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Diez lecciones del profesor Montoro para esta crisis: "La han pagado los más pobres"
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Entrevista al exministro de Hacienda

Diez lecciones del profesor Montoro para esta crisis: "La han pagado los más pobres"

El autor de los presupuestos inmortales habla ahora como un académico. Se detiene a explicar los gráficos que lleva guardados en su Ipad para destripar la economía española y huye de la confrontación política

Foto:  El exministro de Hacienda, Cristobal Montoro, durante una entrevista con EC en la redacción. (Sergio Beleña)
El exministro de Hacienda, Cristobal Montoro, durante una entrevista con EC en la redacción. (Sergio Beleña)
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Entre la mascarilla y la boina es difícil reconocer a Cristóbal Montoro (Jaén, 1950) cuando se acerca por la calle. También puede ser complicado reconocerlo después, cuando comenta la situación económica de España. El implacable ministro de Hacienda de la crisis, el autor de los presupuestos inmortales, se ha convertido en un entrañable académico. Se detiene el tiempo que haga falta a desgranar los gráficos que lleva guardados en su iPad y huye de la confrontación política. Trata de esquivar las polémicas, pero en las interjecciones y los comentarios sigue asomando el político que se estrenó como diputado en 1993 y que conoce mejor que nadie las cuentas del Estado. Lo que iba a ser una entrevista se transforma en una conversación de dos horas. El saldo es de diez lecciones: una cada doce minutos.

Primera lección: No hemos salido de la crisis

Sostiene Montoro que estamos todavía navegando la crisis derivada del covid. La economía española sigue todavía lejos de los niveles de PIB existentes antes de la pandemia y aunque los indicadores de empleo se han recuperado más rápido, el consumo, la inversión y las exportaciones de bienes y servicios siguen en niveles bajos. "La crisis económica está siendo muy dura y muy duradera", dice el profesor, rechazando los triunfalismos. "Cuidado, porque si no salimos de la crisis y recuperamos los niveles de PIB que teníamos antes de la pandemia podemos tener muchos problemas. Y ese momento se sigue retrasando".

Montoro incide en que "esta no es una crisis de desequilibrios económicos", sino “una crisis de características del tejido productivo, con muchas pymes y autónomos, que está muy ligado al sector servicios y al turismo. Por lo tanto, es una crisis que va a afectar muchísimo al tejido productivo. Por eso España ha sido uno de los países del mundo que ha sufrido una mayor caída de la actividad económica”.

placeholder Foto: Sergio Beleña.
Foto: Sergio Beleña.

El exministro recuerda que "la pandemia todavía no ha acabado" e insiste en la importancia de mantener una política monetaria y fiscal encaminada a superar el bache. "Lo que está pasando en los países europeos con los rebrotes del virus y los confinamientos es muy perjudicial para España, porque dependemos de ellos para crecer". La salida de la crisis no dependerá de contener el virus dentro de España, sino de recuperar el volumen de exportaciones de bienes y servicios (turismo incluido) existente antes de la pandemia.

Subraya Montoro un matiz. A pesar del desplome de la actividad, el gran cambio estructural que se produjo en España tras la crisis financiera —el superávit por cuenta corriente— se mantiene intacto. "En España todas las crisis han sido de balanza de pagos, todas. Esta es la primera vez en la historia que hemos conseguido mantener el superávit por cuenta corriente con una caída del PIB". Esto es muy relevante, ya que permite a España seguir pagando la deuda externa. "Es la primera vez que la crisis no tiene causa en los desequilibrios económicos (...) Este es un cambio formidable", presume el exministro.

Segunda lección: Los ERTE han funcionado

Sostiene Montoro que "el estado del bienestar paró la crisis". Los países europeos han aumentado la cobertura del estado del bienestar desplegando un esquema de protección de rentas de los hogares que en España fueron los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo). Los distintos servicios públicos, que van desde la sanidad, hasta la educación o la seguridad, hasta las transferencias sociales, consiguieron frenar el impacto de la crisis y evitar que se generaran efectos de segunda ronda maximizando la caída de la demanda o la destrucción de empleo. "Lo que no he entendido es este debate final sobre si hay que mantener los ERTE o eliminarlos. ¡Pero si no se han podido comportar mejor! Claro que hay que mantenerlos", dice.

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"Tenemos unos sistemas de protección social que no existen en el resto del mundo, Europa es un paradigma en el estado del bienestar", defiende Montoro. "Imagina lo que ha sido en países latinoamericanos donde la 'economía informal' supera el 50%". El exministro recuerda que este sistema es caro. "Hay que pagarlo", por eso es necesario un sistema fiscal y la existencia de impuestos.

