Industria carga contra la reforma energética de Ribera y agrava las grietas en el Gobierno

Choque dentro del Gobierno por la reforma energética, que pretende bajar el precio de la electricidad trasladando costes de la factura de la luz (las primas a las renovables) a los carburantes y el gas. El Ministerio de Industria ha enviado un informe al Ministerio para la Transición Ecológica en el que lanza duras críticas al proyecto de ley por el que se crea un Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE).

La Secretaría General Técnica del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, dependiente de Reyes Maroto, elevó dicho informe a la Vicepresidencia Cuarta, liderada por Teresa Ribera, el pasado 1 de marzo. El documento, a cuyo contenido ha tenido acceso El Confidencial, lanza diversas críticas, en el fondo y en la forma, sobre el contenido de la reforma en que no ahorra en calificativos.

Centra sus críticas en la falta de neutralidad tecnológica, la incertidumbre que traslada a las empresas, los problemas que puede generar con Bruselas por posibles ayudas de Estado o cargar más a los consumidores cuando podía recurrir en mayor medida a los fondos europeos o a los Presupuestos Generales del Estado.

Entre las críticas, Industria destaca que dicha reforma se haga con la creación de un fondo en lugar de con "mecanismos tributarios". Es decir, a través de impuestos. Según su parecer, así "se podría modular la contribución de los distintos sectores, así como la posible exención para consumidores electrointensivos y grandes consumidores de gas natural industriales, evitando el establecimiento de complicados sistemas de compensación de costes indirectos, de gestión administrativa compleja, lo que provoca incertidumbre a las empresas, más aún teniendo en cuenta que su autorización por la Comisión Europea no está asegurada", zanja Industria, que añade que "la financiación de renovables a través de cargos, peajes o mecanismos tributarios permite el cálculo más preciso del coste repercutido sobre las empresas, pero un coste indirecto a través de la factura energética no ofrece un cálculo claro".

El complejo sistema de compensaciones genera incertidumbre en empresas, más aún cuando no está claro que vayan a ser aprobadas por Bruselas

Esta no es la única observación crítica que lanza este ramo del Ejecutivo sobre el competente en materia energética. El informe, que llegó semanas antes de la aprobación del proyecto de ley, asegura que "el propio mecanismo de creación del FNSSE presupone una prevalencia del sistema eléctrico frente a otras energías, no respetando la neutralidad tecnológica".

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Para Industria, a diferencia de lo que considera Transición Ecológica, "la descarbonización de la economía no debe estar basada casi exclusivamente en su electrificación". "Se necesitan [entiende la cartera de Reyes Maroto], casi al mismo nivel, otras tecnologías. Los combustibles sintéticos serán, sin duda, un aspecto fundamental de la descarbonización, sobre todo en el transporte pesado, marítimo o de aviación, así como en soluciones de calor industriales de alta temperatura. Aplicando el mismo principio, las inversiones necesarias en el desarrollo de los biocombustibles y combustibles sintéticos o en el hidrógeno deberían ser sufragadas también por las compañías eléctricas recíprocamente, y plantearse un mecanismo de financiación equivalente".

"Las inversiones en biocombustible y combustible sintéticos o en hidrógeno deberían sufragarse también por las compañías eléctricas"

El informe de la secretaría técnica de Industria va más allá. Según su parecer, "se albergan dudas acerca de que la creación del fondo sea el mejor instrumento para el objetivo perseguido de financiación de la generación eléctrica renovable, ya que la memoria del impacto de análisis normativo no justifica de forma adecuada la razón de descartar la financiación desde los Presupuestos Generales del Estado, como recomendaba el informe de la comisión de expertos".

Según explica el departamento dirigido por Reyes Maroto, cuestiona la solución prevista en el artículo 3 del anteproyecto, en el sentido de establecer un límite del 10% de los ingresos del fondo para los recursos provenientes de fondos europeos, así como los provenientes de los Presupuestos Generales del Estado; se considera que los Presupuestos Generales del Estado debieran aportar "el máximo posible compatible con sus proximidades, reduciendo de esta forma la carga sobre los consumidores eléctricos".

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Por otra parte, el informe del Ministerio de Industria señala que en el artículo 5 del anteproyecto de ley se podría plantear que no se computen las ventas de energía, electricidad o gas natural, a los consumidores electrointensivos ni a otros consumidores que se podrían identificar como "calorintensivos", como los consumidores de gas natural.

Esta no es la única reforma elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica que ha suscitado críticas por parte de otros miembros del Ejecutivo. Varios integrantes del Ejecutivo de coalición han atacado esta semana el nuevo sistema tarifario, que entró en vigor el pasado 1 de junio. Tanto Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales como Alberto Garzón, ministro de Consumo, han pedido a la CNMC que adelante el horario barato de la electricidad a las 22:00 horas, algo que por ahora ha descartado el superregulador. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, por su parte, ha defendido la medida elaborada por la vicepresidenta cuarta.

Sin efecto en Transición Ecológica

Las observaciones lanzadas por Industria, muchas de las cuales han sido reivindicadas públicamente por diversas empresas y patronales del sector industrial en los últimos meses, no han tenido mucho efecto en Transición Ecológica. El pasado 1 de junio, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley para la creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, que será remitido en breve a las Cortes.

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Dentro del Gobierno de Pedro Sánchez, la influencia y peso de la ministra Teresa Ribera es muy superior a la de Reyes Maroto, destacan analistas políticos. Esta no es la primera vez que se producen rifirrafes internos entre estos dos ministerios, antagónicos en diversas cuestiones de calado donde la política industrial y medioambiental chocan.

La titular de Industria es una de las que aparecen en las quinielas del presidente del Gobierno para salir del Ejecutivo en la remodelación que pretende acometer Sánchez en los próximos meses. Todo lo contrario que Ribera, cuyo continuidad se da por segura actualmente. En este sentido, Maroto pudo haber abandonado recientemente, ya que fue propuesta como vicepresidenta económica para la Comunidad de Madrid en caso de que Gabilondo hubiera ganado las elecciones.