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El IPC escala al 7,4%, el dato más alto desde los años 80, y el subyacente sube al 3%
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La inflación aceleró más de un punto

El IPC escala al 7,4%, el dato más alto desde los años 80, y el subyacente sube al 3%

La inflación aceleró en febrero por el efecto base de 2021 (escalón a la baja en febrero tras la borrasca Filomena) y la subida de los carburantes y los alimentos

Foto: Imagen de una gasolinera en Madrid. (EFE/Diego Fernández)
Imagen de una gasolinera en Madrid. (EFE/Diego Fernández)

Tal y como era previsible, la inflación dio un gran acelerón en el mes de febrero. Y esto ocurre justo cuando ha estallado la guerra en Ucrania, lo que anticipa que los precios seguirán altos durante los próximos meses por las sanciones y por la escalada de los costes de la energía. El IPC subió hasta el 7,4%, tal y como ha adelantado el INE este lunes, una cifra que no se veía desde los años 80. En concreto, fue en julio de 1989 cuando alcanzó este nivel y, para ver una cifra más alta, hay que dar marcha atrás en el calendario hasta diciembre de 1986, cuando la escalada de los precios era superior al 8%. Hasta ahora, la cota más alta había sido la de los 90, cuando la invasión de Kuwait por parte de Irak desató una crisis del petróleo a nivel global.

Esta subida responde, en buena medida, al efecto base generado por febrero de 2021, mes con el que se comparan los datos publicados por el INE. En febrero de 2021, los precios sufrieron un importante descenso tras el final de la borrasca Filomena. Si a esto se suma un importante avance de los precios en este mes de febrero de 2022 respecto a enero, el resultado es este gran salto de la inflación, que ha acelerado en más de un punto en tan solo un mes.

Foto: Varios billetes y monedas. (iStock)

No por previsible el dato deja de ser preocupante. Sobre todo si se tiene en cuenta que las previsiones de moderación de los precios se han desbaratado como consecuencia del estallido de la guerra en Ucrania. Pero, además, hay otra cuestión preocupante: la inflación subyacente ha escalado hasta el 3% en febrero. Este indicador excluye los elementos más volátiles de la cesta de la compra, la energía y los alimentos, de modo que se usa para comprobar hasta qué punto hay tensiones inflacionistas en la economía. La respuesta es que ya hay tensiones inflacionistas evidentes.

Con este avance del IPC subyacente hasta el 3% significa que en apenas medio año el indicador ha avanzado en más de dos puntos. Con este avance, llega a su nivel más elevado desde el año 2008, en pleno pico de la burbuja inmobiliaria. Aunque, cuando el INE publica el dato adelantado del IPC, no desagrega por bienes y servicios, en la nota de prensa del instituto sí señala que se han producido "subidas generalizadas de precios en la mayoría de los componentes". Esto significa que la inflación está llegando ya a todos los bienes y servicios de la cesta de la compra, rompiendo así la inercia de la estabilidad de precios vivida en la última década.

El INE señala que las subidas han sido especialmente intensas en los alimentos y bebidas no alcohólicas y en los carburantes y combustibles. Esto es, bienes básicos de la cesta de la compra de casi todos los hogares. La electricidad también acelera en tasa anual, pero el motivo es que, en febrero del año 2021, se produjo esta bajada antes señalada por el final de la borrasca Filomena. Sin embargo, si se comparan con los precios de enero de este año, la electricidad bajó levemente en febrero.

Foto: La inflación se extiende por los distintos bienes y servicios. (EFE/Chema Moya)

La gran incertidumbre ahora es saber cómo va a afectar la guerra en Ucrania a la evolución de los precios. Con el coste del gas y el petróleo al alza en los mercados internacionales, todo apunta a que los costes energéticos para empresas y familias seguirán al alza. Además, los diques de contención de la estabilidad de precios están empezando a tener fisuras, ya que casi todas las empresas empiezan a trasladar al precio final los costes intermedios crecientes. De hecho, estas grietas son un reto para los bancos centrales, cuyo objetivo principal es el mantenimiento de la estabilidad de precios. El riesgo es que sea necesario subir los tipos para atajar la inflación y que esto termine provocando una recesión si no se controla correctamente.

En el sentido opuesto, opera el efecto base. En marzo de 2021, los precios empezaron su escalada con dos meses consecutivos de subidas superiores al 1%. Es difícil que estas cotas vuelvan a repetirse, aunque no imposible, lo que podría permitir una moderación de la inflación. En cualquier caso, las subidas por encima del 5% se mantendrán durante toda la primavera salvo que el conflicto en Ucrania se resuelva rápidamente.

El INE ha publicado también este lunes la evolución de los precios de importación y exportación de bienes industriales del mes de enero. El dato es muy sorprendente: la inflación de las importaciones de España está escalando a tasas del 30%. Se trata de una cifra nunca registrada en la historia de este indicador y muestra hasta qué punto la mayor parte de la escalada de los precios se va directamente a retribuir a los factores productivos del exterior. En gran medida, esta subida es consecuencia de los precios energéticos, cuya inflación en enero fue del 103%. Esto es, se ha duplicado el coste de los bienes energéticos importados en el último año.

Pero también el resto de los productos que compra España en el exterior están subiendo rápidamente. De hecho, si se excluye la energía, la subida de estos precios es del 9,2%, también el dato más alto nunca registrado. Destaca especialmente la escalada de los bienes intermedios, esto es, los que utilizan las empresas españolas para producir, que soportan una inflación cercana al 20%. Con este encarecimiento de los costes intermedios, la dificultad para las empresas españolas de contener la inflación es muy reducida.

Tal y como era previsible, la inflación dio un gran acelerón en el mes de febrero. Y esto ocurre justo cuando ha estallado la guerra en Ucrania, lo que anticipa que los precios seguirán altos durante los próximos meses por las sanciones y por la escalada de los costes de la energía. El IPC subió hasta el 7,4%, tal y como ha adelantado el INE este lunes, una cifra que no se veía desde los años 80. En concreto, fue en julio de 1989 cuando alcanzó este nivel y, para ver una cifra más alta, hay que dar marcha atrás en el calendario hasta diciembre de 1986, cuando la escalada de los precios era superior al 8%. Hasta ahora, la cota más alta había sido la de los 90, cuando la invasión de Kuwait por parte de Irak desató una crisis del petróleo a nivel global.

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