Tercera lección: Los perdedores han sido los más pobres

Sostiene Montoro que "la crisis la han pagado los quintiles de renta más bajos", que son quienes han sufrido el mayor golpe en sus rentas. "Te están aumentando los niveles de pobreza relativa, como muestran los indicadores de Eurostat y los informes de Funcas". En los tramos más bajos de renta en muchas ocasiones se sitúa la economía sumergida, que es la que no tuvo protección social durante la pandemia.

Otros países europeos, dice, lo hicieron mejor: realizaron una política fiscal más agresiva y consiguieron proteger también a las rentas bajas. Incluso lograron reducir el nivel de pobreza. No fue el caso de España, que "realizó una política fiscal expansiva moderada en comparación con la del resto de países europeos". "No sé si fue porque había menos margen fiscal por el déficit o si fue una decisión política, pero la realidad es que el Gobierno, con Podemos dentro, ha hecho una política fiscal expansiva moderada. Entiendo que eso tendrá que ver con la salida de Pablo Iglesias de la política, porque cuando uno está en el gobierno se da cuenta de que puede hacer mucho menos de lo que creía".

"Te están aumentando los niveles de pobreza relativa, como muestran los indicadores de Eurostat y los informes de Funcas"

Cuarta lección: Estos presupuestos no son expansivos

Pocas personas conocen como Montoro los números fiscales de España después de media vida de servicio público en el Ministerio de Hacienda. Se ríe cuando escucha que el Gobierno y los medios de comunicación definen los presupuestos del año 2022 como expansivos. "A la reducción del déficit público lo llaman política expansiva, eso sí que es para nota", bromea Montoro. "Aunque sea cíclicamente, se está produciendo un ajuste del gasto porque los estabilizadores automáticos están funcionando". Esto es, se reduce el gasto derivado de la crisis, tanto en protección social como en servicios públicos, y se incrementa la recaudación gracias a la reactivación económica. "Ahora todas las administraciones dicen que tienen el mayor gasto público de la historia. Todas. Al menos que digan que es por los fondos europeos. Yo juraría que, viendo las cifras, estos no son los presupuestos con más gasto de la historia". El exministro afila las uñas. Cree que esta estrategia de inflar el gasto es equivocada. "Mi experiencia es que la gente no vota a los partidos que presenten las cifras de gasto más altas. La gente en realidad piensa: ¿eso cómo se paga?".

Quinta lección: El BCE tiene en sus manos el destino de España

Sostiene Montoro que España sale de la pandemia con un montante de deuda pública que supera el 120% del PIB, registros nunca vistos en los tiempos modernos. Mucho se ha discutido sobre la sostenibilidad de este volumen de deuda, pero el exministro va más allá y señala que lo que hay es un reto de "gestión de la deuda pública". Las compras masivas de deuda del Banco Central Europeo (BCE) en los mercados secundarios ha provocado, de facto, la "monetización de un tercio de la deuda pública española, que está ya en manos del BCE".

Lo que vaya a hacer el BCE con esta deuda determinará la existencia, o no, de problemas financieros en Europa. Si el organismo vuelve a colocar esta deuda en el mercado, entonces se producirán tensiones financieras, augura Montoro. "Yo creo que esta deuda no va a volver al mercado, si lo hace, a ver quién la compra…". Montoro también deja un 'recado' para Christine Lagarde, presidenta del BCE, que en marzo de 2020 afirmó que la entidad no estaba dispuesta a velar por las primas de riesgo europeas y esto provocó un fuerte repunte del 'riesgo país'. "Lagarde hizo unas declaraciones muy desafortunadas. No había entendido de qué va esto: no va de contener las primas de riesgo, va de financiar a los países. Y la forma de hacerlo es poner la liquidez".

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Foto: Sergio Beleña.

Sexta lección: La inflación no es el problema

Sostiene Montoro que no deberíamos hacernos cruces con este tema. Muchos economistas han criticado la política expansiva de los bancos centrales por generar inflación. Ahora tienen un argumento y es que la inflación realmente está repuntando con fuerza. Sin embargo, Montoro le resta importancia a este proceso y considera que los bancos centrales están haciendo la política expansiva que se requiere en estos momentos. "¿O es que todos están equivocados? Los bancos centrales están para financiar. Para esto tenemos instituciones".

En su opinión, la inflación no es un problema estructural y remitirá a medida que se recupere la actividad habitual en el mundo. "Si sigues profundizando en la globalización e innovando, en principio no tendrías que tener una inflación como la del pasado. Se dice mucho: 'Me recuerda a los setenta', pero es porque la gente no recuerda cómo fueron los setenta. La estructura económica de la actualidad no tiene nada que ver con la que había entonces. El mundo ha cambiado mucho, y también el tejido productivo".

