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Economía da un gran recorte de 2,7 puntos en su previsión de PIB y espera una inflación del 6%
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No se recupera el PIB precrisis hasta 2023

Economía da un gran recorte de 2,7 puntos en su previsión de PIB y espera una inflación del 6%

El Gobierno asume un gran ajuste de casi el 40% en su cuadro macroeconómico. Mantiene en el 5% su previsión de déficit pese al frenazo económico gracias al crecimiento de la recaudación

Foto: La vicepresidenta económica, Nadia Calviño. (EFE/Atienza)
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño. (EFE/Atienza)

El Gobierno ha dado este viernes un gran tijeretazo a su previsión de crecimiento para este año bajándola desde el 7% que estimó en los presupuestos generales del Estado al 4,3%. Esto supone un ajuste de 2,7 puntos en la previsión de crecimiento y una rebaja de casi el 40% en sus previsiones. El Ministerio de Economía asume así el golpe que supone el "impacto económico de la invasión de Ucrania, que está llevando a una revisión a la baja del crecimiento en los distintos países". El Gobierno sitúa su previsión entre las más prudentes para la economía española, en gran medida como consecuencia del frenazo registrado en el inicio del año.

La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha presentado la actualización del cuadro macroeconómico que el Gobierno tiene que enviar antes del final de abril a la Comisión Europea. Calviño ha señalado que esta previsión se ha elaborado "bajo el principio de máxima prudencia". Sin embargo, con el frenazo del PIB registrado en el inicio del año, cualquier otra previsión habría quedado obsoleta rápidamente. Según el dato de contabilidad nacional adelantado este viernes por el INE, el PIB creció apenas un 0,3% en el primer trimestre del año, 1,9 puntos menos que en el cuarto trimestre de 2021. Este descenso se debe, principalmente, a una inesperada caída del consumo de los hogares del 3,7%.

Foto: La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. (Reuters)

Calviño ha señalado que la economía sigue sujeta a tres amenazas: los efectos persistentes de la pandemia, la ruptura de las cadenas globales de suministro y la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania. Esto ha obligado al Gobierno a dar este gran recorte de su previsión de crecimiento que supone asumir que el gran año de crecimiento fue en 2021, cuando el PIB avanzó un 5,1%.

La vicepresidenta ha defendido que "España crecerá por encima de la media europea y por encima de las economías avanzadas", una buena noticia que no es un consuelo, ya que España es el país que está más lejos de recuperar los niveles de PIB previos a la pandemia. Con este nuevo cuadro macroeconómico, el Gobierno asume que no recuperará el nivel de actividad de 2019 hasta el año 2023, una previsión que contrasta con la que mantenía Economía hasta ahora, que anticipaba que el PIB volvería a los niveles precrisis en este primer trimestre de 2022.

Esta rebaja en la previsión de crecimiento para el año 2022 no se ve compensada con una mejoría en la del año 2023. En concreto, para el próximo año estima un avance económico del 3,5%. Para 2024, el Gobierno sí mejora levemente su previsión de crecimiento, pero en una cifra menor: sube del 2,1% al 2,4%. En definitiva, el Gobierno considera que el impulso económico que va a perder el país como consecuencia del deterioro del escenario económico no se retomará a medio plazo. Con ello, también se esfuman las expectativas de cerrar el gap de PIB frente al crecimiento tendencial que tenía España antes de la pandemia. Sin embargo, Calviño ha querido abrir una puerta a la esperanza: "No descarto ninguna sorpresa positiva".

Uno de los motivos que explica esta rebaja de las previsiones es el deterioro del consumo de los hogares como consecuencia de la inflación. El Gobierno espera que el deflactor del consumo privado (indicador que es una aproximación al IPC que se publica en el cuadro macro) ascenderá este año al 6,1%, cifra que multiplica por tres su anterior previsión.

La pérdida de poder adquisitivo de las familias y el efecto precautorio ha obligado al Gobierno a recortar a menos de la mitad su previsión de crecimiento del consumo de los hogares. En concreto, estima un avance del 3,5% frente al 8% que estimó en su cuadro macro anterior. Igual que ocurre con el conjunto del PIB, el crecimiento del consumo seguirá siendo bajo durante los próximos años, con un avance del 2,6% en 2023 y del 1,5% en 2024. El Gobierno también ha querido rebajar su previsión de recuperación del turismo ante el deterioro del escenario económico europeo. En concreto, estima que los ingresos del sector serán un 80% de los que hubo en el año 2019, lo que retrasa a 2023 o 2024 la vuelta a los niveles precrisis.

La noticia positiva la deja la inversión productiva, para la que el Ministerio de Economía anticipa un rápido crecimiento impulsado por los fondos europeos. En concreto, para el año 2022 espera un crecimiento de la inversión en bienes de equipo del 11,1% y en propiedad intelectual del 17,5%. Por el contrario, la inversión en construcción irá más retrasada con un avance del 5,2%.

El Gobierno también prevé que el mercado laboral mantenga el crecimiento del empleo durante los próximos años apoyado en la recuperación económica. En consecuencia, espera que la tasa de paro baje del 13% ya este año y se sitúe por debajo del 10% al final del periodo de previsión, en el año 2025. De esta forma, los niveles de desempleo volverían a cifras próximas a las que hubo en pleno pico de la burbuja inmobiliaria. Lo que dice el Gobierno con esta previsión es que la tasa de paro estructural de la economía española habría bajado de forma significativa tras la pandemia. Esta es una de las incógnitas más relevantes que solo el tiempo podrá despejar, pero lo que está claro actualmente es que España está en niveles récord de empleo con un PIB trimestral todavía 3,5 puntos por debajo del existente antes de la pandemia.

Esta rebaja de la previsión de crecimiento no afectará a la senda del déficit, ha explicado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya que la recaudación ha comenzado el año disparada por el efecto de la subida de los precios y la creación de empleo. En concreto, el Gobierno prevé que el déficit cierre el año en el 5% del PIB, tal y como estimó en los PGE. Este déficit permite asumir también el coste del decreto de medidas económicas contra la crisis económica de la guerra aprobado definitivamente el jueves en el Congreso. En definitiva, el crecimiento de la recaudación, que superará el 42% del PIB este año, permitirá compensar el incremento de los gastos a lo largo del ejercicio.

El Gobierno ha dado este viernes un gran tijeretazo a su previsión de crecimiento para este año bajándola desde el 7% que estimó en los presupuestos generales del Estado al 4,3%. Esto supone un ajuste de 2,7 puntos en la previsión de crecimiento y una rebaja de casi el 40% en sus previsiones. El Ministerio de Economía asume así el golpe que supone el "impacto económico de la invasión de Ucrania, que está llevando a una revisión a la baja del crecimiento en los distintos países". El Gobierno sitúa su previsión entre las más prudentes para la economía española, en gran medida como consecuencia del frenazo registrado en el inicio del año.

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