Ardoy (SEPE): "Tenemos que potenciar la orientación formativa también a las empresas"

Ifema acoge esta semana el I Salón Internacional de Formación para el Empleo, organizado por el SEPE, la OIT y la Fundae. El foro está concebido para que empresas e instituciones expongan sus mejores prácticas en la formación para el empleo y se fomente la colaboración y la difusión de la importancia de mantener una cualificación continua entre los trabajadores. El salón coincide con un momento de intensa recuperación económica en el que se está produciendo un incremento de las vacantes en las empresas, que tienen crecientes dificultades para encontrar trabajadores formados en determinadas tareas, especialmente las relacionadas con la digitalización.

El director general del SEPE, Gerardo Gutiérrez Ardoy, y el director de la Fundae, Antonio de Luis, atienden a este periódico antes de la celebración del salón, que llenó el espacio habilitado para los expositores en apenas unas semanas. “Queremos visibilizar todo lo que se está haciendo en España por la formación para el empleo, pero también queremos detectar qué necesidades formativas tienen las empresas”, explica Ardoy, “en muchos casos nos encontramos que las necesidades que hay no están recogidas en el código nacional de ocupaciones”. Esto es, se trata de perfiles profesionales completamente nuevos a los que el SEPE quiere dar respuesta.

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En muchas ocasiones, se plantea la formación de los parados para que sean empleables, pero el SEPE va más lejos y quiere desplegar una plantilla de trabajadores para asesorar a las empresas, especialmente a las pymes. El objetivo es ayudar a las empresas a detectar las necesidades formativas que tienen, incluso aunque no sean conscientes de las posibilidades que tienen o del potencial existente a través de la formación.

“Vamos a potenciar el acompañamiento individualizado, no solo en la orientación laboral a trabajadores, sino también al tejido empresarial”, señala Ardoy, “necesitamos personal orientador bien formado para ayudar a las empresas a identificar incluso cuáles son sus necesidades formativas”.

Vamos a potenciar el acompañamiento individualizado, no solo a trabajadores, sino también a las empresas

“El eje de esta feria es la pyme”, explica de Luis, “la gran empresa está utilizando correctamente la [formación] bonificada, y también sabe en qué formar y cuenta con los recursos necesarios para hacerlo”. Sin embargo, las pymes “no saben ni qué necesidades formativas tienen”. Por eso es necesario “enviar tutores para dar información relevante y fidedigna” sobre el potencial de la formación en el empleo.

Al mismo tiempo, el SEPE quiere desplegar sus capacidades tecnológicas para “responder en tiempo real las necesidades formativas de las empresas”, señala Ardoy. Eso significa detectar qué perfiles profesionales está demandando el tejido productivo en cada momento, a través de aplicaciones para el rastreo de las ofertas de trabajo, y ofrecer las acciones formativas precisas. “Desde el pasado verano somos capaces, a través de una herramienta de inteligencia artificial, de captar las ofertas que se están realizando en la red, transformar esa oferta descrita en una ocupación y traducirla a terminología ESCO”, explica Ardoy. Lo que ha detectado el SEPE hasta ahora es que muchas de las ofertas de trabajo actuales no responden a una categoría de trabajo ya existente, sino que las empresas están reclamando nuevos perfiles de trabajadores con competencias que actualmente no están catalogadas.

En otras ocasiones, las vacantes no se deben a la ausencia de trabajadores, sino a que las condiciones que ofrecen las empresas no son suficientes para atraer a mano de obra. “[Hay] muchas actividades económicas en las que dicen que no encuentran trabajadores y es porque las condiciones laborales, a fecha de hoy, no son las que deberían ser”, lamenta Ardoy.

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Los fondos europeos del plan de recuperación también permitirán dar un impulso a las políticas activas de empleo, muy demandadas desde la Comisión Europea a España para luchar contra el elevado desempleo. España utilizará 2.300 millones para las políticas activas a través de diferentes programas, como el fomento del empleo juvenil, la mejora de competencias digitales, el perfilado de los trabajadores, la mejora de la orientación, etc.

Para desplegar todo el potencial de los fondos europeos, el SEPE tendrá que reforzar su plantilla. “Necesitamos más personal”, explica Ardoy, y ya está aprobada la incorporación de 100 trabajadores para gestionar estos recursos. “Desde el Ministerio de Hacienda se están aprobando los planes estratégicos de apoyo para nuevo personal. Al SEPE ya se lo han aprobado, está habiendo un esfuerzo especial en reforzar los recursos humanos, porque estos fondos los aporta el Estado, no se financian los trabajadores con cargo al MRR”, explica Ardoy.

En este contexto, el I Salón Internacional de Formación para el Empleo se ha proyectado como un trampolín para aglutinar las mejores prácticas de empresas e instituciones y difundir la importancia de la formación como palanca para mejorar la productividad de los trabajadores y la capacidad de adaptación de la economía a un mundo que está cambiando rápidamente.