Séptima lección: La virtud está en el centro

Montoro fue un ministro de Hacienda criticado por el ala más liberal del PP, ya que siempre defendió sin tapujos la importancia del estado del bienestar y la necesidad de pagar impuestos. El exministro defiende que el PP tiene que ser un partido de centro sin complejos. "En el congreso del año 2000 el lema era 'la fuerza del centro'. No tenía apellidos: ni centroderecha ni nada. Los partidos grandes son casas grandes con ideas plurales". Y continúa: "¿Cuál es la ideología del PP? La de la CDU en gran medida. Esta batalla ideológica siempre ha existido. Fíjese que yo he vivido un PP en el que un sector importante no quería entrar en el euro. Y esto no es algo que me han contado, es que eso lo vi yo".

Recuerda que "no todas las crisis son iguales y no se pueden aplicar las mismas políticas siempre", justificando que en el año 2012 no solo no bajará impuestos, sino que los subió. "Nosotros no llevábamos en nuestro programa que fuésemos a bajar los impuestos. Entre otras cosas, porque no sabíamos el déficit que nos encontraríamos al llegar". "Lo que ha propuesto el PP siempre es bajar el IRPF, pero en nuestros programas nunca hablamos de bajar el impuesto sobre sociedades. Lo hicimos en 2015, pero eso no estaba en el programa".

Octava lección: El programa económico del PP

Montoro también reflexiona sobre la falta de caras visibles en el Partido Popular en materia económica. "Ellos tienen todo el derecho a hacer la formulación que entiendan en términos políticos", dice evitando entrar en polémicas. "Yo estoy ahora fuera de la política". Pero no puede evitar deslizar que hubo momentos en los que el PP tenía un equipo económico potente y reconocible, incluso cuando estaba en la oposición.

"En la legislatura de 2008 yo acepté volver a la política para hacer oposición porque estaba convencido de que nos venía una gran crisis económica" (...) "En ese momento hacíamos congresos, seminarios... para explicar la situación tan delicada en la que estábamos. De hecho, Zapatero siempre nos criticaba a Rajoy y a mí en el Congreso".

"Yo acepté volver a la política para hacer oposición porque estaba convencido de que nos venía una gran crisis económica"

"Ahora es cierto que cuesta identificar a los responsables económicos del partido y (...) tanto el presidente del Gobierno como el líder de la oposición deben estar siempre bien rodeados, porque un país no lo puede gestionar una persona, ya que hay muchas áreas de especialización". "En el Gobierno ocurre algo parecido: en el último cambio de ministros han salido las caras más conocidas. Yo juraría que la política se hacía al revés", ironiza.

Novena lección: Ojo con la marcha atrás

Sostiene Montoro que el Gobierno no debería desmontar toda la legislación vigente, ni hacer muchas reformas para el corto plazo. "Lo que he aprendido en política es que no se pueden hacer todas las cosas al mismo tiempo porque se genera mucho ruido e incertidumbre (...) Por ejemplo, muchas veces se nos critica que nos dejamos muchas cosas por hacer en el Gobierno de la mayoría absoluta. Eso no es cierto: la gente nos dio sus votos para sacar a España de la crisis económica y eso es lo que hicimos. No llevábamos en nuestro programa un gran paquete de reformas estructurales, no era el momento".

Montoro cree que tampoco ahora es el momento de derogar la legislación vigente. "La prioridad tiene que ser recuperar el crecimiento económico que teníamos: crecimiento sin desequilibrios y creador de empleo que iba reduciendo la pobreza relativa en España. Todo lo que sea distraer, será un error".

"Lo que he aprendido en política es que no se pueden hacer todas las cosas al mismo tiempo porque se genera mucho ruido e incertidumbre"

Décima lección: No es momento para financiación autonómica

Sostiene Montoro que ya empezó a negociar con el PSOE la reforma de la financiación autonómica en el año 2018, pero la moción de censura dio al traste con las conversaciones. "Estábamos en ello porque la recaudación ya lo permitía". Sin embargo, la situación actual es diferente y el ex ministro recomienda al Gobierno esperar antes de abrir este 'melón' dada su dependencia de los partidos independentistas. "El problema es que cuando tienes un Gobierno apoyado por fuerzas independentistas, que estas participen en la corresponsabilidad fiscal será interesante de ver. Este momento político hace muy complicado promover un reparto diferente de la recaudación que se va disponiendo por la recuperación".

Entre la mascarilla y la boina es difícil reconocer a Cristóbal Montoro (Jaén, 1950) cuando se acerca por la calle. También puede ser complicado reconocerlo después, cuando comenta la situación económica de España. El implacable ministro de Hacienda de la crisis, el autor de los presupuestos inmortales, se ha convertido en un entrañable académico. Se detiene el tiempo que haga falta a desgranar los gráficos que lleva guardados en su iPad y huye de la confrontación política. Trata de esquivar las polémicas, pero en las interjecciones y los comentarios sigue asomando el político que se estrenó como diputado en 1993 y que conoce mejor que nadie las cuentas del Estado. Lo que iba a ser una entrevista se transforma en una conversación de dos horas. El saldo es de diez lecciones: una cada doce minutos.

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