Los economistas rebajan 4 décimas el crecimiento, pero Calviño no revisará su previsión hasta abril

La guerra está impactando en la economía española, pero el Gobierno no tiene prisa en revisar unas previsiones que ya habían quedado obsoletas incluso antes del estallido del conflicto. Mientras las principales instituciones internacionales hablan de un crecimiento del PIB inferior al 6% y dentro de España se empiezan a hacer cábalas sobre el hachazo que supondrá la contienda, el Ejecutivo mantiene que la economía del país rebotará un 7% este año.

La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha anunciado este jueves en una entrevista en la Cadena SER que Moncloa no actualizará su cuadro macroeconómico hasta abril, el mismo día que el Consejo General de Economistas (CGE) ha recortado su previsión de crecimiento en cuatro décimas. Frente al optimismo del Gobierno, los economistas pasan del 5,6%-5,8% estimado anteriormente hasta el 5,2%-5,4%, debido principalmente al conflicto bélico provocado por la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

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Según se desprende del 'Observatorio Financiero' publicado este lunes, la primera consecuencia económica de la conflagración es el impacto en el precio de la energía, debido a la gran dependencia de Europa del petróleo y el gas rusos, además de otras materias primas. "Aunque se habría previsto que este primer semestre tendería a moderarse la inflación, estos acontecimientos van a surtir el efecto contrario", han alertado. Calviño ha reconocido que los precios están sufriendo "un alza muy importante" por la energía, y ha añadido que esta puede ser la principal consecuencia de las hostilidades para la economía española. El PP ya ha pedido su comparecencia en el Congreso y que el Gobierno modifique sus previsiones cuanto antes.

La calma que pide la ministra contrasta con los augurios de la fundación de las antiguas cajas de ahorros (Funcas), que vaticinan un aumento adicional del Índice de Precios al Consumo (IPC) de entre uno y dos puntos a causa del conflicto. En febrero ya se ha situado en el 7,4% y el Colegio de Economistas prevé que se mantenga elevado todo el año. La expectativa de una inflación más persistente a lo largo de 2022, en gran parte como consecuencia de la guerra, hará que los ciudadanos se vean obligados a reducir su consumo y, por tanto, se entre en el círculo vicioso en el que las empresas reducirán su producción y el crecimiento económico se verá impactado negativamente, han alertado los expertos de la institución.

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Asimismo, el Consejo de Economistas ha llamado la atención sobre los posibles problemas en las cadenas de suministro, que ya parecía que se estaban relajando, que pueden frenar la producción. En este sentido, han explicado que el Índice PMI compuesto de la actividad total de la zona euro en febrero ha sido de 55,8 frente a 52,3 de enero, constatándose una intensa aceleración del crecimiento económico que, por desgracia, esta situación puede truncar.

Posible incremento del paro

En cuanto al mercado de trabajo, los economistas han apuntado a que, aunque 2021 registró una reducción importante de la tasa de paro y en enero el comportamiento ha sido positivo, la desaceleración del crecimiento podría acarrear un incremento del número de parados. A este respecto hay que considerar la finalización del aplazamiento de los ERTE, a los que actualmente hay acogidos más de 100.000 trabajadores con empleo total o parcialmente suspendido.

Sobre la deuda pública a 31 de diciembre, según el avance mensual del Banco de España, el volumen ha ascendido a 1.428 billones euros, que representa el 118,7% del PIB, un comportamiento mejor de lo esperado tanto por el Gobierno como por los analistas, aunque es una cifra muy elevada y preocupante. Para 2022, se espera que siga moderándose y se sitúe en torno al 117% del PIB.