Economía verde
Aceite vegetal para biocombustible y otras apuestas sostenibles
Por EC Brands
Por qué la economía será verde o no será
Evolución
Hace tiempo que la economía verde dejó de ser una opción para convertirse en una obligación. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), solo con ella conseguiremos que nuestro planeta mejore en tres aspectos esenciales: en primer lugar, el social, ayudando a reducir los niveles de pobreza y a luchar por la igualdad de todos los colectivos; en segundo, el económico, creando un modelo financiero que evite la sobreexplotación de recursos; y en tercero, el medioambiental, reduciendo las emisiones de CO2 y la huella de carbono para hacer que nuestro ecosistema sea mucho más sostenible. Sobre estos tres ejes se construye la economía hacia la que deben dirigirse todos los países.
Frenar el cambio climático
La lucha por una economía verde afecta a todos los países y España, por supuesto, no es una excepción. Según el estudio ‘Climate change and interconnected risks to sustainable development in the Mediterranean’, comandado por los investigadores Wolfgang Cramer y Joël Guiot, la región mediterránea se está calentando muy por encima de la media.
Si España no hace nada, en 2090 el sur de nuestra península registrará un preocupante grado de desertificación debido, entre otras cosas, a las emisiones de CO2
Como vemos, nuestro país no es solo uno de los más afectados por el cambio climático a día de hoy, sino también uno de los que puede sufrir las consecuencias más devastadoras a corto, medio y largo plazo.
Más empleo
El empleo verde aún está lejos de ser mayoritario en ningún país del mundo, pero distintos organismos van observando su evolución a lo largo del tiempo. ¿Puede dar España un salto exponencial en la creación de empleos verdes? Lo cierto es que sí. Al menos así lo cree el Observatorio de la Sostenibilidad, que a finales de 2020 lanzó Reconstruyendo el futuro: un Green New Deal para España, un informe en el que proponía emplear los fondos de la UE para crear 1,13 millones de trabajos verdes en los próximos diez años poniendo especial atención a focos como las energías renovables, las redes eléctricas, el transporte, las infraestructuras o la rehabilitación energética de edificios. De esos empleos, los primeros 859.000 se crearían en apenas un año, mientras que los restantes se generarían durante la próxima década.
Cómo crear 859.185 empleos verdes en España en un año
* Cada icono representa 10.000 personasRehabilitacion energética de edificios | 194.515
Infraestructuras | 184.032
Promoción de las renovables | 114.741
Infraestructuras de depuración de agua | 114.280
Infraestructuras ferroviarias | 94.142
Plan de Movilidad Urbana Sostenible | 93.460
Transporte público | 20.125
Redes Eléctricas | 16.545
Cómo impulsar la economía verde
La economía verde parte de la filosofía de la economía circular. Frente al modelo tradicional de la economía lineal –basada en producir, consumir y desechar–, la circular genera un movimiento en el que la materia prima se emplea para producir materiales que, tras su consumo, se reutilizan para ser aprovechados de nuevo. Para los ciudadanos de a pie, en nuestro día a día esto se traduce en apostar por los materiales reutilizados, reparar los aparatos en vez de comprar otros, mirar la huella de carbono que genera todo lo que consumimos o comprar a productores sostenibles y de cercanía, entre otras medidas.
De residuo a materia prima
Otra forma de impulsar la economía verde es creando empresas que apoyen esa idea de reciclaje. Ese es el caso de Greenside Solution, constituida en 2017 y con sede en Almería. Su objetivo es recoger aceite vegetal destinado a usos industriales, como el aceite de los restaurantes, y tratarlo para que pueda ser reconvertido en biodiesel. La tecnología almeriense permite medir y tener una trazabilidad no solo de cuándo debe descartarse ese aceite, sino de todo el proceso por el que pasa el producto.
