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Misterio en la industria: el clima empresarial mejora, pero se estanca la producción
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EL SECTOR SERVICIOS TIRA DE LA ECONOMÍA

Misterio en la industria: el clima empresarial mejora, pero se estanca la producción

Una de cal y otra de arena. El clima empresarial en la industria alcanza los mejores niveles en dos décadas. Sin embargo, la producción se ha estancado. Apenas crece, pese al optimismo

Foto: Foto: EFE/Biel Aliño.
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Señales mixtas, como se dice en los mercados bursátiles tras una jornada de transición. La industria, a la luz del indicador de clima industrial (ICI), crece con fuerza y, de hecho, ha recuperado niveles máximos de hace dos décadas, pero la intensidad de la recuperación, de acuerdo con el índice de producción industrial (IPI), que elabora Estadística, se ha estancado.

Apenas crece un 1,2% en términos anuales, incluso por debajo del 2,7% que está avanzando el PIB anual. Una aparente contradicción que se manifiesta con claridad en el empleo. Mientras que el conjunto de la ocupación crece a un ritmo del 6,2%, el empleo industrial avanza un 1,8% en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, que es como los mide la contabilidad nacional.

Esto puede ser achacable, en parte, a que las restricciones a la movilidad decretadas por la pandemia afectaron, sobre todo, al sector servicios, pero no excluye el hecho de que la industria continúe perdiendo peso en el conjunto de la ocupación. Un par de datos lo acreditan. En el tercer trimestre de este año, según la Encuesta de Población Activa (EPA), el 13,6% de la población ocupada trabajaba en la industria, frente al 16,3% del primer trimestre de 2008. El nivel es todavía inferior al que había antes de la pandemia (14,1%).

Eso quiere decir que el ritmo de la recuperación lo marca el sector servicios. La utilización de la capacidad productiva, de hecho, todavía no ha recuperado los niveles previos a la pandemia. Al inicio del cuarto trimestre de este año, se sitúa en el 79,2% de la capacidad instalada, después de haber marcado un mínimo desde la anterior crisis del 70%. Lo singular, como se ha dicho, es que el indicador del clima industrial (ICI), corregido de variaciones estacionales, se sitúa en un nivel de 4,4 puntos, lo que supone 2,2 puntos más que en el mes anterior. Es decir, ha alcanzado su mayor nivel en más de dos décadas. En concreto, desde septiembre de 2000.

Nivel de 'stocks'

En términos interanuales, el aumento del clima industrial en 14,4 puntos se debe, como sostienen los técnicos de Industria, a la mejora en sus tres componentes; principalmente, por el notable incremento de 29,2 puntos en el nivel de la cartera de pedidos. A ello se unen el aumento en 9,6 puntos de las expectativas de producción y el retroceso en 4,5 puntos en el indicador del nivel de 'stocks' respecto de su valor en octubre de 2020.

Históricamente, niveles bajos de 'stocks' se corresponden con ciclos económicos expansivos y viceversa, altos niveles de 'stocks' se suelen asociar con ciclos de contracción económica. Sin embargo, como reconoce Industria, el contexto actual “dificulta la interpretación y evaluación de estos indicadores, máxime cuando la economía ha sufrido una paralización no vista en décadas”.

Foto: Foto: EFE/Kai Försterling.

Esta paradoja puede explicarse parcialmente por los crecientes problemas de aprovisionamiento que sufre la industria, que hace que las expectativas —el clima industrial no deja de ser una encuesta realizada a una muestra representativa del tejido empresarial en todo el territorio nacional— sean mejores que la producción real. El problema es que nada indica que los actuales cuellos de botella vayan a desaparecer en el corto plazo. El último PMI manufacturero, que refleja la opinión de los gestores de compra de las empresas industriales, reflejaba, en concreto, que tanto la producción como los nuevos pedidos aumentan al ritmo más débil desde febrero pasado, “en medio de un retraso récord de los plazos de entrega de los proveedores para los insumos, que siguieron siendo notablemente escasos”.

En la misma línea, la propia Comisión Europea, en su informe de otoño, y a la luz de la opinión de los expertos, estima que en el caso de los semiconductores, un componente esencial para la industria del automóvil, no se producirá una normalización hasta finales del próximo año. Pero si se trata de los chips más avanzados, el final de los cuellos de botella no llegaría hasta entrado el año 2023. Y no hace falta recordar la importancia que tiene la fabricación de automóviles para la economía española.

Escasez laboral

En septiembre, por ejemplo, la fabricación de automóviles cayó un 20,2% respecto del mes anterior una vez corregida la cifra de variaciones estacionales y de distinto calendario laboral. Los Estados miembros más afectados por la escasez incluyen países del núcleo industrial de la UE: Alemania, Italia, Dinamarca, Holanda, Austria y Polonia. Bruselas excluye a España de esta lista corta.

Otro factor que puede explicar la aparente contradicción entre las expectativas y la producción real puede tener que ver con la escasez del mercado laboral, no solo en Europa, donde el paro se sitúa en la mitad, sino también en España, pese a los altos niveles de desempleo, lo que indicaría un desajuste entre oferta y demanda que hay que vincular al sistema formativo.

Foto: Entrevista a Alejandro Molins. (Jesús Hellín)
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Ángel Villarino Fotografía: Jesús Hellín

Como sostienen los servicios técnicos de la Comisión Europea, la escasez del mercado laboral reportada por los empleadores se ha incrementado en los últimos meses, en particular en la industria, y ya se encuentra por encima de los niveles anteriores a la pandemia. No ocurre lo mismo con el sector servicios. En concreto, la proporción de empresas industriales que informan que la mano de obra es un factor que limita su producción afecta a la mitad de los Estados miembros.

Por último, la ralentización del crecimiento de la demanda industrial también se vincula al aumento de la inflación. O dicho de otra forma, como señala el último PMI, las empresas responden que no están dispuestas a pagar los precios más altos impuestos por los fabricantes españoles. Según los datos más recientes, los precios cobrados subieron a la tasa más alta en más de 19 años de disponibilidad de datos. Pero si se atiende a la evolución de los precios industriales, que elabora Estadística, el resultado es que en septiembre, y en términos anuales, el aumento es del 23,6%, cifra más alta desde diciembre de 1977. Es decir, buenas expectativas, pero escasa producción.

Señales mixtas, como se dice en los mercados bursátiles tras una jornada de transición. La industria, a la luz del indicador de clima industrial (ICI), crece con fuerza y, de hecho, ha recuperado niveles máximos de hace dos décadas, pero la intensidad de la recuperación, de acuerdo con el índice de producción industrial (IPI), que elabora Estadística, se ha estancado.

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