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La Generalitat de Aragonès quiere emitir bonos verdes a la vez que para las renovables
  1. Economía
Pese a depender del FLA

La Generalitat de Aragonès quiere emitir bonos verdes a la vez que para las renovables

La Generalitat no puede emitir bonos verdes, ni de ningún tipo, mientras siga bajo el paraguas del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), donde tiene colocado el 79,7% de deuda

Foto: Pere Aragonès. (EFE)
Pere Aragonès. (EFE)

La nueva Generalitat de Pere Aragonès quiere emitir bonos verdes —deuda pública autonómica vinculada a financiar proyectos sostenibles— a la vez que paraliza todos los grandes proyectos de energía renovable, según consta en el acuerdo de gobierno suscrito entre ERC y JxCAT. La Generalitat no puede emitir bonos verdes, ni de ningún tipo, mientras siga bajo el paraguas del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), donde tiene colocado el 79,7% de su deuda pública, que suma 78.292 millones de euros. Para hacerlo, necesitaría una autorización explícita del Tesoro del Reino de España.

En el documento firmado entre ERC y JxCAT, se señala como objetivo de la Conselleria de Economía, que encabezará Elsa Artadi, “aumente el grado de soberanía económica de la Generalitat iniciando las emisiones de bonos en el mercado, preferentemente iniciando la emisión de bonos verdes y mecanismos de financiación alternativos a los mecanismos de liquidez del Estado que compatibilicen una mayor disponibilidad de recursos y un mayor grado de soberanía financiera” (pág. 29 del acuerdo).

Foto: El coordinador nacional de ERC y candidato a la investidura, Pere Aragonès, y el secretario general de JxCAT, Jordi Sanchez (d). (EFE)

La declaración de intenciones ecológicas en lo financiero no casa con el despliegue práctico en los planes de generación. Sobre el departamento de Acció Climàtica que dirigirá la republicana Teresa Jordà, se afirma en el mismo texto: “La Ponencia de Energías Renovables no dará viabilidad a ningún proyecto de alto impacto territorial, que se sitúe en suelos de alto valor agrícola o de regadío, en suelos de protección especial o que puedan afectar hábitats y especies amenazados o que planteen serias objeciones desde el punto de vista paisajístico, ambiental, agrícola, urbanístico y de patrimonio cultural. Respecto a aquellos proyectos de gran tamaño con respecto a las hectáreas o al número de aerogeneradores que se encuentran en fase de tramitación y que suponen una gran acumulación de proyectos en un mismo territorio, este hecho se considerará un elemento relevante para la denegación de la autorización” (pág. 32).

La emisión de bonos verdes puede vincularse a proyectos que no sean las renovables. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid ha emitido bonos verdes vinculados al reciclaje o la red de electrificación para los coches eléctricos. Pero para que unos bonos sean considerados verdes, hay una serie de reglas, como que haya una agencia de sostenibilidad que certifique los objetivos verdes o que, en caso de que no se pueda financiar la totalidad de la inversión, lo que quede se tiene que dedicar de manera obligatoria a comprar otros bonos verdes.

Foto: El coordinador nacional de ERC y candidato a la investidura, Pere Aragonès, y el secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez. (EFE)

Falta de realismo

La propuesta implica una importante falta de realismo. La deuda de la Generalitat está apoyada por el FLA, que la financia a precio del BCE. En 2018, la Generalitat anunció a bombo y platillo que había dejado el FLA. Pero ocultó que tuvo que volver en 2020 tras incumplir los objetivos financieros de 2019. Así que sin el permiso del Tesoro no hay emisión posible, se firme lo que se firme entre JxCAT y ERC.

También hay otros problemas. La deuda de la Generalitat sigue calificada como bono basura. BB de Fitch a largo y B de la misma agencia de 'rating' a corto. Eso implica que hay que ofrecer una rentabilidad situada entre el 3% y el 5%, según apuntan fuentes financieras del mercado de bonos. En el caso de los bonos verdes, la fuerte demanda de estos productos podría implicar 300 puntos básicos por debajo, es decir, entre el 2,7% y el 4,7%. Pero en todo caso por encima del precio al que se financia Cataluña en el FLA. Es decir, el plan de la Generalitat para volver a los mercados implica cambiar deuda barata por deuda más cara. Ya no es solo que lo tenga que autorizar el Tesoro. Es que sería negativo para las arcas públicas catalanas.

Dependencia de España

Con el coronavirus, la dependencia financiera de la Generalitat respecto al Gobierno español se ha incrementado. En el año 2020, Cataluña recibió del Estado español fondos que sumaban 37.294,6 millones de euros.

Estas partidas se repartieron en 21.771 millones de euros de recursos totales del Sistema de Financiación Autonómico, lo que incluía entregas a cuenta, liquidaciones negativas y liquidación definitiva; otros 11.768,6 millones de los fondos de financiación de las comunidades autónomas, más 3.165,6 millones procedentes del Fondo Covid de 16.000 millones. Además, se aportaron 589 millones de recursos transferidos a través de conferencias sectoriales.

La Generalitat recibe fondos del Gobierno español por más 37.000 millones anuales

Y en 2021, la situación irá a más. Este 2021, según los datos disponibles en el primer trimestre, Cataluña percibirá durante todo el año 21.379,9 millones de euros de recursos totales del Sistema de Financiación Autonómico, más 13.101,4 millones de los fondos de financiación de las comunidades autónomas, de los cuales ya se han asignado el primer y segundo trimestre por importe de 6.284 millones de euros, y otros 993 millones de la Línea para Autónomos y Pymes de 7.000 millones, que cobrarán la próxima semana.

También habrá otros fondos adicionales, como 695,9 millones que se han distribuido a través de la conferencia sectorial, a los que hay que sumar, por ejemplo, las últimas subvenciones aprobadas por el Consejo de Ministros para el Programa Moves III (65,6 millones para Cataluña) o para la Autoridad del Transporte Metropolitano de Barcelona (109,3 millones).

La nueva Generalitat de Pere Aragonès quiere emitir bonos verdes —deuda pública autonómica vinculada a financiar proyectos sostenibles— a la vez que paraliza todos los grandes proyectos de energía renovable, según consta en el acuerdo de gobierno suscrito entre ERC y JxCAT. La Generalitat no puede emitir bonos verdes, ni de ningún tipo, mientras siga bajo el paraguas del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), donde tiene colocado el 79,7% de su deuda pública, que suma 78.292 millones de euros. Para hacerlo, necesitaría una autorización explícita del Tesoro del Reino de España.

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