“Desde el principio nos centramos en intentar que todo el proceso, desde la creación del residuo hasta la valorización, fuese lo más eficiente posible para que no solo no fuera un gasto sino que fuera un beneficio” apunta Raúl Delgado, director comercial y cofundador de Greenside. Para Delgado, esa viabilidad económica es fundamental en todo proyecto de economía verde, como también lo es la concienciación de que, realmente, “existe la posibilidad de mejorar la forma en la que hoy generamos residuos. Somos capaces de ver ese problema, resolverlo y que finalmente sea un beneficio”.
Sobre esa base, los retos más inmediatos de la compañía pasan por seguir trabajando en la gestión de información y la digitalización, la concienciación —aunque las empresas se muestran cada vez más receptivas— y la apuesta por la economía circular que, en definitiva, “es lo que hace que todo el proyecto tenga lógica”. Para ello han contado con el apoyo del Fondo Smart de Banco Santander, que en su camino hacia la descarbonización apuesta por la financiación a empresas sostenibles.
El papel de las grandes empresas
“Os pedimos que vuestras empresas se comprometan a establecer objetivos para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ° C por encima de los niveles preindustriales. Los beneficios comerciales de esta acción climática son claros y las empresas líderes ya están demostrando que es posible este modelo de negocio. Además, hay evidencia de que estas empresas estarán en la mejor posición para prosperar a medida que la economía global atraviese una transición justa para 2050”.
Esta es la petición con la que la ONU invita a empresas de todo el mundo a Business Ambition for 1.5ºC: Our Only Future, una campaña con la que se pretende limitar el aumento de la temperatura global a 1,5° C por encima de los niveles preindustriales. Y es que cuando hablamos de luchar contra el cambio climático recordamos el papel de los gobiernos y el de los propios ciudadanos, pero la implicación de las grandes empresas también es esencial en este sentido.
Banco Santander
Las empresas españolas acumulan varios años de visibilidad en los entornos de sostenibilidad empresarial. No en vano, el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), índice de referencia mundial en materia de sostenibilidad, incluye a 19 compañías de nuestro país en su último ránking. Una de ellas es Banco Santander, que en 2020 cumplió su primer objetivo de cara a promover una economía verde y sostenible: ser una compañía neutra en carbono mediante la compensación de todas las emisiones que genera en su actividad diaria. Cumplido ese objetivo, la entidad contempla en su hoja de ruta un compromiso con la sostenibilidad apostando por proyectos dirigidos a preservar la salud del planeta y a liderar la transición hacia una economía verde dentro de sus políticas de banca responsable. De camino a conseguir la ansiada descarbonización y las cero emisiones netas en 2050, estas son algunas de las metas que se ha fijado la compañía:
2021: adiós al plástico de un solo uso
Este año, Banco Santander cumplirá su objetivo de eliminar el 100% del plástico innecesario de un solo uso en todas sus oficinas y edificios del mundo.
2025: electricidad de origen renovable
De cara a 2025, la entidad pretende conseguir que el 100% de la electricidad que utiliza a nivel global provenga de fuentes renovables. A día de hoy el objetivo se ha conseguido al 60% a nivel global y al 100% en España.
2030: adiós al carbón térmico
Para este año, Santander habrá dejado de dar servicios financieros a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan en más de un 10% del carbón térmico. Además, eliminará por completo su exposición a la minería de carbón térmico en todo el mundo.
2030: financiación verde
Para el mismo 2030, la entidad española aumentará de manera significativa la financiación verde otorgada a sus clientes. La subida será de hasta 220.000 millones de euros desde 2019.
2050: cero emisiones netas de carbono
Para mediados de siglo, Santander se compromete a haber alcanzado cero emisiones de carbono en todo el grupo, todo ello con el objetivo de apoyar las metas aprobadas en el Acuerdo de París.
Apoyo a proyectos
La entidad ha apoyado cinco proyectos dentro de su plan de compensación de emisiones: Energía eólica Oaxaca III (México), la reforestación en Alcoroches (España), la planta hidroeléctrica Salto Pilão (Argentina), la disminución de emisiones N2O en Krefeld (Alemania) y la recuperación de gas del vertedero Blue Source en Spartanburg (EEUU).
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