoritario ante el gran crecimiento de los precios. En concreto, el aumento del número de beneficiarios elevará en un 1% el gasto en pensiones cada año y el efecto sustitución aportará 1,3 puntos adicionales.

El resto del incremento del gasto será la consecuencia de la indexación al IPC. En 2022 el aumento será de unos 3.700 millones de euros, en 2023 se elevará en 10.100 millones más y en 2024 subirá en 4.600 millones adicionales. Esto significa que cuando vuelva a normalizarse la inflación, la indexación de las pensiones al IPC habrá añadido 18.400 millones de gasto público anual.

Estas cifras solo tienen en cuenta el gasto en pensiones contributivas y no contributivas, pero excluyen las clases pasivas, cálculo que no ha desagregado la AIReF. En cualquier caso, si se suman estas prestaciones y se aplica la misma subida que para las contributivas, el gasto total en pensiones crecerá en algo más de 14.000 millones de euros en un año de récord. Una cifra mareante que significa que el nuevo presupuesto destinado a las pensiones será similar al gasto anual gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Foto: La presidenta de la Autoridad Fiscal, Cristina Herrero. (EFE/Víctor Casado)

Este rápido crecimiento del gasto en pensiones pondrá en aprietos a las cuentas públicas. De hecho, la promesa del ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, de que el sistema alcanzará el equilibrio presupuestario tras la reforma se esfuma. La AIReF estima que la Seguridad Social tendrá un déficit del 0,5% del PIB este año y el próximo. Y eso a pesar del gran crecimiento de los ingresos por cotizaciones y del traslado del déficit de la Seguridad Social al Estado con la financiación de los ‘gastos impropios’. En concreto, el Estado asumirá más de 20.000 millones del déficit público de la Seguridad Social, pero ni con ese ‘enjuague’ desaparece el déficit de las pensiones.

La reforma de Escrivá también introdujo una subida de las cotizaciones sociales para intentar rellenar la hucha de las pensiones vaciada durante años de déficit. Tampoco este incremento de las cotizaciones servirá para equilibrar las cuentas de la Seguridad Social, según las previsiones de la AIReF y del propio ministerio. Eso significa que aunque se llene la hucha de las pensiones, el crecimiento de la deuda será superior, provocando que la situación patrimonial del sistema siga deteriorándose.

La AIReF está preparando un informe específico sobre el gasto en pensiones dada su relevancia para la sostenibilidad de las cuentas públicas. Hará así unos cálculos que no ha querido hacer el Gobierno en la actualización del Programa de Estabilidad. En el texto remitido a la Comisión Europea a finales de abril, el Ejecutivo informa a sus socios sobre las previsiones de gasto de las pensiones sin incorporar la reforma de Escrivá. Esto es, envió unas previsiones que ya han quedado superadas una vez que la reforma de Mariano Rajoy ha quedado derogada por la indexación al IPC y la eliminación del factor de sostenibilidad.

La Autoridad Fiscal afea al Gobierno que mandara estas previsiones desfasadas. “El Programa de Estabilidad debería incluir proyecciones actualizadas que reflejen la legislación vigente y la política económica en vigor en el momento de la publicación”, señala la AIReF. Esta información es “necesaria para evaluar la sostenibilidad de las finanzas públicas basándose en las políticas actuales de los países”. Sin embargo, el Gobierno prefirió omitir estos cálculos y enviar unas cuentas basadas en la reforma de pensiones del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Papel mojado que no servirá de nada a la Comisión Europea, que ya espera los cálculos de la AIReF.

La crisis inflacionista está poniendo a prueba las costuras de la reforma de pensiones recién aprobada por el Gobierno. La revalorización con el IPC disparará el gasto durante todo este ciclo de precios altos, lo que tensionará las cuentas de la Seguridad Social incluso antes de que llegue la gran jubilación de la generación del ‘baby boom’. La Autoridad Fiscal (AIReF) calcula que el gasto en pensiones crecerá un 4,9% este año y se disparará un 8,8% en 2023. El motivo es que la reforma vincula la revalorización anual a la inflación del año anterior, lo que significa que la escalada de los precios de este año repercutirá en la nómina del próximo año.

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