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¿Cómo ha podido pasar? La histórica revisión del PIB que cambia el análisis económico
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El INE ha recortado un 1,8% el PIB

¿Cómo ha podido pasar? La histórica revisión del PIB que cambia el análisis económico

Hay dos factores que explican el recorte que ha hecho el INE: la incorporación de los datos de la Agencia Tributaria del cierre trimestral y la revisión de la serie anual de 2020

Foto: Foto: iStock.
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El INE ha realizado este jueves una corrección histórica del dato adelantado de la contabilidad nacional del segundo trimestre. Si en julio estimó que el crecimiento había sido del 2,8%, ahora calcula que fue del 1,1%. Menos de la mitad. Una revisión a la baja de casi dos puntos que ha cambiado por completo la percepción de la coyuntura económica en España tras la reapertura. La gran pregunta es: ¿qué ha pasado para que se haya producido esta revisión histórica?

Antes de empezar con las explicaciones, es importante tener en cuenta que la labor estadística durante toda la pandemia está siendo muy complicada, ya que se producen cambios bruscos casi de la noche a la mañana: empresas que cierran o abren por orden administrativa, trabajadores que combinan el empleo con el ERTE, ayudas que se crean, otras que se suprimen, etc. Esto explica que desde el inicio del estado de alarma hayamos visto importantes revisiones en las estimaciones del PIB, aunque en ningún caso han sido superiores a 0,7 puntos.

En el caso concreto del segundo trimestre de este año se produjo un evento clave: el final del estado de alarma en la segunda semana de mayo. Esto es, casi a mitad del trimestre. En consecuencia, España pasó de tener un mes de abril con la economía deprimida por la pérdida de la Semana Santa, a un fuerte 'boom' del consumo y la movilidad. En consecuencia, los datos del consumo de las familias, que supone casi el 60% del PIB, experimentaron una gran volatilidad.

El INE no dispone de datos cerrados del consumo cuando publica la contabilidad nacional adelantada, ya que la Agencia Tributaria todavía no dispone de la información completa de la declaración del IVA. En el caso de las grandes empresas, los datos están disponibles hasta mayo y, en el caso de las pymes, no hay ninguna cifra disponible (la estadística completa se publicó el 10 de agosto). En consecuencia, el INE tuvo que hacer los cálculos del PIB con información parcial y estimando el crecimiento de junio. Cuando recibió los datos cerrados de la AEAT, las cifras eran mucho peores de lo estimado inicialmente.

Foto: Imagen de las 'colas del hambre' en Toledo durante la pandemia. (EFE)

Así lo explica el INE en su nota de prensa: “En las revisiones que se observan en el segundo trimestre respecto al avance de resultados de julio, ha influido particularmente la actualización de la información sobre ventas de grandes empresas y pymes societarias debida a la incorporación de los datos definitivos de la estadística Ventas, Empleos y Salarios en Grandes Empresas y pymes”. Esta estadística llegó al INE a principios de agosto, días después de la publicación de la primera estimación de la contabilidad nacional.

En una situación normal, la incidencia de estos cambios es casi insignificante porque el consumo mantiene una gran inercia. Sin embargo, en esta pandemia los cambios son muy bruscos, por lo que este sistema de estimación de los datos al cierre del trimestre obliga a realizar estas revisiones.

En concreto, en los trimestres en los que la variación del PIB fue positiva, el dato adelantado fue mejor y la revisión fue a la baja (algo que se ha repetido esta vez), mientras que en los trimestres de contracción, los datos negativos se revisaron posteriormente al alza. Esto implica que las revisiones del PIB moderan la volatilidad inicial, puliendo los picos de las contracciones y de las expansiones. Una posible hipótesis a esta desviación es que, como la pandemia cambia rápidamente (las olas no duran un trimestre completo), el dato avanzado extrapola la inercia de los meses anteriores, pero esto no se está cumpliendo.

La composición sectorial de estas ventas también es muy importante. En esta revisión, el INE ha restado una parte significativa del valor añadido que aportaron actividades muy productivas. En concreto, ha recortado nada menos que un 5,4% el valor añadido de la industria y un 7,5% el de los servicios de alta cualificación (actividades profesionales, científicas y técnicas). Por el contrario, se han mejorado los datos de la construcción en casi un 3%, sector que aporta mucha mano de obra, pero un escaso valor añadido.

Esta composición explicaría el brusco ajuste que ha realizado el INE a la evolución de la productividad. Si bien en julio estimaba que la productividad por empleo (medido como equivalente a tiempo completo) había crecido un 0,7% interanual, ahora estima que cayó un 1,1%. Se trata de un cambio de signo para la aportación de la productividad totalmente extraordinario y que refleja la dificultad de Estadística para hacer las estimaciones con tanta volatilidad económica.

Además de la estadística de declaración del IVA, el INE ha recibido otros indicadores desde el mes de agosto, como son las cuentas trimestrales no financieras, que miden la evolución de la renta disponible y del gasto de los agentes económicos, o la balanza de pagos, que mide la evolución del sector exterior. Aunque su incidencia en la estimación del PIB ha sido poco relevante, también han contribuido a esta rebaja.

Foto: Imagen del puerto de Vancouver, en Canadá. (Reuters)

Otro de los factores importantes ha sido la revisión de la serie de crecimiento anual que publicó el INE la semana pasada y que afectó al perfil de la curva del PIB trimestral. El INE estima que la caída en el inicio de la crisis fue algo más profunda y la recuperación, más rápida. Esta revisión incide en la comparativa del primer trimestre del año, que pasa de registrar un descenso del 0,4% al 0,6%.

En consecuencia, la contracción provocada por la tercera ola del virus fue algo más profunda de lo estimado inicialmente y es previsible que sus efectos se trasladaran también al mes de abril, esto es, al inicio del segundo trimestre del año. En este caso, se trata de un indicio, ya que el INE no publica datos mensuales del PIB, pero es altamente probable que el inicio del mismo también fuera peor de lo esperado.

Esta suma de factores explica que la revisión del PIB haya sido histórica en el segundo trimestre del año. Es difícil que algo así se vuelva a repetir en el futuro salvo que se produzca un nuevo confinamiento. Pero eso no impedirá que esta revisión quede marcada para siempre.

El INE ha realizado este jueves una corrección histórica del dato adelantado de la contabilidad nacional del segundo trimestre. Si en julio estimó que el crecimiento había sido del 2,8%, ahora calcula que fue del 1,1%. Menos de la mitad. Una revisión a la baja de casi dos puntos que ha cambiado por completo la percepción de la coyuntura económica en España tras la reapertura. La gran pregunta es: ¿qué ha pasado para que se haya producido esta revisión histórica?

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