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El diésel marca el precio más caro en tres años y afronta un alza fiscal de 20 céntimos por litro
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Suma el FNSSE y una revisión fiscal europea

El diésel marca el precio más caro en tres años y afronta un alza fiscal de 20 céntimos por litro

La gasolina pulveriza su récord en siete años: ya ha subido un 40% desde que estalló el coronavirus. Bruselas y el Gobierno pretenden introducir medidas en la próxima década para subir su precio

Foto: Imagen de archivo de un conductor repostando. (Reuters)
Imagen de archivo de un conductor repostando. (Reuters)
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Los combustibles siguen subiendo sin parar en un momento de especial movilidad por carretera como es el verano. Esta semana, el diésel ha subido hasta los 1,26 euros por litro, lo que supone un repunte ininterrumpido del 28% desde que estalló la crisis del coronavirus. Con la nueva subida, alcanza el precio más alto en casi tres años. Según los datos recopilados por la Unión Europea, no se veía un precio tan alto desde noviembre de 2018, cuando el petróleo estaba incluso más alto que los 75 euros por barril de Brent actuales.

La gasolina 95, el otro carburante más utilizado, sigue pulverizando los récords desde hace siete años. Desde que se inició la pandemia, este suministro ya ha escalado un 40%. En la segunda operación salida que marca la mitad de julio, la media ya supera los 1,40 euros por litro.

Bombardeo de impuestos al diésel

El gasóleo, el combustible más consumido en España, se enfrenta a dos reformas paralelas —una del Gobierno de España y otra de Bruselas—, que conllevarán una subida conjunta de la carga impositiva gradual durante la próxima década que elevará el litro del diésel más de 20 céntimos al final del periodo, según detallan ambas instituciones.

Foto: El presidente Sánchez y las cuatro vicepresidentas. (EFE)

La última novedad ha sido el plan de la Comisión Europea para, por un lado, revisar la fiscalidad energética y, por otro lado, añadir el coste del CO2 a través de combustibles al transporte por carretera. Estas medidas, entre otras muchas, tratan de alinear la política fiscal con los planes de descarbonización y lucha contra el cambio climático, en el paquete denominado Fit for 55.

Según ha anunciado el Ejecutivo comunitario este miércoles, el nuevo pacto verde trata de alcanzar la neutralidad climática en 2050 (cero emisiones de CO2) con hitos intermedios más ambiciosos. "Una revisión de la directiva sobre fiscalidad de la energía propone armonizar la fiscalidad de los productos energéticos con las políticas energéticas y climáticas de la UE, promoviendo tecnologías limpias y eliminando las exenciones obsoletas y los tipos reducidos que actualmente fomentan el uso de combustibles fósiles", señala la institución presidida por Ursula von der Leyen.

Foto: El vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans. (Reuters)

Bruselas propone que los impuestos especiales sobre el gasoil sean, como mínimo, en 2023 de 41,9 euros por litro. Esto es una subida de cuatro céntimos (4,84 euros con IVA) respecto a la situación de España, cuyo impuesto sobre hidrocarburos es de 37,9 céntimos por litro. De esta forma, se puede decir que la subida mínima que pide la comisión para dentro de año y medio es algo superior a los 3,8 céntimos por litro que pretendía subir el Gobierno en los últimos Presupuestos Generales del Estado y que ha recuperado en el plan de recuperación enviado a la Unión Europea.

Pero el Ejecutivo comunitario no quiere quedarse ahí. El plan lanzado este miércoles pretende que la subida del gasóleo sea progresiva para que el impuesto especial sobre hidrocarburos alcance los 48,18 céntimos por litro en 2033. Es decir, 10,2 céntimos por litro más. A esto, además, hay que añadir el IVA, que aplica sobre todo el resto de conceptos del carburante, lo que lleva la subida hasta los 12,34 euros por litro.

El caso de la gasolina es distinto. Actualmente, el impuesto especial sobre hidrocarburos es en total de 47,3 euros por litro, más de lo que propone Bruselas. La nueva configuración de impuestos a los combustibles llevaría a que el diésel tuviera una carga fiscal superior. Hasta ahora, estaba más bonificado por la histórica creencia de que era menos contaminante. Aunque emite menos CO2, el resto de emisiones han llevado a la comunidad científica a considerarlo tan perjudicial o más para la salud y el medioambiente que la gasolina.

placeholder Imagen de archivo de un conductor repostando. (EFE)
Imagen de archivo de un conductor repostando. (EFE)

Esta subida del gasóleo viene acompañada, además, de la imposición del coste del CO2 para el transporte por carretera, que hasta ahora estaba exento, y se prevé entre en vigor en 2026. Y por si todo esto fuera poco, el Gobierno tramita una ley para crear un Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE). Según explicó el presidente de la patronal de las petroleras (AOP), basándose en la memoria económica publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica, se prevé que la subida de los combustibles sea gradual para alcanzar en 2025 los 10 céntimos de subida, incluyendo el IVA.

Esta subida se podría ver matizada en una quinta parte, según fuentes del sector, porque el recorte a la hidráulica y la nuclear, otra de las reformas que tramita el Gobierno, aliviará una parte de la subida de combustible y gas. Es decir, que con la información publicada hasta ahora, el alza rondaría los ocho céntimos por litro de diésel.

Foto: Rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.

Esto, sumado a los más de 12 céntimos/litro que quiere incrementar Bruselas en la tributación del carburante y la introducción del coste del CO2, que la Unión Europea pide que se haga a través de los carburantes, lleva a que el diésel se enfrente a una subida estructural y progresiva. Todo ello, con el objetivo de desincentivar este combustible y dar señales de descarbonización, y llevar a los usuarios a decantarse por otras opciones de movilidad más amigables con el medio ambiente.

En cualquier caso, la Comisión Europea pide la creación de un nuevo Fondo Social para el Clima, porque es consciente de que los hogares más vulnerables y sin capacidad de reconversión a corto plazo serán los que más sufrirán las subidas de los suministros básicos.

Los combustibles siguen subiendo sin parar en un momento de especial movilidad por carretera como es el verano. Esta semana, el diésel ha subido hasta los 1,26 euros por litro, lo que supone un repunte ininterrumpido del 28% desde que estalló la crisis del coronavirus. Con la nueva subida, alcanza el precio más alto en casi tres años. Según los datos recopilados por la Unión Europea, no se veía un precio tan alto desde noviembre de 2018, cuando el petróleo estaba incluso más alto que los 75 euros por barril de Brent actuales.

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